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Camila Svenson / La foto pedida

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Camila Svenson
LA FOTO PEDIDA

Camila Svenson es una fotógrafa paulista de 23 años que siempre gustó de fotografiar desconocidos. Hace poco, para un trabajo de la facultad, un profesor "muy especial" le recomendó enfrentar su miedo a hablar con desconocidos, empezando a preguntarle a las personas, si podía tomarles una foto. Eso cambió todo. 
Desde siempre a los fotógrafos les ha gustado encontrar personajes, guardarlos en su cámara y a veces compartirlos. Algunos se han tomado la molestia de pedirles permiso, otros consideran a ese modo de operar como una modificación indeseable en la fotografía que imaginan, o que ya están viendo delante de sus ojos y sólo deben guardar en ese orden de la luz y en ese cuadro que se les otorga. De todas formas, el mérito de estar ahí nunca es accidental y es siempre un hallazgo. Desde ese hallazgo humano nace Achados Humanos, un escenario de desconocidos a los que se les pregunta si se les puede tomar una foto y hacen algo que hace que esa foto sea distinta, dicen algo que hace que no sea sólo una fotografía, sino la imagen de una persona, la parte de una historia. "Gusto del término achado porque hace referencia a encontrar una persona en el medio de muchas otras y, en portugués, un achado es algo muy especial, único".
"La mayoría de los retratos fueron tomados entre San Pablo y Nueva York, pero la ciudad no importa, en todos los lugares existe alguien que vale la pena fotografiar, y es por eso que me gusta tanto este proyecto, porque no termina, sus posibilidades son infinitas, cada persona es diferente a otra, cada historia es una, no existe redundancia".


Primera foto

- ¿Puedo tomar una foto de su hija?
- Puede, pero, ¿por qué?
- Porque ella tiene la magia más increíble del mundo.


La foto pedida

-¿Me toma una foto? Porque un día voy a ser modelo.
 

La foto negada
-¿Le puedo tomar una foto?
-No.

La foto cobrada
- ¿Le puedo tomar una foto?
- Puede, son 2 dólares.
 
La foto preferida
-¿Le puedo tomar una foto?
- Sí, pero, ¿por qué? 
-Porque parece que estuvieras parada encima de esa luz a propósito.
 

ACHADOS HUMANOS

Posso tirar uma foto sua?
Uma foto minha? Mas porque?
Porque você me interessou.

 Fotos por: Camila Svenson
http://culturacolectiva.com/achados-humanos-le-puedo-tomar-una-foto/





Natasha Poly según Mario Sorrenti

Natasha Poly / Otras miradas

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Natasha Poly
Shot by Mario Sorrenti for Vogue Russi
July 2008
NATASHA POLY
OTRAS MIRADAS

Photo by Patrick Demarchelier

Patrick Demarchelier

Patrick Demarchelier

Patrick Demarchelier


Patrick Demarchelier

Patrick Demarchelier


Natasha Poly
photo: Mario Sorrenti for Self Service Spring/Summer 2008



Natasha Poly
by David Hamilton

Natasha Poly by Mario Sorrenti




Natasha Poly
by Patrick Demarchelier

photo by Patrick Demarchelier for Vogue Paris, Feb 2005

Natasha Poly
shot by Patrick Demarchelier, 2005


Photo: Richard Burbridge, variations on chic ed. for Vogue Italia, May 2005


Hair Storm
Natasha Poly by Solve Sundsbo for POP mag. 2008

Natasha Poly by Mario Sorrenti


Natasha Poly / Desnuda en Vogue

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Natasha Poly
LA PIEL QUE HABITO
Desnuda en Vogue
Por Inez van Lamsweerde y Vinoodh Matadin


November 2011 Vogue Spain Cover
Model: Natasha Poly
Photographers: Inez van Lamsweerde & Vinoodh Matadin
Stylist: Patti Wilson
Makeup: Jeanine Lobell
Hair: Christiaan Houtenbos




 









Nicolás Maduro / Madurazos

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Maduro, disfrazado de militar

Otro lapsus de Nicolás Maduro: 

"Los capitalistas especulan y roban como nosotros"

lanacion.com
Al presidente venezolano, Nicolás Maduro, no le alcanzan sus rimbombantes anuncios y sus teorías conspirativas para dar que hablar. A eso suele sumarle una cuota de humor con sus ya clásicos lapsus que alimentan las burlas en Twitter. El pasado fin de semana, sumó una nueva frase a esa lista: "Los capitalistas especulan y roban como nosotros".


Maduro encabezó un nuevo discurso basado en la "guerra económica" que emprendió contra los "especuladores", como él llama a los comerciantes que compran sus productos a precio de dólar oficial y los venden a cambio del paralelo. En medio de la euforia, llegó el error, o la admisión.
"Quiero decirles aquí, atención comerciantes de este país, pequeños y medianos, esos comerciantes que ustedes conocen son tan víctimas del capital, de los capitalistas que especulan y roban como nosotros -dijo, sin reparar en sus palabras- porque a ellos los exprimen los llamados proveedores y mayoristas, los exprimen en los centros comerciales, son exprimidos doblemente".
Esa frase se convirtió rápidamente en comidilla para los twitteros chavistas, que salieron a explicar que quiso decir que el chavismo es víctima de los especuladores, y los anti-chavistas, que lo consideraban parte un sincericidio.
La semana pasada, Maduro consiguió en el Parlamento "superpoderes" para gobernar por decreto, algo que causó un fuerte rechazo y protestas en todo el país, encabezadas por el líder de la oposición, Henrique Capriles.

Yahoo

Los "millones y millonas" de Nicolás Maduro

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, volvió a sorprender esta semana con sus particulares dichos, esta vez, creando una palabra hasta ahora inexistente: el femenino de la palabra "millón".
En la tarde del martes, el mandatario encabezó un acto conmemorativo por los 200 años de la Campaña Admirable, comandada en 1813 por Simón Bolívar y en medio del discurso, dijo una frase que generó curiosidad entre los usuarios de Internet.

"Hoy tenemos millones y millonas de Bolívar. Hoy tenemos millones de libertadores", fue la expresión que no tardó en difundirse a través de las redes sociales, en lo que algunos internautas calificaron como otro "madurazo".
¿Excesos del lenguaje inclusivo?


El último gaffe de Nicolás Maduro: "Cristo multiplicó los penes... perdón, peces"

lanacion.com

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, sumó una nueva línea en su lista de frases inolvidables. A algunas expresiones deliberadas (como cuando comentó que su antecesor y padrino político, Hugo Chávez, había reencarnado en un "pajarito chiquitico" ), sumó un desliz al afirmar que "Cristo multiplicó los penes", aunque se corrigió casi inmediatamente.
En un acto de campaña en la que hizo alusión a un pasaje de la Biblia, Maduro dijo: "Buscaremos escuela por escuela, niño por niño, liceo por liceo, comunidad por comunidad meternos allí, multiplicarnos, así como Cristo multiplicó los penes", dijo. "Perdón, los peces y los panes, me perdonen la expresión", enmendó enseguida.
"Así como Cristo multiplicó los panes y los peces, [debemos] multiplicar el arte para meterse escuela por escuela", repitió, para intentar que el gaffe quede en el olvido. Fue un intento fallido. Su frase ya era furor en las redes sociales.
El presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, sostiene un sombrero con la figura de un pajarito durante un acto proselitista en Catia La Mar, el martes 9 de abril de 2013 (AP 








Venezuela / Llegó la harina. Vente.

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“Llegó la harina. ¡Vente!”

Venezuela se aferra a un modelo económico que mantiene al país desabastecido de alimentos básicos

El Gobierno importará 400.000 toneladas hasta fin de año


El jueves pasado llegó la harina de maíz precocida al supermercado más grande del barrio Santa Cruz, al sureste de Caracas (Venezuela), donde las casas se amontonan sobre suelos inestables. Al pie de esa colina hay talleres mecánicos, ferreterías, una parada de autobuses y contenedores rebosantes de basura. Los habitantes se enteraron de la llegada de la harina sin necesidad de mirarse o hablarse. Es una práctica extendida entre los consumidores venezolanos: solo tienen que observar las bolsas que cargan los vecinos que vienen del supermercado para saber si están disponibles o no los productos que escasean.
Desde hace varios meses no se consiguen con facilidad la harina de maíz precocida en su presentación de un kilo —la base para cocinar las arepas, el plato típico venezolano—, el aceite, la leche en polvo y líquida, el azúcar, la mantequilla o el pollo. Hay que recorrer varios supermercados o comprarlos a los vendedores informales. Al desabastecimiento se suma la escasez. Ahora el promedio de escasez es del 20%, un porcentaje que no se había alcanzado en los cuatro años anteriores según los informes del Banco Central de Venezuela (BCV). Y desde 2005 el marcador no ha bajado del 10%, lo que indica que en Venezuela la escasez es ya crónica, de acuerdo con el economista Ángel Alayón. “Lo normal es 5%”, explica. En septiembre el índice trepó a 21,2% el segundo más alto del año.
Venezuela ha llegado a esta situación por una combinación de varios factores: un control de precios de productos esenciales vigente desde hace una década que solo es revisado por el Gobierno cuando estos no aparecen en los anaqueles; la sobrevaluación del tipo de cambio que fomenta las importaciones en desmedro de la producción local y el contrabando de extracción. Los productos venezolanos cruzan la frontera con Colombia pese a los esfuerzos que hace el Gobierno por evitarlo.
Rosa Delgado, una vecina de Santa Cruz que la tarde del jueves se acercó al supermercado, llevaba dos meses sin conseguir Harina Pan, la presentación producida por el gigante alimentario Alimentos Polar, la marca de su preferencia en harina precocida. Cuando vio a unos vecinos del barrio con el producto le pidió a su hijo Yonaiker Pico que la acompañara. Los bultos de harina estaban dispuestos de cualquier forma en el pasillo del fondo del supermercado sobre una paleta de madera. Yonaiker abrazó 12 paquetes. Como entre los dos no podían llevarse todos los paquetes, Yonaiker le escribió un mensaje de texto a su hermana. “Llegó la Harina Pan. Vente”.
Una hora después la clientela casi había acabado con todas las reservas. Apenas quedaban algunos bultos que la gente despedazaba con la desesperación del hambriento. Los empleados del supermercado miraban el espectáculo con cierta indiferencia aunque trataban de identificar si sobraba algún paquete para guardarlo. Eran las sobras, sí, pero en una situación de persistente desabastecimiento trabajar en un sitio donde venden comida es un privilegio. Una de las supervisoras de pronto dijo en voz alta: “Los empleados pueden pasar por la caja número ocho con su carnet para pagar su compra”.
Elba, una de las empleadas del supermercado que retiraba los retazos de los bultos, apartó entonces un empaque aplastado y siguió hurgando entre los restos que habían dejado los clientes a ver si conseguía algo más. Puede llevarse hasta cuatro unidades. Esa es otra de las regulaciones impuestas por los supermercados para evitar que una persona se lo lleve todo. Pero la gente encuentra la forma de saltarse esa regla. “¿Ves aquel muchacho que está allá?", le dice la cajera a una mujer que se dispone a pagar. “Él ha entrado varias veces a comprar Harina Pan. Yo no puedo hacer nada porque a mí me pagan por facturar la compra”. Lo más probable es que aquel hombre luego revendiera el producto al triple o al cuádruple de su valor en las redes de la economía informal. O lo almacenara en su casa.
Esa desesperación del consumidor está reflejada en las cifras del Banco Central. El informe más actualizado asegura que de cada 100 establecimientos visitados por los técnicos en 71,4 no había harina de maíz precocida de ninguna marca. En 85,8 faltaba la leche entera en polvo, en 84,2 los aceites mezclados y en 85,3 el azúcar. El supermercado de Santa Cruz no tenía el jueves azúcar ni leche en polvo. Nadie tenía la certeza de cuándo podría llegar. Elba, la empleada del supermercado, dice: “Nosotros no podemos tener inventarios. Mercancía que llega, mercancía que sale hasta que se la llevan toda”. Las grandes cadenas temen que si tienen stock los acusen de acaparadores.
Este jueves el Gobierno anunció que los controles seguirían. El gabinete económico ha decidido afrontar la crisis apelando a las reservas estratégicas de alimentos e importando masivamente todo lo que falta. Entre noviembre y diciembre, según el ministro de Alimentación, Carlos Osorio, llegarán 400.000 de alimentos provenientes de Nicaragua, Argentina y Brasil.
El presidente, Nicolás Maduro, ha insistido en que su Gobierno es víctima de una “guerra económica” y que si los empresarios produjeran no habría desabastecimiento. Las empresas tienen en el diferencial cambiario una tentación muy grande. Es más rentable producir cantidades controladas con los dólares preferenciales que entrega el Gobierno y quedarse con una parte para revenderlos en el mercado negro. Las ganancias son del 500%.
Los clientes del supermercado que ya habían completado su cupo de harina revisaban al final de la tarde las existencias de papel higiénico, aceite y mantequilla. No parecía llamarles tanto la atención El papel solo se vendía por rollos y había llegado al país procedente de Colombia. La mantequilla, marca Mirasol, no era tomada en cuenta por los clientes, que estaban buscando Mavesa, una marca de Alimentos Polar que ya casi no se ve. Al final de la tarde, cuando la afluencia de clientes en el supermercado ya había bajado, Yonaiker seguía esperando a su hermana para poder llevarse los 12 paquetes de harina. Si ella no llegaba, Rosa y él solo se podrían llevar ocho. Parecían preocupados. Entonces otro cliente les dijo: “Señora, pague y vuelva a entrar otra vez”.




Maduro y la bandera del complot internacional

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Nicolás Maduro
Maduro radicalizó su discurso hasta el punto de decir que su gobierno es 'de fuerza democrática'.

Ante la crisis, Maduro agita la bandera del complot internacional


El deterioro en servicios y el desabastecimiento aparecen ad portas de las elecciones municipales.


“¡Si se ponen cómicos los botamos a todos!”, dijo furioso el presidente venezolano Nicolás Maduro tras calificar de insolentes a los funcionarios de la embajada de Estados Unidos, a quienes expulsó del país esta semana luego de acusarlos de ayudar a la oposición para sabotear a su gobierno.
“Estamos bajo una guerra eléctrica, una guerra económica, una guerra psicológica”, asegura Maduro, pero en Venezuela cada vez menos creen que los males del país se cocinen en algún laboratorio del Pentágono.
Ya lo decía en septiembre una encuesta del Instituto Venezolano de Análisis de Datos (Ivad): 67 por ciento de los venezolanos cree que la situación del país no es buena y más de la mitad de los encuestados identifica al Gobierno como el responsable. Aun así, en las últimas cadenas de radio y TV el presidente Maduro arrecia sus denuncias contra el “imperio” y la “oligarquía” e insiste en estar bajo ataque, un plan de “colapso total” que busca sacarlo del poder. 
“Los tremendos problemas económicos y sociales que enfrenta el gobierno de Maduro, con el riesgo real de una hiperinflación y el tremendo deterioro de los servicios, entre otros, han golpeado la confianza política del oficialismo, que frente a esto no tiene explicaciones que entregar a sus seguidores ni al resto de los venezolanos”, explica el profesor de la Universidad Central, Luis Salamanca.
Y continúa: “Entonces crea una plataforma argumental basada en la teoría de la conspiración. Siempre son agentes externos, malévolos, los que provocan las situaciones. Maduro ha llevado esta explicación al extremo y asegura que todo es un saboteo externo, pero no es capaz de mostrar alguna prueba. La realidad es que el Gobierno fracasó después de 15 años de revolución y está recogiendo lo que sembró, un estado gigantesco incapaz de controlarse a sí mismo. Maduro está tratando de detener con esa retórica la erosión interna de apoyos”.
Y si a esto se suma la difusión de una supuesta grabación secreta de Chávez en la que dice que no está muerto sino secuestrado por sus propios aliados, todo lleva a un estado de crispación general entre los ‘revolucionarios’.
El esfuerzo discursivo del Gobierno es aún más intenso en vista de las próximas elecciones municipales del 8 de diciembre, cuando se elegirán 335 alcaldes, que arrojarán una nueva fotografía sobre cómo avanza el pulso político entre el chavismo y la oposición.
Recursos limitados
A diferencia de otras contiendas electorales, en esta oportunidad los recursos del Gobierno son limitados para aumentar el gasto público y mantener el sistema de becas, misiones y beneficios que le permiten su estrecha relación con el pueblo. Y con una inflación acumulada de casi 33 por ciento y que amenaza con superar el 45 por ciento este año, se hace cada vez más difícil mantener la promesa de calidad de vida que ofrece la ‘revolución’.
Sobre ese escenario arrecia la teoría de la conspiración puertas adentro. Para el Gobierno, los enemigos internos se multiplican y atacan varios frentes. Los empresarios, en materia económica; y en el resto, “la burguesía amarilla”, refiriéndose al partido opositor Primero Justicia y su principal representante, el gobernador Henrique Capriles.
La oposición advirtió esta semana que sobre él podría recaer una orden de captura, dado el tenso clima político. “En la misma medida en que los problemas económicos siguen tragándose al Gobierno, en esa misma medida este sigue recurriendo a potes de humo y a medidas políticas extremas, como sería el eventual apresamiento de Capriles para provocar a la oposición”, aseguró el dirigente opositor Henry Ramos Allup.
El afán de mantener la cohesión ha llevado al presidente Maduro a radicalizar su discurso hasta el punto de asegurar que el suyo es un “gobierno de fuerza democrática”, preparado para todo. La expulsión de los diplomáticos es la muestra en materia de política externa, pero de puertas para adentro se profundiza la militarización de buena parte de la vida del país –con la creación de entes como el Órgano Superior para la Defensa de la Economía o el Estado Mayor de Salud– y cierta cultura del espionaje. No en vano la implementación del número 0800-SABOTAJE para recibir “pistas” que daría el pueblo sobre posibles intentos de desestabilización de los servicios públicos.
“La sucesión (de Chávez) sabe que en cualquier momento la gente perderá la paciencia, pero desconoce cuándo y cómo se manifestaría el quiebre (...). El politburó necesita fabricarle al pueblo nuevas razones, pero carece de entidad, tiempo y recursos para pedirle ‘sangre, sudor y lágrimas’ ”, escribió en El Universal la articulista Argelia Ríos.
Gobierno busca más poder
El presidente Maduro anunció este viernes que el próximo martes pedirá en la Asamblea Nacional (AN, parlamento unicameral) la aprobación de una ley habilitante, que le dé poderes especiales para legislar sin control parlamentario para luchar contra la corrupción.
“Yo me estoy preparando plenamente y estoy preparando los planes especiales, parte de ellos los voy a explicar el martes que viene en la AN. Voy a la AN a pedir poderes habilitantes para la lucha contra la corrupción y la guerra económica y les voy a ver el hueso a quienes sabotean”, indicó en un acto de gobierno.
El oficialismo necesita el voto favorable de 99 de los 165 diputados de la Cámara, uno más de los que en teoría tiene en sus filas.
La oposición cree que lo que busca el presidente Maduro es obtener facultades especiales para perseguir a sus adversarios políticos.
VALENTINA LARES MARTIZ
Corresponsal de EL TIEMPO
CARACAS
EL TIEMPO


Maduro, en su trampa

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Maduro, en su trampa

El modelo económico heredado del chavismo 

impulsa a Venezuela a una situación insostenible


Que un país, Venezuela, con 90.000 millones de dólares de ingresos anuales por su petróleo sufra escasez alarmante de productos básicos es todo un logro. De esa situación, herencia de casi 15 años de doctrina chavista, forman parte una inflación cercana al 45% y un mercado negro en el que el dólar se paga a siete veces su cambio oficial. Fieles a una acrisolada visión conspirativa, el presidente Nicolás Maduro y sus acólitos achacan el desbarajuste a un complot teledirigido desde Washington y apoyado por el “fascismo” local (oposición y empresariado afín). Desde abril, el heredero de Chávez ha denunciado variados sabotajes económicos e industriales, guerra psicológica y hasta un plan para envenenarlo.
Maduro afronta en poco más de dos meses unas elecciones municipales vistas como un plebiscito sobre su corta gestión. Sitiado por una realidad desbocada, recurre no solo a medidas de choque, como la masiva importación de alimentos de Colombia. Idea también mecanismos imposibles, como la creación de un comisariado contra el desabastecimiento, que vigilará la producción interna, las importaciones, el transporte y la comercialización de productos, y cuyos funcionarios estarán ayudados por las denuncias telefónicas a una línea con la sugerente denominación de 0800-Sabotaje. Para evitar las colas en los supermercados, fruto en parte de la escasez de personal propiciada por nuevas medidas laborales, planea enviar a la milicia bolivariana a hacer de cajeros.
El problema de Maduro, que acaba de regresar de China con un crédito de 5.000 millones de dólares, es la cuadratura del círculo. La economía venezolana, un modelo estatista y doctrinario fracasado con Chávez, es insostenible. Pero introducir racionalidad en ese legado, si esa fuera su improbable intención, le marcaría como traidor al mito, del que se considera eterno discípulo, y abriría a la vez el cisma entre facciones chavistas.






Venezuela / El Gobierno manda milicias a los supermercados

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Cola para comprar alimentos en una tienda en el centro de Caracas. / MERIDITH KOHUT (BLOOMBERG)

El Gobierno venezolano manda milicias a los supermercados

Maduro acusa a los empresarios de tener pocos cajeros para crear colas y malestar

El Gobierno interviene los puertos para agilizar el abastecimiento


El chavismo se ha internado en su propio laberinto y aún no encuentra el hilo de Ariadna para salir de este. El Gobierno es consciente del desabastecimiento de productos básicos y ha preferido decirle a sus electores que está haciendo frente —y derrotando— a "una guerra económica de la burguesía" tras evaluar cómo trabajaban los supermercados de capital privado. La semana pasada, el presidente Nicolás Maduro denunció que estos eran parte de un plan que pretendía en última instancia generar un estallido social. Denunciaba el presidente que la gerencia ordenaba no colocar los productos en los anaqueles y causaba largas filas de clientes frente a las cajas registradoras al no destinar personal para operarlas. Era la manera, dijo, de dar la sensación de un mayor desabastecimiento, a pesar de que el Banco Central de Venezuela reportó esta semana que para 17 alimentos básicos las provisiones eran un 40% inferior al nivel adecuado para satisfacer la demanda.




Mujer en un supermercado en Caracas

En realidad las largas filas que a veces salen de los locales son consecuencia de la aprobación de la nueva Ley del Trabajo, la última gran transformación legada por Chávez antes de su desaparición, que obliga al patrono a garantizar dos días de descanso continuo al personal y un máximo de 40 horas laborales a la semana. Una ley que nació con la idea de que los privados contrataran más personal terminó siendo un bumerán para el Gobierno en su intento de bajar el índice de desempleo y subempleo.
Los empresarios en cambio ajustaron sus estructuras de costos a la nueva realidad —algunos decidieron cerrar el fin de semana, otros establecieron nuevos horarios para respetar las disposiciones— y los consumidores son quienes pagan las consecuencias. En un muy sintonizado programa en la radio local un oyente contaba al presentador del espacio, el periodista César Miguel Rondón, que el gobierno había convertido los sábados en domingos y éstos en 1 de enero.
Para paliar esa situación Hebert García Plaza, jefe del Órgano Superior de la Economía, anunció que incorporará a la milicia bolivariana —grupos de civiles encuadrados por el Gobierno susceptibles de estar armados— a las cajas registradoras. Antes de que esa presencia se concrete el Gobierno deberá coordinar con los supermercados la preparación de los milicianos para que puedan conocer los códigos de los productos y la metodología de trabajo. Al mismo tiempo, el vicepresidente Arreaza prometió agilizar el despacho en los puertos creando nuevos turnos el fin de semana para descargar la mercancía que pasa semanas sin poder atracar en los muelles. Maduro dice tener el dinero necesario para garantizar el abastecimiento pleno. Pesa y mucho el recuerdo de lo que ocurrió hace once años, cuando el paro de la industria petrolera y de parte del empresariado hizo que los venezolanos vivieran una precaria Navidad.
Por ello, apenas bajó del avión que lo trajo desde China, donde cumplió una visita oficial de cuatro días, el presidente Maduro decidió aceptar una propuesta del gabinete económico y el Órgano Superior de la Economía para atacar el repunte de la escasez. Con un aparato productivo nacional arruinado debido al modelo impulsado por el Gobierno, las masivas importaciones de productos para la época de fin de año —Venezuela trae desde el exterior el 96% de lo que consume— corren por estos días el riesgo de quedarse varadas en los puertos debido a una serie de trabas burocráticas que impiden sacarla a tiempo de los contenedores y a una muy interesada interpretación de la Ley del Trabajo por parte de los empleadores que ha reducido el horario de trabajo.
El Gobierno ha pretendido impulsar la producción nacional en medio de un severo control de cambios que lleva más de una década vigente, pero al empresariado le es más rentable importar debido al tipo de cambio sobrevaluado (6,30 bolívares por un dólar estadounidense). Para evitar esa vieja práctica y continuar con su plan desde 2007, cuando el presidente Hugo Chávez anunció el viraje hacia el socialismo —que se concretó en la nacionalización de empresas productivas y la masiva expropiación de tierras—, el Estado exige a los empresarios una serie de trámites que ralentizan e impiden en muchos casos la importación expedita de productos terminados o materias primas para fabricarlos en el país. Antes de tramitar las divisas a precios preferenciales ante Cadivi, el órgano regulador, el importador debe presentar un Certificado de No Producción Nacional y solvencias del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales y del Ministerio del Trabajo.
El resultado de ese pulso ha sido un generalizado desabastecimiento que se ha profundizado tras la muerte del presidente Chávez. Hasta este miércoles el mismo Gobierno impedía cualquier solución al problema de la escasez de productos, pero el vicepresidente Jorge Arreaza anunció que se agilizarán los trámites para importar en el menor tiempo posible alimentos básicos y otros productos necesarios para abastecer, por ejemplo, el mercado de repuestos de vehículos.

Venezuela / Turismo para conseguir dólares

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Turismo para conseguir dólares

Los venezolanos abarrotan los vuelos para salir del país y obtener 'billetes verdes' que luego revenden a precios desorbitados en un mercado sediento de divisas


"Nos encontramos muy contentos y orgullosos de los resultados que se obtuvieron en este periodo de vacaciones", declaró hace una semana Luis Graterol, director del aeropuerto internacional de Maiquetía, que sirve de puerta de Caracas. El funcionario tenía un anuncio que hacer: por la terminal aérea se habían movilizado un 7% más de pasajeros que el verano anterior. Pero tal vez se apresuró en atribuir ese éxito a un motivo postizo: "Esto dice mucho de las políticas en materia turística que viene desarrollando el Gobierno revolucionario y del verdadero poder adquisitivo de los venezolanos".
El origen del boom tiene otro propósito y no es precisamente turístico. Se lo ha bautizado a media voz con el nombre de "raspar la tarjeta". La clase media venezolana, compuesta por viajeros empedernidos y grandes consumidores gracias a la prodigalidad de los ingresos petroleros —ya en los años setenta se ganaron el mote de los "tabarato" en Miami, por sus compras desenfrenadas—, han encontrado la manera de hacer del viaje un negocio en sí mismo —lo que no es igual a un viaje de negocios—, en el marco del régimen cambiario impuesto hace un decenio por el Gobierno chavista y las distorsiones que genera.

El control de cambios vigente desde 2003 reserva al Estado la asignación de cupos anuales de divisas a particulares, que pueden obtenerlas a cambio de bolívares (la moneda local) para ocasiones como estudios en el exterior, remesas a familiares dependientes, o viajes. Ese cupo se otorga como dinero en efectivo o un haber en la cuenta de tarjetas de crédito, autorizado con anterioridad por una oficina gubernamental. El trámite es engorroso y su aprobación nunca está garantizada. Pero algunos avivados se dieron cuenta de que su potencial de negocio hacía que la pena valiera.
Como el diferencial entre la tasa de cambio oficial —hoy de 6,3 bolívares por dólar— y la que rige en el inevitable mercado negro —ahora en torno a los 43 bolívares por dólar— es tan amplia, resultaba rentable viajar por pocos días o, incluso, por horas a destinos internacionales cercanos, como Bogotá, Panamá o las vecinas islas de Aruba o Curaçao, retirar allí en efectivo los dólares asignados a gastos de tarjetas de crédito, y revender las divisas con un gran margen de ganancia, ya de vuelta en Venezuela. De hecho, el viaje salía gratis.
Esas prácticas movieron al Gobierno en 2009 a emitir una providencia por la que establecía cupos diferenciales de acuerdo al destino y duración del viaje: estadías en los lugares más cercanos a Venezuela obtendrían montos menores. Para evitar simulaciones de viaje, los beneficiarios debían mostrar con posterioridad los soportes de los gastos incurridos.
Pero como el agua, el ardid siempre encuentra su cauce. Destinos intermedios como Lima y Quito se han convertido en los más demandados por los viajeros. Un pasaje a Perú ha visto aumentar su precio siete veces este año. Un pasaje a Bogotá, punto de conexión regional que se alcanza en un vuelo de hora y media de duración desde la capital venezolana, cuesta el equivalente a 2.700 dólares. Todavía así, no hay billetes disponibles hasta comienzos de 2014, no sólo para esas rutas, sino hacia destinos más tradicionales como Miami, Buenos Aires o Madrid.
Muchas de las compras en rutas aéreas se hacen efectivas para que los viajeros, sin embargo, no vuelen. De un grupo de cuatro o cinco pasajeros, sólo uno aborda el vuelo; los otros cancelan. El viajero porta las tarjetas de crédito autorizadas de los demás, que usa en lugares prestablecidos de su destino internacional donde, a cambio de una comisión, le entregan las divisas y las facturas que justifican los gastos.
Con tal estratagema, venezolanos comunes y corrientes se aseguran ingresos varias veces superiores a sus entradas regulares. Un espíritu de tahúr invade a la gente que arriba, por las oportunidades que ofrece un sistema de restricciones, al mundo de la especulación cambiaria. "Para nosotros es un momento estelar del negocio", admite a este diario una agente de viajes que pide se mantenga su nombre en reserva.
El presidente Nicolás Maduro ha anunciado para los próximos días medidas drásticas "para estabilizar la economía". Una de sus prioridades es la de atajar la cotización de las monedas extranjeras en el mercado negro, que, según el propio Ejecutivo Nacional, es uno de los responsables del agudo aumento de los precios en el país. Se anticipa que en el paquete vendrá una reforma de la Ley de Ilícitos Cambiarios —un texto de carácter penal, promulgado en 2005, que intenta desalentar a los ciudadanos de que participen en transacciones con divisas— para imponer contramedidas ante esas prácticas que burlan el sistema. Sin embargo, cabe vaticinar que el incentivo para encontrar otras brechas en el control cambiario seguirá funcionando: la posibilidad de un enriquecimiento fácil y rápido.


Venezuela / Control de divisas de los viajeros al exterior

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Venezuela aumenta el control de divisas de los viajeros al exterior

El Gobierno de Maduro busca limitar al máximo el turismo cambiario, que encarece los billetes

     

Mostrador para facturar en el aeropuerto de La Guaira. / MIGUEL GUTIÉRREZ (EFE)
Los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 cambiaron para siempre la manera de volar en avión. En Venezuela el llamado cepo cambiario está agregando otras molestias a los tortuosos rituales que hay que cumplir antes de abordar un vuelo internacional. Mientras se implementa en los aeropuertos locales un novedoso sistema de identificación biométrica que autorizará el uso de las tarjetas de crédito venezolanas en el exterior, fiscales de la estatal Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) están interrogando al azar a los viajeros nacionales para comprobar la correcta utilización de las divisas aprobadas por el ente y cerciorarse de que no lleven en su billetera tarjetas de créditos a nombre de otras personas.
Si eso sucede el funcionario sospechará que el pasajero estará “raspando el cupo” aprobado a un tercero. En la jerga local el “raspacupo” es quien entrega a otro su tarjeta de crédito para aprovechar el subsidio que otorga el Estado como un haber en su línea de crédito. Aunque su aprobación nunca está garantizada, la clase media local –consumistas entusiastas de las outlets de Miami desde siempre- e incluso los estratos menos favorecidos -quienes nunca conocieron ese modo de vida en virtud de su situación económica- advirtieron el gran negocio que significaba viajar, o simular que se viajaba, para usar la tarjeta en sitios prestablecidos y luego obtener las divisas y las facturas que justifican el gasto. La brecha entre la tasa oficial -6,3 bolívares por dolar- y la del mercado negro -alrededor de 45 bolívares- representa una ganancia rápida para el tenedor de dólares a su vuelta al país.
Con esta medida el gobierno busca limitar al máximo el turismo cambiario, cuyo apogeo, unido a la escasa oferta de frecuencias hacia los destinos internacionales más demandados, ha liquidado la posibilidad de viajar por una emergencia y ha encarecido el costo de los billetes. Un ejemplo: para viajar en febrero a Madrid un pasaje aéreo en clase económica desde Bogotá cuesta 2.568 dólares. Desde Caracas vale 5.161 dólares (32.514 al cambio oficial de 6,3). El aumento indiscriminado tiene al menos dos explicaciones: la gigantesca deuda que mantiene Cadivi con las aerolíneas, que venden los pasajes al precio controlado y el Estado no le entrega los dólares, y la enorme demanda de viajeros venezolanos y extranjeros, quienes hacían una escala en Caracas, cambiaban sus dólares en el mercado negro y compraban el boleto hacia su destino final a un precio muy atractivo. Esta semana el Indepabis, el órgano que protege los derechos de los consumidores, agregó una tercera explicación: las aerolíneas no están vendiendo las tarifas más baratas de la clase económica.
El Gobierno ha prometido tomar medidas para solucionar esta situación, pero en ningún caso está dispuesto a levantar el rígido control de divisas, la raíz de las distorsiones de la economía. Ha iniciado, sí, una sistemática campaña a través del canal del Estado Venezolana de Televisión contra los “raspacupos” para posicionarlos ante la opinión pública como los responsables mayores del desfalco a la Nación. El domingo, VTV dedicó uno de sus principales programas de opinión para tratar el tema. El conductor y su invitado, el encuestador Oscar Schemel, aseguraban que ese afán de viajar para obtener dólares en efectivo a cambio respondía al ADN cultural de los venezolanos, que están entrenados en el arte de capturar la renta petrolera en desmedro de la productividad y el esfuerzo.
Parece un poco injusto achacar la culpa al turismo cambiario a juzgar por los resultados que ha hecho público el propio Gobierno. Cifras oficiales indican que en 2012 se aprobaron a los viajeros 2.769 millones de dólares, mientras que a los importadores les entregaron 17.980 millones de la moneda estadounidense. Hasta ahora, salvo una nota de prensa publicada este miércoles en la que el ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, anunció que el Sebín, la policía política, formó un equipo para revisar el uso de dólares asignados a las empresas, no hay un gran ofensiva del Gobierno para identificar quiénes son los responsables de defraudar al Estado simulando importaciones. “Estamos seguros de que todavía hay una lista de empresarios inescrupulosos que por razones económicas o políticas se dedican a hacer fraudes por esa vía”, comentó el ministro a la Agencia Venezolana de Noticias.
Una estimación hecha por la firma Ecoanalítica indica que en 2012 las importaciones públicas y privadas llegaron a 56.300 millones de dólares. De esa cantidad, 15.400 millones de dólares (27,4%) fueron compras externas simuladas, la mayoría en el sector público. La amoralidad ya es un comportamiento generalizado. Empresarios y particulares quieren aprovechar las distorsiones de la economía para enriquecerse con el mínimo esfuerzo y al margen de lo que dicta la ley. Unos y otro son capaces de asumir el riesgo debido a la limitada capacidad que tiene el Estado para sancionarlos. Son muchos y al mismo tiempo haciendo operaciones difíciles de identificar como un delito. Toda esta situación le ha permitido al Gobierno plantear nuevamente su tema favorito: la refundación moral del venezolano, una suerte de hombre nuevo. Los hechos lo ayudan. El gobierno recientemente anunció que seis deportistas vinculados a los deportes a motor habían falsificado la firma de la ministra de Deporte, Alejandra Benítez, para obtener divisas preferenciales.
El presidente Nicolás Maduro ha calificado ese afán por los dólars baratos como si fuera una enfermedad. La llama cadivismo. A principios de octubre, en una alocución desde una guarnición militar, el jefe del Estado se quejaba del magro resultado que han dado sus reuniones con el sector privado debido al poco riesgo que éstos están dispuestos a asumir. “Cadivi, Cadivi, ellos solo quieren Cadivi. Eso es cadivismo, están enfermos con ese mal”, decía entonces el mandatario. El jefe del Estado volvió a acuñar el término al comparecer ante la Asamblea Nacional para solicitar poderes legislativos. “Una colección de dificultades que bien podríamos bautizar con el nombre de cadivismo, como una de las expresiones más vulgares de la existencia de la burguesía parasitaria en la historia de la Venezuela, de los últimos 100 años”. Lo que ocurre en realidad puede ser descrito haciendo un símil con las criaturas mitológicas. Como Saturno, la revolución bolivariana se ha terminado de devorar a su propia creación.

Venezuela / El cangrejo electoral

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Nicolás Maduro con máscara de Chávez

El cangrejo electoral en Venezuela

Vienen nuevas elecciones municipales en Venezuela. Los resultados serán, como lo son siempre, los que al chavismo le venga en gana


Corría el año 2005. La sociedad venezolana estaba aún recuperándose del trauma del paro, luego del golpe, y finalmente el referendo revocatorio del 2004, la jugada maestra de Hugo Chávez. El caudillo, atornillado en la presidencia y con el poder casi absoluto en sus manos, se aprestaba a dar el siguiente asalto electoral: tomar el control de la Asamblea Nacional. Ya Carter y Gaviria se habían marchado. La “mediación” -entre chavismo y oposición- de la OEA y el Centro Carter reducida a un estatus de pasajeros en procesos que demostraron -con meridiana claridad- su incapacidad de hacer entender -sobre todo al régimen- la importancia de respetar las leyes electorales. Así las cosas, el 23 de noviembre de ese año ocurrió un hecho poco recogido por los medios internacionales: en una auditoría organizada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en Fila de Mariches, en presencia de observadores de la OEA y de la Union Europea, un técnico traído por la oposición llamado Leopoldo González conectó su portátil a una de las máquinas de Smartmatic después de una votación ficticia y comenzó a anunciar, en voz alta, “Sr W: Usted voto azul; Sr X: Usted azul, Sr Y: Usted voto rojo; Sr X: Usted...”
Contó un testigo presencial que, cuando estaba el hombre a punto de anunciar cómo había votado el cuarto participante, Jorge Rodríguez - por aquellos tiempos director del presuntamente imparcial CNE - mandó a parar todo e informó abruptamente a observadores internacionales, prensa, representantes de partidos políticos y demás presentes que la auditoría había concluido. Lo revelado no era poca cosa: el secreto del voto estaba comprometido en Venezuela. Lo acababa de demostrar un experto en computación. Eso llevó a los partidos políticos venezolanos a cometer lo que muchos expertos -a posteriori- han considerado desde entonces un suicidio político: abandonar el juego y retirarse en masa de la contienda electoral. El resultado era de esperar: una asamblea roja, rojita, totalmente controlada por Chávez, obtenida con el voto de menos del 15% del electorado. Algo habrán de escribir los historiadores al respecto. Un golpe magistral, sin duda.

Ese mismo año, meses antes de que el CNE cometiese la torpeza de permitir a un técnico independiente hurgar las entrañas de las maquinitas de lotería de Smartmatic convertidas en el “mejor sistema electoral del mundo”, sucedió otro evento de similar importancia. El CNE contrató al Centro de Asesoría y Promoción Electoral (CAPEL) para hacer una auditoría del Registro Electoral Permanente (REP), cuyos números eran sospechosos, según la oposición, de haber sido inflados con votantes como Arturo Cubillas y Rodrigo Granda. Poco se supo de la metodología utilizada por CAPEL, aun cuando se esperaba que el método “de registro al campo, y del campo al registro” (mediante el cual las direcciones e identidades de un número representativo de electores inscritos en el REP serían revisadas y corroboradas) fuese utilizado. El CAPEL escogió de forma aleatoria unos 12.000 registros del REP y pidió la data correspondiente al CNE, el cual nunca la entregó. Cables de la Embajada de los EEUU en Caracas publicados por Wikileaks dan cuenta de que el mismo encargado de CAPEL, Ricardo Valverde, admitía en privado que el REP estaba demasiado viciado, es decir, no servía para ser utilizado en elecciones.
Venezuela arrastra esos dos muertos desde el 2005, aparte de aquél del referendo revocatorio de 2004, cuando a ningún observador se le permitió la entrada a la sala de totalización del CNE. Por mucho que chavismo y oposición - más chavismo que oposición - griten a los cuatro vientos que el país tiene el mejor sistema electoral del mundo, la realidad es irrefutable: ni las maquinas de Smartmatic ni el REP han sido debidamente auditados desde, al menos, 2005. Y, cuando se auditaron, los resultados expusieron la poca fiabilidad del sistema. El informe de los observadores de la misma Union Europea afirmó que el código fuente de las máquinas era propiedad del CNE y que, por “razones comerciales”, no estaba disponible a escrutinio público. Y, por ello, ninguna auditoría independiente había sido realizada a ninguna de las partes del sistema electrónico de votación. Más claro imposible.
Desde aquel entonces, a la oposición no se le permite auditar ni el sistema ni el REP, ni se le permite designar expertos independientes que realicen dicha tarea. La oposición no tiene ni voz ni voto a la hora de imponer métodos de auditoría. Las auditorías que lleva a cabo el CNE son a puerta cerrada. En un país donde es prácticamente imposible mantener algo en secreto, nadie ha visto, ni ha escuchado, ni ha presenciado las auditorías que algunos líderes de la MUD irresponsablemente afirman que han sucedido. Los medios no son bienvenidos, los observadores internacionales tampoco y los representantes de la sociedad civil, ni hablar. ¿Cómo puede llamársele a eso “el mejor sistema electoral del mundo”? ¿Cómo puede explicarse que en algunas parroquias el chavismo obtiene -tradicionalmente- el 99% de los votos? ¿Cómo puede reconciliarse la llamada al voto con la denuncia de fraude y un renovado llamado al voto, como ha hecho Henrique Capriles en menos de un año? ¿Es fiable el sistema o no? ¿Es fraudulento o no?
Curiosamente, las denuncias de fraude y/o irregularidades han aparecido en todos los procesos electorales -desde Bolivia pasando por los EEUU hasta Filipinas- en los que ha participado Smartmatic, la empresa de maletín que salió de la nada a garantizarle la estadía en el poder a Chávez. Por otro lado, donde aún se vota manualmente en Venezuela, como las universidades, el chavismo no ha logrado replicar en 15 años ni una de sus “victorias electorales”.
Este cangrejo tiene varias explicaciones. La primera: una oposición comprometida solamente con preservar espacios y con ningún poder político real difícilmente puede obligar a un régimen que lo controla todo a aceptar condiciones electorales, muy a pesar de lo que diga la ley. La segunda: una oposición cuyos líderes subsisten de las dádivas de empresarios conocidos como “banqueros de Chávez” difícilmente va a alterar el status quo. La tercera: una oposición dispuesta a mentirle al electorado, con toda desfachatez, sobre asuntos tan relevantes como la transparencia y la fiabilidad del sistema electoral y sus resultados, mal puede representar el deseo de millones de venezolanos que desean fervientemente ver el fin de la “robolución” chavista. Y la cuarta: una oposición incapaz de movilizar a sus seguidores para el resguardo y salvaguarda de los votos a nivel nacional, nunca logrará el poder político para imponer condiciones (de vuelta al primer punto).
Vienen nuevas elecciones municipales en Venezuela, que se celebrarán el 8 de diciembre. Los resultados serán, como lo son siempre, los que al chavismo le venga en gana. Tirarán un mendrugo por aquí y otro por allá. Se darán el lujo de “conceder” una docena de alcaldías y algo más de concejales pero que nadie se engañe: lo que hay en Venezuela es un cangrejo electoral. Por mucha contorsión argumentativa del líder de la oposición - que si hay fraude hoy, que si no lo hay mañana- nadie puede negar la absoluta parcialidad del árbitro electoral. Nadie puede objetar la falta de auditorías serias, independientes, como las que se llevan a cabo en democracia. Nadie puede desmentir el más grosero y evidente abuso de cuanto recurso del Estado haga falta para favorecer al partido de Gobierno. Y en esas condiciones, votarán los venezolanos otra vez, y quién sabe cuantas más.
Alek Boyd es periodista

Venezuela / La caza del dólar

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La caza del dólar en Venezuela

El billete verde es el bien más preciado en el país, pero sólo los elegidos, o los que puedan pagar su alto costo en el mercado negro, pueden tenerlo



Dos venezolanos en una calle de Caracas. / JUAN BARRETO (AFP)
Mientras el desabastecimiento y el malestar entre los venezolanos por la recurrente falta de alimentos básicos se acrecienta, el Gobierno de Nicolás Maduro intenta aliviar las causas que originaron esta situación, derivadas del sistema de controles a la economía impuesto por su antecesor Hugo Chávez hace una década. Pero el Gobierno se enfrenta a un problema. No tiene dólares oficiales para satisfacer la demanda de productores y comerciantes.
Esta semana el alza del dólar en el mercado negro, con la que se reponen muchos de los bienes no esenciales que se consumen en el país, multiplica por siete el valor referencial de la tasa oficial, de 6,30 bolívares por dólar. Cada día que pasa el salario se deteriora, se acentúa la escasez —que entre enero y agosto exhibe un promedio de 19.9% según las cifras del Banco Central de Venezuela— y aumenta la inflación, la más alta de América Latina, que entre enero y agosto de 2013 trepó al 45% interanual, triplicando el registro del mismo período de 2012.
Se espera que en los próximos días se anuncie un nuevo mecanismo para aliviar la presión sobre la cotización de la moneda estadounidense en el mercado negro, que en el último mes subió un 20%. El Gobierno, sin embargo, esta vez tiene un menor margen para maniobrar. Venezuela, que prácticamente sólo exporta petróleo (representa el 96,23% de sus ingresos al término del segundo semestre del año), depende mucho del oxígeno de una mermada Petróleos de Venezuela (PdVsa) para abastecer ese mercado cambiario.
Cálculos de la firma Ecoanalítica indican que PdVsa solo dispone de 1,7 millones de barriles diarios de petróleo para generar caja. Si eso se compara con la cantidad disponible para vender en 2012 (2,15 millones) se constata una reducción de 400.000 barriles diarios de crudo que no podrá colocar. El Gobierno de Nicolás Maduro dejará de cobrar unos 14.600 millones de dólares. Además de lo que consume el mercado interno, PdVsa entrega 250.000 barriles diarios a China para honrar el pago de préstamos y otros 200.000 a los países que forman parte de PetroCaribe a cambio de alimentos, ropa, cemento y profesores de inglés. Otra empresa local, Econométrica, es aún más pesimista en sus proyecciones. Su director, Ángel García Banchs, estima que la estatal petrolera sólo tiene para vender 1,4 millones de barriles, de los cuales habría que deducir unos 200.000 que corresponden al intercambio de crudo venezolano por médicos y entrenadores deportivos cubanos firmados en 2000 por Hugo Chávez y Fidel Castro.

PdVsa solo dispone de 1,7 millones de barriles diarios de petróleo para generar caja
En uno u otro caso está claro que la razón del desabastecimiento son los compromisos asumidos por la política internacional del chavismo y la incapacidad de incrementar la producción petrolera al mismo ritmo que la demanda. Venezuela produce unos 2,9 millones de barriles diarios, pero cada día hay menos petrodólares que vender. Para compensar la falta de flujo de caja el Gobierno ha diseñado un plan. Maduro iniciará el sábado una gira de doce días a China en aras “de reforzar la multipolaridad o la política internacional de respeto y cooperación con los países que se oponen al intervencionismo de Estados Unidos”, según el presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional, Yul Yabour, que el martes aprobó el permiso para que se ausentara. El propósito no es tan nebuloso como parece: Caracas espera que en ese viaje se amplíe la ayuda financiera que ya recibe de Pekín. En su cuenta de Twitter el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, ya anunció un nuevo préstamo de 5.000 millones de dólares a través del Fondo Chino-Venezolano.
Aunque ese dinero no podrá ser ofertado directamente al mercado cambiario en ciernes, sí alivia la presión del Gobierno. En años pasados el Sitme, el mecanismo alternativo diseñado para otorgar los dólares que no entregaba la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), liquidaba unos 40 millones de dólares diarios, pero el Gobierno decidió eliminarlo en febrero debido a que descubrió importaciones ficticias. El ministro de Planificación, Jorge Giordani, reveló entonces que se habían defraudado al Estado unos 5.000 millones de dólares. “El sector privado sólo exporta 3.000 millones de dólares, pero demanda 30.000. ¿Qué clase de burguesía es esa? Son parásitos”.

Venezuela sólo tiene reservas líquidas para  cuatro días de importaciones
En realidad todo el mundo en Venezuela entiende que la única manera de proteger el patrimonio y generar rápida riqueza es hacerse de dólares subsidiados para luego revenderlos en el mercado negro. Un oscuro objeto de deseo no siempre disponible. Ese es un dolor de cabeza que el Gobierno no ha logrado aliviar con ninguna estrategia. Ningún negocio puede dar una rentabilidad mayor y el Estado tampoco logra el objetivo de lograr que se mantengan en el país las reservas internacionales. Valga un dato para ilustrarlo. El economista García Banchs dice que Venezuela sólo tiene 800 millones de dólares en sus reservas líquidas que equivalen según sus cálculos a cuatro días de importaciones. Cuando Carlos Andrés Pérez asumió la presidencia de Venezuela el 2 de febrero de 1989 tenía 300 millones de dólares en las arcas. Tres semanas después de aplicar un duro ajuste macroenonómico se produjo el estallido social conocido como el Caracazo.




Venezuela / Punto de salida internacional de cocaína

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Venezuela asoma como punto de salida internacional de cocaína


El decomiso en París de un alijo de más de una tonelada procedente de Caracas remarca la sospecha sobre el incremento de focos de corrupción en las fuerzas de seguridad venezolanas




Manuel Valls, ministro del Interior francés, con la coca incautada. / K. T. (AFP)
La noticia más reciente dice que en París incautaron 1.382 kilogramos de cocaína en 31 maletas que atravesaron el Atlántico en un vuelo de Air France procedente del aeropuerto internacional Simón Bolívar. Pero antes ocurrieron otros escandalosos decomisos de alijos en Venezuela: 5,5 toneladas de esa misma sustancia embarcadas al lado de la rampa presidencial en un avión que fue capturado en Ciudad del Carmen, México (2006); dos toneladas, también de cocaína, en el aeródromo de isla de Margarita que irían a Sierra Leona (2007); casi 1.200 kilos de esa droga acarreados en una avioneta que despegó de la base aérea La Carlota, en Caracas (2012); otros 1.400 kilos que volaron hasta Tenerife desde el aeropuerto de Valencia, en el estado Carabobo. La lista podría engrosarse con incautaciones más discretas como la encontrada el pasado lunes dentro de una talla religiosa que enviarían en un vuelo de Iberia con destino a Madrid, o los 584 kilos de cocaína retenidos ese mismo día por las autoridades en un punto de control del estado Zulia. El diario venezolano El Nacional afirma que desde el año pasado se han decomisado 19 alijos que han salido de la principal terminal venezolana.
Son anuncios tan frecuentes que ya permiten aventurar una hipótesis: Venezuela ya no es sólo un territorio de paso de la droga fabricada en Colombia y que se distribuye en América del Norte o Europa. Este país ahora ofrece las condiciones ideales para que estas operaciones clandestinas coronen su misión con éxito fuera de los caminos verdes. Los expertos advierten una conjunción de factores para que eso sea posible: la policía local está aislada del resto de la comunidad internacional, porque el gobierno considera que la actuación de cuerpos de otros países en territorio nacional viola la soberanía local; militares corruptos que han facilitado a los grandes carteles mexicanos el uso de los principales puertos y aeropuertos para despachar su ilegal carga, y una generalizada desinstitucionalización del país que ha devenido en el apogeo de la impunidad.



Expertos en seguridad opinan que la policía local se ha aislado de la comunidad internacional

El ex ministro de Estado y Presidente de la Comisión contra el Uso Ilícito de las Drogas, Carlos Tablante, ha utilizado el término “Estado delincuente” para advertir que el narcotráfico ya no necesita pistas clandestinas para transportar la droga. “Ahora los carteles mexicanos infiltraron los aeropuertos nacionales y utilizan las pistas con la complicidad de las autoridades que los administran”, afirma. “La pregunta es cuántas maletas más habrán pasado”, agrega.
Es injusto achacar al chavismo la presencia del crimen organizado en Venezuela, pero no lo es afirmar que bajo su hegemonía el país ha visto cómo se incrementan los delitos de esa naturaleza. Valga un ejemplo que lo ilustra. El año pasado un magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, Eladio Aponte Aponte, acusó en Estados Unidos a altos cargos del Gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez de relaciones con el narcotráfico, entre ellos el ex ministro de la Defensa y actual gobernador del estado de Trujillo, Henry Rangel Silva, el general Clíver Alcalá Cordones, ex comandante de la poderosa IV División Blindada, y el general Hugo Carvajal, director de Inteligencia Militar. Mencionó además un episodio que ilustra hasta qué punto algunas individualidades de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana están comprometidas con el narcotráfico. Dijo el magistrado que recibió presiones del alto gobierno para liberar a un subalterno del comandante Pedro Maggino, acusado en 2005 por la aparición de dos toneladas de drogas en un batallón de cazadores del estado de Lara.

Un juez dijo en 2012 que altos cargos de Chávez estaban ligados al narco
La participación de militares en el negocio de la droga, que tampoco es nueva, ha dado pie esta vez para toda clase de comentarios. Están aquellos que aseguran que toda la institución está penetrada por el narcotráfico, hasta las voces más cautas que matizan la situación y apuntan que se trata solo de individualidades corruptas. Aunque no se tiene constancia de su existencia como organización criminal algunos analistas locales dan fe del poder del llamado Cartel de los Soles, en referencia a las condecoraciones que exhiben los oficiales en la solapa de su uniforme de gala.
En un artículo escrito para la Carta Politológica Simón Bolívar Analytic en 2012, el periodista Javier Ignacio Mayorca afirmó que es un error aplicar el concepto de cartel a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. “Si una parte del generalato venezolano se ha corrompido de forma profunda, concertada y continuada, sería posible estudiar el asunto como el producto de una asociación para delinquir”.
Tablante coincide con esa apreciación. En Venezuela, dice, no hay mafias establecidas, sino organizaciones flexibles que se arman y desarman de acuerdo con el ilícito que cometen. En sus palabras: un Estado secuestrado por la corrupción y que amenaza con devorarse al gobierno. El abogado Bayardo Ramírez Monagas agrega por su parte que Venezuela ya no es sólo un país de tránsito sino de almacenamiento de droga.



El Gobierno resalta un aumento de decomisos y la captura en Venezuela de capos colombianos

Frente a las críticas de la oposición, el Gobierno, que rompió sus vínculos con la DEA en 2005, presume de grandes logros: mayores cantidades de droga decomisada desde entonces –en 2012 incautaron 45 toneladas- y un respetable número de capos capturados y deportados a sus países. Son nombres gruesos a juzgar por la importancia de los detenidos: Beto Rentería, el último jefe del Cártel del Norte del Valle; alias "Valenciano", relacionado con Los Zetas, alias “Martín Llanos” o Diego Pérez henao, jefe de la bando de "Los Rastrojos". La mayoría de esas capturas se produjeron luego de que en 2008 los presidentes Juan Manuel Santos y Hugo Chávez relanzaron las relaciones binacionales, lo que incrementó el intercambio de información clasificada que permitió a Venezuela encontrar a los solicitados. El Informe Mundial sobre las Drogas de 2011, sin embargo, no es tan halagador. Según sus cálculos hasta 2010 habían descendido las cantidades de estupefacientes incautados en el país. De 59 toneladas métricas en 2005 bajaron a casi la mitad en 2010.
Mientras tanto las investigaciones para determinar cómo se embarcó la droga en el avión de Air France continuaron en Venezuela y Francia. En las próximas horas la Fiscalía venezolana presentaría ante los tribunales a un teniente coronel de la Guardia Nacional Bolivariana, que se desempeñaba como Director de Seguridad del Aeropuerto de Maiquetía, a otros siete militares de baja graduación, todos de la Guardia Nacional, y al gerente adjunto de Air France. Son 17 personas en total supuestamente relacionadas con la operación que posibilitó el viaje de droga en un vuelo comercial. En Francia fueron arrestados tres italianos y dos británicos en el marco de la investigación, todos supuestamente relacionados con la mafia calabresa. El precio de la cocaína interceptada hubiera sido de unos 50 millones de euros en el mercado mayorista, pero vendida al detalle hubiera llegado a entre 250 y 350 millones de euros. La aerolínea francesa ha puesto en marcha una investigacion interna para verificar irregularidades.

Venezuela / Maduro decreta un día de lealtad con Chávez

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Maduro decreta un día de lealtad con Chávez

La fecha coincidirá con la última aparición pública del líder venezolano fallecido el 5 de marzo


Como Perón, Hugo Chávez también tendrá su día de la lealtad. Será el 8 de diciembre. El anuncio lo hizo el presidente Nicolás Maduro y se sumará a las efemérides patrias del chavismo: 28 de julio, cumpleaños del comandante presidente; 8 de agosto, fecha de su ingreso a la Academia Militar; y el 4 de febrero, momento de su puesta de largo con el golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez.
El nombre completo, según reveló el jefe del Estado venezolano en su cuenta de Twitter, será Día de la Lealtad al Legado de Chávez y del Amor a la Patria. La fecha es trascendental para el Gobierno por dos motivos: no solo es el primer aniversario de la ùltima apariciòn pùblica del finado mandatario, en la invistiò a Maduro como su delfìn, sino que este año coincidirá con la celebración de las elecciones de alcaldes y concejales que muchos analistas consideran como un plebiscito sobre la gestión de Maduro.
El presidente añadió que el 8 de diciembre será “un día de lealtad movilizada, de amor en acción del pueblo que jamás le fallará a Chávez”. Para el Gobierno es vital mantener la mayoría de las alcaldías y escaños municipales para avanzar en el proyecto que legó Chávez. El martes, al explicar su decisión, Maduro sugirió que ese 8 de diciembre de 2012 el presidente era consciente de la inminencia de su muerte. “Aún con su dolencia vino con mucha serenidad y fuerza a despedirse de su patria”, dijo.


La canonización de Chávez marcha a pasos agigantados. Cada alocución oficial finaliza con el invariable “Chávez vive, la lucha sigue”. El canal del Estado Venezolana de Televisiòn emite unos cortos llamadosLo dijo Chávez que muestra extractos de sus copiosas intervenciones. Vive Televisión, otra estación oficial, transmite los domingos pasajes de Aló, Presidente, el programa dominical que no tenía hora de inicio ni final. Las palabras por lo general pretender reforzar la moral revolucionaria o son llamadas de autocrítica que sirven como guía para orientar a la militancia en la actual coyuntura.
Maduro ha pasado seis meses turbulentos al mando de Venezuela. Después de obtener una precaria ventaja en las elecciones del pasado 14 de abril y en medio de una severa crisis de abastecimiento, el mandatario ha sobrevivido gracias al fuerte espíritu corporativo del chavismo y a la disposición de sus adversarios de seguir su protesta por el camino que indica la Constitución. Su principal adversario Henrique Capriles no reconoce los resultados y espera la resolución del caso en el fuero internacional. El Supremo venezolano ya cerró la vía legal en el país.


El Gobierno venezolano considera un delito informar del desabastecimiento

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El Gobierno venezolano considera un delito informar del desabastecimiento

La Comisión Nacional de Telecomunicaciones abre un procedimiento sancionador contra la cadena Globovisión por la transmisión de un reportaje sobre las fallas de productos básicos



    Nicolás Maduro este lunes en un acto. / AFP
    Es, de lejos, el principal problema que ha enfrentado Nicolás Maduro en sus cinco meses de gestión y no hay manera de que pueda superarlo. Por eso ahora el Gobierno trata de controlar mediante la intimidación la información emitida por los medios locales sobre el crónico desabastecimiento que azota al país. Este lunes la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) abrió una investigación, que culminará con una segura sanción, al canal local Globovisión por emitir un programa que informa de la carestía de productos de primera necesidad y de otros rubros.
    De acuerdo con Conatel, hay en ese programa, llamado “Caso de investigación”, elementos “que podrían generar zozobra en la ciudadanía”. “Se habla de una supuesta escasez o acaparamiento tanto de vehículos como de algunos productos alimenticios en todo el país”, explicó el presidente del organismo Pedro Maldonado.
    Si finalmente se concreta la sanción la cadena debería pagar como multa el 10% del ingreso bruto declarado durante el año fiscal anterior. Globovisión ya tuvo que pagar un porcentaje algo inferior -7.5%- cuando el regulador impuso una multa por la cobertura del motín de la cárcel de El Rodeo. Hace dos años el medio era controlado por Guillermo Zuloaga, un enemigo del Gobierno de Chávez, quien el pasado 14 de abril vendió el canal a tres empresarios sospechados de conexiones con el gobierno.
    Desde entonces el canal ha rebajado de forma evidente su perfil combativo hasta el punto de que hoy es una cadena comedida en sus críticas hacia el Ejecutivo, pero es evidente que un Gobierno acosado por la carestía es muy sensible a que se refuerce esa opinión generalizada. El oficialismo se ha encargado de transmitirle a su público que si los alimentos escasean o la luz falla es consecuencia del boicot de capitales locales y transnacionales.
    Esa decisión se produce después de que el sábado Maduro diera plazo hasta octubre para que cesara lo que ha llamado “una guerra eléctrica y económica”. Si no fuera así, el presidente ha asegurado que la llamada revolución bolivariana asumirá una nueva etapa. “Ustedes saben lo que tienen que hacer, a dónde dirigirse, tomar el poder en cada avenida y en cada autopista”, dijo el sábado en un acto con la militancia del Partido Socialista Unido de Venezuela en el estado Vargas, vecino a la capital. También instó a la fiscal general Luisa Ortega Díaz a tomar medidas contra los medios de comunicación que a su juicio emiten propaganda de guerra al estimular las compras nerviosas.
    Las palabras de Maduro indican que mantendrá o profundizará el modelo que heredó de su padre político, a pesar de que ya no se pueden ocultar las grietas de un modelo de control de precios que lleva una década. Cualquier modificación de la política económica sería entendida como una traición al legado. Los últimos días el jefe de Estado venezolano ha reiterado que encabeza un Gobierno fuerte y que tiene los medios para seguir avanzando en el diseño de país que formuló el fallecido Chávez. En los próximos días el mandatario explicará ante la Asamblea Nacional el plan de gobierno para los próximos seis años, que amplía las líneas maestras esbozadas en la campaña presidencial del pasado octubre.

    La prensa ante el ataque populista latinoamericano

    Maduro se otorga plenas facultades para "castigar la guerra psicólogica que ejerce la prensa escrita, la televisión y la radio"



    Cuando el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, le ordena en tono militar al Poder Judicial y a la Fiscalía General de la República (dos instituciones que se suponen no deben estar subordinadas al Poder Ejecutivo) que evalúen “medidas especiales” que le otorguen al primer mandatario plenas facultades para “castigar la guerra psicológica que ejerce la prensa escrita, la televisión y la radio” con las informaciones “que difunden sobre el desabastecimiento de alimentos en Venezuela” cualquier observador desprevenido puede llegar a creer que se trata de un disparate que alguien de mala fe puso en boca del presidente venezolano.
    Lamentablemente lo que usted leyó es absolutamente cierto y forma parte de la tragedia que hoy vive Venezuela y en especial sus medios de comunicación. Por si quedarán dudas, Nicolás Maduro afirmó sin que le temblara el pulso que “esta cobertura mediática de los medios privados va en contra de la seguridad alimentaria del pueblo y contra la vida económica de la nación”. No hay dudas de que el sistema cubano desembarcó aquí y vino para quedarse.
    De manera que en este momento cualquier inquieto pensador latinoamericano debería estar preocupado sobre la forma en que el crecimiento del neoautoritarismo en esta parte del mundo está condicionando, de manera acelerada, el comportamiento no sólo de los grandes medios de comunicación social sino también de las redes sociales. Ya no se trata de los archiconocidos problemas generados por la aparición de las nuevas tecnologías y el desalojo de nuestras vidas cotidianas de los periódicos en papel. Es otra enfermedad más peligrosa y mortal para la democracia y sus modernizados medios independientes.
    Hoy, como lo fue en la agitada Europa de los años 30, el peligro que amenaza a los medios de comunicación nace del control político e ideológico que traen consigo los nuevos modelos de gobierno que, travestidos de democracia, vocean en calles y mitines las bondades de un nuevo populismo que arrasará con las deficiencias y maldades de las democracias representativas.
    En esta parte del continente americano y en especial en Suramérica y el Caribe, la prensa siempre desempeñó un papel rotundo en la llegada al poder de las democracias y en la difusión de sus valores fundamentales que ellas conllevan como lo son la libertad de pensamiento y expresión, la calidad de nuestra vida, la crítica y la discusión abierta, el equilibrio de los poderes, el sometimiento de lo militar a lo civil y el respeto a lo establecido en la Constitución.
    Pero desde hace unos quince años gobierna en Venezuela un régimen que, si bien nació de los votos, nunca tuvo en su mente un desarrollo más vigoroso de la democracia sino más bien persiguió, desde un primer momento, el control progresivo y absoluto del poder.
    Desde luego que esto no es posible llevarlo a cabo sin reducir el papel de los medios de comunicación y de limitar día tras día su ámbito de acción. Hoy podemos decir que el neopopulismo que manda en Venezuela ha logrado cercar a la prensa de una forma tan agresiva y eficaz que, sin ser pesimistas a ultranza, ya podemos decir que los periódicos, las radioemisoras y las plantas de televisión independientes tienen sus días contados, a menos que cambien los vientos de la historia.
    Decenas de radioemisoras en el interior del país y en la capital han cesado sus trasmisiones ya sea por el boicot publicitario de parte del gobierno, de la no renovación de sus licencias para operar públicamente y de las amenazas y ataques de bandas armadas que asaltan sus locales y golpean y persiguen a sus periodistas.
    No se trata de exageraciones políticas o propagandísticas pues en mi carácter de miembro de la comisión de libertad de prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) me ha tocado el doloroso deber de recoger pruebas, indagar estos hechos, redactar informes y acumular expedientes de esta guerra sin cuartel del gobierno venezolano contra la libertad de prensa y de expresión.
    Las televisoras no escapan a este vandalaje y el caso del cierre a la fuerza de uno de los principales canales de televisión (RCTV) produjo una conmoción nacional e internacional. Los equipos de transmisión de RCTV y sus antenas repetidoras fueron objeto de expropiación, y se abrieron juicios en los tribunales contra sus directivos.
    Igual ha sucedido aunque en menor medida contra el canal de noticias Globovisión, cuyos dueños sufrieron ataques y amenazas diarias hasta que finalmente vendieron sus acciones. No contentos con ello, los nuevos dueños han sido objeto de medidas restrictivas sobre su programación y luego fueron multados por haber trasmitido imágenes que ponían en evidencia el grado de escasez de alimentos que se sufre en Caracas y el resto del país. También las televisoras del interior de Venezuela en su gran mayoría han dejado de operar o han pasado a manos de amigos del régimen, cuidándose muy bien de ejercer el derecho a la crítica.
    En el caso de la prensa escrita la situación no es mucho mejor. Los principales insumos (papel, tinta, repuestos, etcétera) deben comprarse mediante un cupo en dólares que concede a su real gana y bondad, Cadivi, un organismo oficial encargado de aprobar las solicitudes de divisas para importar papel de Estados Unidos y Canadá. No es necesario advertir que si bien este mecanismo oficial no ha dejado de funcionar sí resulta complicado y es en extremo burocrático e intimidante. Basta pensar en los efectos devastadores que tiene sobre la importación de papel las sucesivas devaluaciones de la moneda que prácticamente llevan a la quiebra a las pequeñas y medianas empresas periodísticas.
    En el caso de nuestro periódico, El Nacional, hemos sobrevivido a un largo boicot publicitario de parte del régimen, que ha dado órdenes precisas para que ningún aviso del gobierno, o de la petrolera PDVSA, sea publicado en nuestras páginas. Incluso, el Consejo Nacional Electoral, un organismo que se supone independiente del poder central, se niega a colocar los avisos con información vital para el ciudadano como los lugares de votación, la forma de votar, los llamados a acudir a las urnas y los resultados oficiales.
    También hemos sido blancos de ataques de militantes enardecidos (al estilo de los años previos al nazismo en Alemania) que han puesto en peligro la integridad física de los periodistas y la seguridad de nuestras instalaciones. Contra los directivos de El Nacional se han introducido decenas de querellas ante los tribunales por causas nimias o carentes de fundamentos. Cualquier recurso ante los tribunales de alzada o de las Salas del Tribunal Supremo es un esfuerzo inútil porque siempre termina siendo rechazado sin estudiar los argumentos de fondo.
    Finalmente nos encontramos ante una situación de fragilidad y desprotección total de parte del Estado y sólo contamos con el apoyo de la opinión pública, los grupos organizados de la sociedad como gremios y sindicatos no oficialistas, las universidades y sectores mayoritarios de la Iglesia Católica, a pesar de que somos un medio laico, abierto a todas las religiones y tendencias democráticas.
    Ha sido para nosotros un apoyo vital el que organismos como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el Grupo de Diarios de América (GDA), la Corte Internacional de Derechos Humanos y la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), las organizaciones como Reporteros sin Fronteras, se hayan hecho eco de nuestra situación dándonos apoyo y aliento para seguir adelante.
    Sin embargo también hemos sentido el silencio de los gobiernos y los partidos democráticos de Europa que, sin más, han aceptado las acusaciones sin fundamento que el régimen nos lanza por doquier, etiquetándonos de golpistas y de ultraderecha. Somos estrictamente, en verdad, un medio independiente y democrático que lucha contra un régimen populista y antidemocrático.





    La corrupción apaga a Venezuela

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    Un apagón paraliza 

    a más de la mitad de Venezuela

    Un fallo deja sin energía eléctrica a 14 de los 24 Estados venezolanos, incluyendo el área metropolitana de Caracas

     Caracas 3 SEP 2013 - 22:54 CET

    Un apagón de gran magnitud afecta desde aproximadamente la una de la tarde local a 14 de los 24 estados de Venezuela, incluyendo el área metropolitana de Caracas, la capital. Según reportó el ministro de la cartera de Electricidad, Jesse Chacón, la falla se presentó en la línea 765, que suministra el 65% de la energía eléctrica que usa el país.

    Las autoridades gubernamentales se apresuraron a atribuir el incidente a un sabotaje. Si bien Chacón fue cauto y se limitó a informar que ya se disponía a abrir una investigación para “determinar el origen de la falla con los cuerpos de seguridad del Estado”, el propio presidente, Nicolás Maduro, no ahorró adverbios en su cuenta de Twitter para alimentar la sospecha: "Estoy al frente de la situación que extraña y abruptamente se ha presentado en el servicio eléctrico", escribió, sin esperar a los resultados de las investigaciones. "A esta hora todo parece indicar que la extrema derecha ha retomado su plan de Golpe Eléctrico".
    El caos se apoderó de Caracas, donde el servicio de trenes subterráneos se interrumpió por una hora y los semáforos y otros sistemas urbanos dejaron de funcionar. Aunque el suministro eléctrico comenzó a restablecerse hacia las primeras horas de la tarde, todavía continuaban fuera del aire muchas emisoras de radio del área metropolitana. Los atascos reinaban en el tránsito de vehículos.


    Personas esperan por el transporte público esta tarde en una calle de Caracas. / JUAN BARRETO (AFP)
    El apagón afectó a vastas zonas del territorio venezolano, sobre todo del centro y occidente, aunque también afectó a barrios de ciudades del oriente del país, como Puerto La Cruz. El ministro Chacón advirtió que el arranque de turbinas y la recuperación de todo el sistema tomarían tiempo. También informó que se hacían gestiones con autoridades colombianas para obtener energía a través de la interconexión con el país vecino, de modo de disminuir las dificultades, sobre todo, en los estados andinos de Venezuela.
    Los cortes y apagones, programados o no, se han vuelto rutinarios en Venezuela, una potencia energética de escala mundial que otrora se enorgullecía de su sistema de producción y distribución de electricidad. Esos incidentes se hicieron más frecuentes desde el año 2010, cuando se hizo claro que habría un déficit masivo de corriente eléctrica. Entonces el gobierno de Hugo Chávez, presidente para la época, achacó la crisis a una severa sequía que afectaba la disponibilidad de agua para alimentar el sistema venezolano, muy dependiente de la producción hidroeléctrica.
    Chávez firmó un decreto de emergencia que permitió hacer compras indiscriminadas, y sin controles de ningún tipo, de equipos para la generación eléctrica. En Venezuela y, sobre todo, el exterior. La excepción decretada por el gobierno contribuyó a engordar sobreprecios y los casos de corrupción vinculados a adquisiciones de equipos eléctricos, algunos de los cuales fueron ventilados por la prensa pero sistemáticamente desatendidos por las autoridades del Estado.
    A tres años de esa emergencia, las deficiencias del suministro eléctrico continúan, lo que ha quedado en evidencia por el incidente de hoy. Nada más ayer, lunes, el ministro Chacón se ufanaba de haber conseguido, según cifras oficiales, una reducción del 75% en los apagones en solo 100 días de gestión, cifras puestas en cuestión por los sectores opositores y la experiencia cotidiana de los venezolanos. También ayer, habitantes de Ocumare de la Costa, población turística del estado de Aragua (costa central de Venezuela) protagonizaron violentos disturbios al cumplir seis días sin energía eléctrica, servicio que les fue restablecido en la madrugada de hoy.

    Maduro atribuye el apagón eléctrico a un “ensayo general” de golpe de Estado


    Algunas zonas de Caracas y Maracaibo seguían sin suministro casi 18 horas después de la falla, que paralizó a más de la mitad de Venezuela



    Negocio cerrado en Caracas este martes. / JUAN BARRETO (AFP)
    La mañana del miércoles algunos sectores de Caracas y Maracaibo, las dos mayores ciudades de Venezuela, permanecían sin suministro eléctrico casi 18 horas después del apagón masivo que afectó a más de la mitad del país. Una falla en la línea de 765 KV que une a la principal central hidroeléctrica, Guri, con la región central, aplicó un torniquete en la yugular del sistema eléctrico nacional. El 70% de Venezuela quedó paralizado.
    Si bien el historial de apagones, programados o no, es largo y cotidiano en Venezuela -en particular desde que en 2010 el Gobierno admitió un déficit en la infraestructura eléctrica- las autoridades se apresuraron a atribuir el evento masivo del martes a un sabotaje. El propio presidente, Nicolás Maduro, dijo en una transmisión televisada horas más tarde que se trataba de “una ofensiva en frío” contra la autodenominada revolución bolivariana, y que el apagón apenas habría sido un ensayo general del “golpe eléctrico”. Éste, a su vez, formaría parte de un plan subversivo impulsado por sectores de oposición que identificó con el nombre de “Tic-Tac”, como el sonido de un mecanismo de relojería. “No tengo ninguna duda de ello”, recalcó.
    El suministro eléctrico se ha convertido en un tema álgido de la agenda pública venezolana. Uno de los primeros actos de Maduro, una vez instalado en el poder, fue el de decretar en abril el sector eléctrico como un asunto de “seguridad nacional”, lo que le permitió militarizar las instalaciones de generación, transmisión y distribución de energía. Ya en 2010, el extinto presidente Hugo Chávez había declarado un estado de emergencia en el sector, al que se destinaron ingentes inversiones. Las compras indiscriminadas que se realizaron para solventar la crisis habrían alimentado la corrupción. Según investigaciones de prensa, muchas de adquisiciones favorecieron de manera reiterada a determinados grupos privados, como la empresa Derwick Associates, que también actúa en España.
    De acuerdo a técnicos independientes y otros vinculados a la oposición, esas inversiones no se destinaron a apuntalar las tareas de mantenimiento, como tampoco a superar el déficit crónico en el sistema de transmisión.
    Aunque las fuerzas armadas custodian día y noche las instalaciones eléctricas, el Gobierno apeló a la tesis del sabotaje como causa del apagón. Sus funcionarios coincidieron en calificar el hecho de “extraño” y “abrupto”. El ministro del Interior, el general retirado Miguel Rodríoguez Torres, ordenó una investigación, mientras su homólogo de la cartera de Energía Eléctrica, Jesse Chacón –también exoficial del ejército-, convocó a los organismos de seguridad para detectar “el origen de la falla”.
    El presidente Maduro aseguró que el mismo día del apagón, los cuerpos de inteligencia del Gobierno neutralizaron otras acciones “de grupos locos de la derecha apátrida” que buscarían “callar la voz de Venezuela”. En los últimos días, Maduro viene denunciando el presunto desarrollo de un plan para asesinarlo, en el que ha implicado a personalidades internacionales como el expresidente colombiano Álvaro Uribe y al anticastrista cubano Luis Posada Carriles.

    5 Sep 2013 - 9:03 pm

    Apagón en Venezuela

    Maduro también culpó a Estados Unidos del apagón

    Aseguró el objetivo era provocar la caída de su gobierno.

    Por: EFE


    Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. Foto: EFENicolás Maduro, presidente de Venezuela. Foto: EFE
    El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo este jueves que el apagón que el martes dejó sin luz a 19 de los 23 estados del país fue hecho intencionalmente por la oposición y "el imperio", como llama a Estados Unidos, con el fin de causar una revuelta social que culminaría con la caída de su Gobierno.
    "Ellos (oposición y EE.UU.) creían que apagaban al país, saboteaban y caía el Gobierno, estaban convencidos de eso", dijo Maduro a periodistas tras encabezar un acto de homenaje al gobernante fallecido Hugo Chávez en el oeste de Caracas.
    "El imperio está loco, están locos, están desesperados, muy desesperados (...) ellos con el apagón creían que venía un 27 de febrero", dijo al hacer referencia a la revuelta social que ocurrió en 1989 en Caracas en la que se produjo una gran protesta contra las medidas económicas del entonces presidente Carlos Andrés Pérez.
    "No nos van a sacar de aquí, así apaguen mil veces la luz", reiteró el mandatario, que aseguró que los efectos de este "golpe eléctrico" fueron controlados.
    "Frente a una fuerza invisible de la ultraderecha que se planifica para sabotear en este caso la electricidad nosotros le vamos a enfrentar una fuerza también y la estamos activando", dijo y señaló que aunque se están haciendo inversiones para mejorar el servicio de electricidad "el problema" está "en el sabotaje".
    Indicó que aún no hay detenidos por el supuesto sabotaje pero apuntó que "hay gente investigada".
    El ministro venezolano de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, dijo ayer que dos fallas en el sistema de tendido eléctrico causaron el apagón que se extendió por más de cuatro horas en algunos estados y agregó que en las investigaciones del hecho se manejan dos hipótesis: el sabotaje y la negligencia.
    Chacón explicó que las fallas ocurridas el martes fueron causadas por el desprendimiento de una malla de protección de esa parte del tendido eléctrico que debe ser cubierto por encontrarse cerca de un vertedero de desechos sólidos, y la posterior falta de respuesta del sistema que debe proteger y salir al paso a este problema.
    El ministro indicó que las investigaciones se centran en dos hipótesis: "O fue un sabotaje inducido directamente sobre la malla o hubo negligencia en el manejo de sujetación de la malla y lo mismo en el esquema de protecciones". 
    Venezuela es uno de los países con mayores recursos hidrográficos del mundo. La confluencia del Orinoco y el Caroní hacen que Venezuela tenga una de las cuencas orográficas más potentes del mundo, y la Represa de Guri es la tercera central hidroeléctrica del mundo. Aparte de eso, cuenta con los mayores recursos de petróleo en el hemisferio occidental. No obstante lo anterior, un apagón dejó el martes a ese país sin luz.



     CORRUPCIÓN APAGA A VENEZUELA


    La abundancia de la naturaleza es superada por la infinita corrupción en los gobiernos que han administrado el país



    Venezuela es uno de los países con mayores recursos hidrográficos del mundo. La confluencia del Orinoco y el Caroní hacen que Venezuela tenga una de las cuencas orográficas más potentes del mundo, y la Represa de Guri es la tercera central hidroeléctrica del mundo. Aparte de eso, cuenta con los mayores recursos de petróleo en el hemisferio occidental. No obstante lo anterior, un apagón dejó el martes a ese país sin luz. ¿Cómo puede explicarse tal evento?
    Recursos naturales desde luego no faltan en Venezuela, pero la abundancia de la naturaleza es superada, y con creces, por la infinita corrupción en los gobiernos que han administrado el país. El ingeniero Jose Aguilar, experto en temas eléctricos, me decía hace poco que todos los argumentos esgrimidos hasta ahora por las administraciones de Chávez y de Maduro, explicando los apagones y carencias del sistema eléctrico en Venezuela, son falsos. Ni El Niño, ni la sequía, ni los rabipelados, y mucho menos los actos de sabotaje atribuidos a la oposición -que nunca son probados- son responsables de la crisis eléctrica que afecta a Venezuela.
    La causa de todo esto, según Aguilar, es la corrupción: en el nombramiento de ministros, directivos y gerentes que carecen de experiencia y credenciales en el área eléctrica; en las contrataciones -la mayoría de las veces sin licitación- de empresas tanto locales como internacionales que no tienen la capacidad técnica de ejecutar proyectos tendientes a solventar la crisis; y en la corrupción, que hermana a los designados y los contratados en detrimento del país.
    Aguilar ha identificado 40 proyectos, la ejecución de los cuales ha debido agregar 17.513 megavatios adicionales al sistema eléctrico nacional de Venezuela. De haberse tomado como referencia justiprecios internacionales, el Estado venezolano ha debido contratar dichas obras a un costo de 14.657 millones de dólares, lo cual representa un costo promedio por kilovatio de 837 dólares. Sin embargo, el costo fue de 23.031 millones de dólares, lo cual representa un sobreprecio de 8.644 millones de dolares, o 1.315 dólares por kilovatio. Pero lo más grave, es que de los 17.513 megavatios de capacidad adicional que el estado ordenó instalar desde 2003 a las diferentes contratistas, sólo 4.360,5 megavatios están disponibles.
    El porcentaje de sobreprecio varía y ha sido -hay que decirlo- una constante en la asignación de contratos de obras publicas en Venezuela de toda la vida. Segun estimaciones de Aguilar, la Planta Guanta se construyó con un sobreprecio del 48% -el más bajo de los 40 proyectos observados- mientras que el proyecto de CORPOELEC de Generación Continuada es el que refleja el sobreprecio más alto: 515%.
    Derwick Associates, una empresa venezolana que recibió 12 contratos en 14 meses según investigaciones del periodista César Batiz, y cuyos directivos están siendo demandados en Estados Unidos por asociación ilícita y pago de sobornos a altos cargos del régimen chavista, ha incrementado hasta en un 425% (2.340 dólares / kilovatio) los costes en alguno de los proyectos asignados (San Timoteo).
    Otro caso interesante es la empresa Argentina IMPSA, del empresario cercano al matrimonio Kirchner, Enrique Pescarmona. Ésta recibió un contrato para construir una planta de 2.050 megavatios en Tocoma, cuyo justiprecio ha debido ser 3.178 millones de dolares, pero que ha costado, según el experto Aguilar, 10.371 millones de dolares, es decir 5.059 dólares por kilovatio. Aún cuando el contrato fue anunciado en 2007 hasta la fecha no hay un solo megavatio disponible en Tocoma. Aguilar agregó que IMPSA, Derwick Associates y muchas de las empresas contratdas simplemente carecen de la capacidad técnica para llevar a cabo las obras que le fueron asignadas, con lo cual han debido recurrir en muchos casos a la subcontratación lo que agregado a la corrupción y coimas incrementa los costos de los proyectos.
    Lo que es inobjetable, es que a pesar del gasto multimillonario el Gobierno venezolano, y quienes medran de él, están lejos de resolver la crisis eléctrica que afecta a Venezuela. Y para muestra, el apagón de ayer, que dejo a Venezuela a oscuras.



    Caperucita Roja, de Triunfo Arciniegas, según Valentina Barrios

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    Triunfo Arciniegas
    CAPERUCITA ROJA
    según Valentina Barrios







    En nuestro número de diciembre (2013) reunimos, bajo el título común de "No es país de las maravillas", tres clásicos cuentos infantiles reinventados. Quisimos someter a un cuarto cuento, la versión "perversa" de Caperucita Roja del autor colombiano Triunfo Arciniegas, a una reinvención subsecuente: de lo escrito a lo oral. 

    Valentina Barrios, joven y reconocida narradora oral, fue la encargada de darle vida a la Caperucita de Arciniegas en este video. La narración oral, como podrá verse, no es la simple lectura en voz alta, ni tampoco la interpretación teatral de un cuento. En la narración oral, un cuento es reinventado. El narrador se sitúa fuera del cuento (de ahí que, en el video, el cuento sea narrado desde la tercera persona), y lo alarga o acorta según el interés del difícil público infantil. No es raro, así, que un cuento cambie en cada interpretación. Reproducimos aquí el cuento original, para que nuestros lectores puedan realizar una comparación que les resultará, creemos, interesante. 








    INVITACIÒN
    Sàbado 30 de noviembre de 2013
    20:00 - 20:50 horas
    Sala Josè Luis Martinez
    Feria Internacional del Libro
    Guadalajara, Jalisco, Mèxico



    Lars von Trier / Imágenes de Nymphomaniac

    Lars Von Trier / Nymphomaniac / Trailer

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    El trailer sin censura de Nymphomaniac, la polémica película de Lars Von Trier

    Mirá el adelanto del film que llegará a los cines a fines de diciembre


    El director danés Lars Von Trier -Bailarina en la oscuridadDogville y Melancolía, entre otras películas- tiene lista su última película, Nymphomaniac -que cuenta la historia de una mujer ninfómana que recorre todas sus experiencias sexuales frente al hombre que le salvó la vida-, y dio conocer el trailer sólo para adultos. 

    En la película protagonizada por Charlotte GainsbourgStellan SkarsgardShia LaBeouf,Christian SlaterJamie Bell, Uma Thurman y Willem Dafoe, entre otros, hay varias escenas de sexo explícito que pueden verse en el adelanto. 


    El film erótico dramático se estrenará en dos partes, debido a su duración (¡más de 5 horas!). En Europa la primera se verá el 25 de diciembre y la segunda llegará a los cines el 24 de enero. 

    Además de revelar el trailer, se supo que Nymphomaniac no podrá participar del Festival de Cannes: por su fecha de estreno, la película del director danés quedó afuera de la Sección Oficial, dijo el director del Festival, Thierry Fremaux, informó The Hollywood Reporter. 







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