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Kate Moss / Los pájaros de Lucian Freud

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Kate Moss, con tatuajes de Lucian Freud

La modelo lleva sendos pájaros tatuados 

en su zona lumbar



Kate Moss (Londres, 1974) lleva sendos pájaros tatuados en la zona lumbar de su cuerpo, obra del cotizadísimo pintor Lucien Freud (1922-2011), según ha desvelado la modelo a la revista Vanity Fair. La relación entre ambos surgió a partir de unas declaraciones de Moss el 2002, en las que dijo que el pintor era la persona a la que más le gustaría conocer. Leídas por la hija del artista, ésta concertó una cita entre ambos. El nieto del creador del psicoanálisis le reveló a la modelo que en su juventud había hecho tatuajes a marineros. También el 2002 Freud pintó desnuda a Moss en un óleo.

Kate Moss, con tatuajes de Lucian Freud




Lea, además
BIOGRAFÍA DE LUCIAN FREUD
Biografía de Kate Moss



DRAGON

BIOGRAPHIES
Kate Moss 




Kate Moss / Las mujer que venció al escándalo

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Kate Moss
Foto de Francesco Scavullo

Kate Moss

La mujer que venció al escándalo

Tras haber cumplido los 40 y dejar por el camino la polémica, la modelo pone a prueba sus nuevas posibilidades de negocio



Kate Moss, a su llegada a una cena convocada por el príncipe Guillermo en el palacio de Windsor, en mayo. /CHRIS JACKSON (REUTERS)
Hace ahora nueve años, la carrera de Kate Moss estaba acabada. De un día para otro, pasó de ser la mujer más solicitada del planeta a una apestada. Tras una de sus habituales juergas junto a su entonces novio, el rockero Pete Doherty, se vio esnifando rayas de cocaína como una posesa en un vídeo grabado con un móvil y filtrado al Daily Mirror. Burberry, Chanel y H&M cancelaron sus contratos millonarios con ella y el mundo de la moda se dividió en un hipócrita debate que oscilaba entre salvarla de sí misma o lapidarla públicamente. Pero, cual ave fénix, tras una rehabilitación exprés de un mes, se plantó resplandeciente en bañador en Ibiza para una campaña de Cavalli.
Esa Kate hoy ha muerto. Y los nostálgicos de la fiera desenjaulada parecen buscar su sombra allá por donde pasa. Lo vimos este verano en una escapada de la modelo a Turquía, donde se sometió a un tratamiento con nitrógeno a menos 180 grados para eliminar celulitis y a una dieta detox en un centro de bienestar en el que solo se beben jugos vegetales. Paradójicamente, Moss se plantó borracha en el aeropuerto para regresar a Londres. Su achispada presencia en un vuelo low cost se convirtió en la comidilla del pasaje, amplificada por el patio de porteras global que es Twitter.
Precisamente ha sido la isla que la vio renacer, Ibiza, a la que permanece incondicional, la que le ha servido en estos días de estío para escenificar ese tránsito hacia una madurez serena y cabal. Los paparazi la cazaron —sempiterno cigarrillo en mano, tripilla confiada a las bondades del Photoshop— junto a la incombustible Naomi Campbell en Cala Bassa y compartiendo yate con Liv Tyler por las calladas aguas de Formentera. Pero ni rastro de grandes jolgorios aparte de una cena con amigos en Cipriani. Si acaso algún baño junto a su hija Lila Grace o pacíficos paseos de la mano de su marido, el rockero Jamie Hince, para muchos el hombre que ha logrado aplacar a la bestia.
La modelo más longeva de la historia —25 años en la cumbre— parece haberse instalado en un verano eterno. Establece sus propios tiempos por encima de los requisitos de una industria voraz que no espera a nadie. A Kate Moss, sí. Se la sigue esperando. Se la espera en las listas de las modelos mejor pagadas (Forbes la acaba de situar como la cuarta que más ingresa), en las campañas (permanece como la cara inamovible de Rimmel London y de Matchless), en las portadas (donde ha sumado el rol de musa erótica madura con provocativas poses desnuda para el renacimiento de la revista francesa Lui o el 60 aniversario de Playboy).
Kate Moss cumplió 40 años en enero pero no piensa marcharse de nuestras vidas. Ni de las páginas de crónica social. Y mucho menos del negocio. Sigue representando la antítesis de la que fuera su reverso positivo en los noventa: la más alta, más rubia, más sana y, uh, más previsible Claudia Schiffer, estandarte de la supermodelo que Moss desafió, y que celebraba radiante hace unos días su 44 cumpleaños. Como señaló en cierta ocasión el periodista británico Piers Morgan: “Entre las supermodelos, Cindy Crawford es el Aston Martin y Kate Moss, el Porsche”. Por mucha gasolina que haya quemado, aún le queda carretera. Lo decía recientemente en The Guardian la prominente analista de moda Caryn Franklin: “Aparte de haberse convertido en un reflejo del éxito por encima del paso del tiempo, también se ha situado como un perfecto reflejo de ese creciente mercado de mujeres de más de 40, que son las que tienen más dinero para gastar en moda y belleza”.
A pesar del halo de eternidad que la envuelve y de su creciente fortuna (The Sunday Times la acaba de cifrar en casi 70 millones de euros), Moss es consciente de que hasta ella tiene fecha de caducidad. Por eso este último año ha ido tomando posiciones para amplificar su radio de acción. Ha firmado como editora de moda invitada para la edición británica de Vogue. Su primer trabajo fue acudir al rescate de John Galliano, posando junto a él. El exdiseñador de Dior fue el primero que la respaldó incondicionalmente en la pasarela en sus inicios y ella encabezó el movimiento para devolverle al terreno de juego tras su caída en desgracia encargándole su vestido de novia. También ha retomado su contrato como diseñadora para TopShop. Y continúa cimentando su condición de objeto de arte.
En septiembre se convirtió en la primera musa viva protagonista de una subasta en Christie’s. Las obras, en su mayoría fotografías en gran formato, recaudaron dos millones de euros. Gert Elfering, el coleccionista que sacó a puja su colección sobre Kate, contaba a este diario: “Ha logrado redefinir a la mujer para este siglo. Es más que un arquetipo, es un referente histórico. Veremos su imagen colgada en paredes al lado de un picasso o un matisse”.
Ya probó su fuerza como icono artístico antes. En 2005 se subastó por 5,9 millones de euros el retrato que le hizo Lucian Freud embarazada. Moss ha entrado en una nueva fase de venta de su propia figura prestando su pecho izquierdo a Jane McAdam Freud (la hija Lucian Freud), para moldear una copa de champán a su imagen y semejanza. Es lo más cerca que el común de los mortales estará de posar los labios sobre su cuerpo. Se podrá beber de ella a partir de octubre en el restaurante 34, donde celebró su 40 cumpleaños junto a Stella McCartney o Galliano.
A pesar de ese magnetismo imperturbable, la histeria mediática ya sitúa como su heredera natural a su hermana Lottie, que se estrenó en julio con una campaña para Calvin Klein muy similar a la que convirtió a Kate en 1992 en estandarte del heroin chic.
Con inteligencia, ha redoblado su condición de icono intergeneracional. Del mismo modo que ha hecho migas con las nuevas it-girls que le comen el terreno (léase Rita Ora y Cara Delevingne), ha aprendido a cultivar amistades más maduras. Acudió del brazo de Tom Jones a los British Fashion Awards —donde recibió un galardón a “la modelo del milenio” y Marc Jacobs la presentó como “la chica más perfectamente imperfecta”— y posó para Vanity Fair junto a otra diva eterna, Catherine Deneuve.
A estas alturas, parece inmune al escándalo. Ni el descubrimiento el pasado verano de que utilizaba para algunos trabajos una doble de cuerpo (la desconocida Natalie Morris) logró eclipsar el impacto —y las ventas— del autobronceador St. Tropez, para el que posó desnuda. ¿Para qué romper la ilusión si tienes una cara famosa y el bisturí digital?




DRAGON

BIOGRAPHIES


Tom Ford / Tres espaldas

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Jennifer Lawrence

      La actriz Jennifer Lawrence fue la primera en usar el modelo de Tom Ford 
      pero en color negro, durante la promoción de 'The Hunger Games' en París. 
  

Tom Ford

TRES ESPALDAS 



Jada Smith imita a Kim Ka …

    La actriz Jada Pinkett Smith con el vestido de Tom Ford que fue bastante 
   publicitado por su espalda descubierta en el cuerpo de Kim Kardashian, 
   durante la presentación de su más reciente película, en Toronto.

Jada Smith imita a Kim Ka …


Jada Smith imita vestido y peinado de Kim Kardashian

La actriz Jada Pinkett Smith utilizó un atrevido vestido blanco de la casa Tom Ford 

para la premiere de la cinta 'Free Angela and All Political Prisoners', 

durante el Festival de Cine de Toronto, en la que estuvo acompañada 

por su esposo Will, y sus hijos Willow y Jaden. Lo llamativo, además 

de ser un modelo con la espalda totalmente descubierta, 

fue que el vestido fue ampliamente publicitado en el cuerpo 

de Kim Kardashian, en los premios BET, y no solo usó 

el mismo traje sino que también copió el peinado que

la socialité usó en esa noche. ¿Una copia o una simple coincidencia?


Jada Smith imita a Kim Ka …



Jada Smith imita a Kim Ka …


 Y ahora, Kim Kardashian...




Jada Smith imita a Kim Ka …



Jada Smith imita a Kim Ka …



Mujeres en la playa / Jennifer Lawrence

Jennifer Lawrence desnuda / Cómo robaron sus fotos

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¿Cómo robaron 

las fotos de Jennifer Lawrence?

Aún no se conoce el origen de la filtración de las imágenes de diversas celebridades de Hollywood publicadas en Internet, pero se sospecha que un delincuente informático se las robó a otro, que aprovechó una falla de seguridad en los servicios de almacenamiento online

LA NACION
2 de septiembre de 2014

 
La actriz Jennifer Lawrence se contactó con el FBI para colaborar en la investigación de las imágenes publicadas sin autorización en diversos sitios de Internet. Foto: Reuters 
Las redes sociales continúan revolucionadas tras la filtración este domingo de decenas de fotografías comprometedoras que supuestamente corresponden a varias famosas de Hollywood, como Jennifer LawrenceKate Upton, Ariana Grande y Kirsten Dunst, entre otras.
Algunas de las estrellas afectadas por la filtración -como Ariana Grande o Victoria Justice- negaron que las fotografías fueran reales.
Mientras tanto, los representantes de Jennifer Lawrence confirmaron que las imágenes de la actriz estadounidense son suyas y aseguraron que "las autoridades han sido contactadas y se perseguirá a cualquiera que cuelgue las fotos robadas" de la intérprete de 24 años.
Este lunes una vocera del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) dijo a medios locales que van a trabajar para tratar de averiguar la identidad del hacker o los hackers que han hecho públicas las imágenes, en las que las afectadas aparecen desnudas o en poses provocativas.
Todavía no se sabe cómo fueron obtenidas las fotografías, aunque medios especializados en tecnología apuntan que podrían haber sido conseguidas de manera ilícita de la plataforma virtual de almacenamiento de datos iCloud de Apple o de un servicio similar como Dropbox, en los que seguarda de forma remota la información de dispositivos como computadoras, teléfonos celulares o tabletas.
Apple salió al cruce de estas especulaciones y dijo que el ataque informático que sufrieron las celebridades fueron realizados de forma puntual en sus cuentas de usuario, contraseñas y preguntas secretas. Asimismo, dijo que la filtración de las imágenes no fueron por una vulnerabilidad en el sistema iCloud o Find My Phone, de acuerdo a un comunicado publicado en su sitio web.
Otras fuentes apuntan que el o los piratas informáticos -que dijeron tener más fotos y videos que todavía no han hecho públicos- pueden haber estado consiguiendo la información durante años infiltrándose en los correos electrónicos de las mujeres afectadas.
También se ha especulado con que un hacker que haya estado robando las imágenes durante un tiempo haya sido objeto de un ataque por parte de otro pirata informático que le haya quitado toda la información de una sola vez.

VULNERABILIDAD

La teoría de la que más se ha hablado en las últimas horas es la que indica que las fotografías fueron sacadas del servicio de datos iCloud de Apple, a raíz de una falla de seguridad detectada hace unos días. Sin embargo, la compañía dijo que fueron ataques puntuales a las cuentas de las celebridades afectadas.
Versiones previas apuntaba a que las fotos fueron obtenidas del iCloud mediante una vulnerabilidad encontrada en "Find My Phone", la aplicación que permite localizar los celulares de Apple de forma remota.
Así, una falla en la interfaz de esta aplicación podría haber permitido a los hackers, a través de un ataque conocido como "de fuerza bruta", haber probado centenares de las contraseñas más populares en Internet hasta encontrar la que daba acceso a las cuentas de iCloud.
Por lo general cuando en la aplicación "Find My Phone" se introduce la contraseña un número determinado de veces, esta se bloquea, pero la vulnerabilidad podría haber hecho que ese sistema de seguridad no funcionara.
Expertos en tecnología señalan que Apple ya resolvió la falla, aunque no está claro durante cuánto tiempo esta estuvo activa y cuánta gente pudo sacar provecho de ella.
Se sospecha que la filtración de las imágenes privadas de varias celebridades fue posible por una vulnerabilidad en el sistema de almacenamiento iCloud de Apple. Foto: AFP

LOS NUBE NO ES INFALIBLE
"Una de las razones por las que se cree que un servicio como el iCloud es la fuente de las imágenes es la enorme cantidad de material que ha sido filtrado", señala en conversación con BBC Mundo Joseph Steinberg, fundador de la compañía de seguridad informática Secure My Social y columnista de la revista Forbes.
"Cabe la posibilidad de que las fotos hayan sido obtenidas en múltiples ataques accediendo a varios teléfonos celulares y a varias cuentas de correo electrónico, pero cuando vemos una filtración tan grande todo parece indicar que se trata de una vulnerabilidad de la nube", explica Steinberg.
"Lo que sabemos por experiencias pasadas es que si un hacker consigue infiltrarse en un sistema de almacenamiento de datos atacando toda la nube, potencialmente todas las cuentas en esa nube están en riesgo", apunta el experto, quien hace hincapié en la importancia de elegir contraseñas que sean complicadas para dificultar el trabajo de los hackers.
"Esa es una de las razones por las que no soy partidario de almacenar material sensible, como fotos comprometedoras, en la nube. Esas nubes están entre los objetivos favoritos de los piratas informáticos. Además, cuando subes material a la nube no tienes realmente control sobre él. Ya no sólo por los posibles hackers sino también porque los suministradores del servicio pueden ser requeridos por las autoridades para que entreguen parte de ese material y por lo general esos proveedores cooperan".
"Cuando piratean tu cuenta bancaria y te roban dinero, el dinero puede volver a ser ingresado por tu banco y no pasa nada. Si tus fotos en las que apareces desnudo son robadas, no hay manera que vuelvan a ser privadas", esplica Steinberg.
"La gente piensa que ha de ser más cuidadosa con las cuestiones financieras que con la información personal y este caso muestra que no es así. La información que consideres altamente sensible, es la que más has de proteger, porque una vez te la han quitado ya no te dan una segunda oportunidad".


PENAS DE CÁRCEL

Owen Williams, columnista del portal especializado en tecnología The Next Web también señala que la nube es uno de los lugares más fáciles para conseguir imágenes privadas ya que "muchos teléfonos las guardan ahí automáticamente".
"Hay algunas fuentes que apuntan que las imágenes también podrían haber sido obtenidas de Dropbox, pero el hecho de que hubiera una reciente brecha de seguridad en iCloud hace más probable que esa sea la fuente de la filtración".
El hecho de que hubiera una reciente brecha de seguridad en iCloud hace más probable que esa sea la fuente de la filtración, dijo Owen Williams del sitio The Next Web
Williams tampoco descarta que un pirata haya estado acumulando el material durante un tiempo y haya decidido hacerlo público ahora o incluso se lo hayan robado a él.
El experto apunta que el silencio que Apple ha mantenido en este caso "no es una sorpresa ya que no se pronunciarán hasta que no estén seguros de si el fallo es suyo".
Lo que está claro es que si las autoridades acaban dando con el o los reponsables de la filtración, estos podrían enfrentarse a largas penas de prisión.
En 2012, Christopher Chaney fue condenado a 10 años de cárcel por una corte de Florida por haber robado y filtrado imágenes de famosas como Scarlett Johanson, Christina Aguilera y Mila Kunis, entre otras.

Mujeres en la playa / Candice Swanepoel

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Candice Swanepoel sobre las olas


Mujeres en la playa
Candice Swanepoel

Candice Swanepoel, un Ángel en Miami


La bellísima Candice Swanepoel, una de las famosas 'Angels´de la marca Victoria's Secret, dejó ver en las playas de South Beach, en Miami, su espectacular figura en un bikini amarillo, en compañía de su novio y varios amigos. A sus 24 años, la surafricana se toma unos días de descanso antes de la preparación de los nuevos catálogos de la firma de ropa interior y vestidos de baño. A su lado, su novio, el modelo brasileño Hermann Nicoli, con quien está desde que tenía 17 años.



Candice Swanepoel sobre las olas


Victoria's Secret model Candice Swanepoel shows off her inch-perfect bikini body. Copyright [Splash]


Candice Swanepoel: un miracolo di Madre Natura


Candice Swanepoel: un miracolo di Madre Natura

Candice Swanepoel: un miracolo di Madre Natura

Candice Swanepoel: un miracolo di Madre Natura




Candice Swanepoel: un miracolo di Madre Natura


Candice Swanepoel sobre las olas

Candice Swanepoel sobre las olas

Candice Swanepoel sobre las olas

Candice Swanepoel: un miracolo di Madre Natura


Candice Swanepoel sobre las olas

Candice Swanepoel: un miracolo di Madre Natura



Vida Guerra en Hawaii

Rio de Janeiro / Mujeres en la playa / Fotos de Triunfo Arciniegas


Muere Cerati, una leyenda argentina del rock en español

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Muere Cerati, una leyenda argentina 

del rock en español

El líder de 'Soda Stéreo' llevaba cuatro años en coma por un accidente cerebrovascular

El pasado 11 de agosto había cumplido 55 años


Por Alejandro Rebossio
Buenos Aires, 4 de septiembre de 2014
Uno de los genios de la música rock latinoamericana, el argentino Gustavo Cerati, falleció este jueves en Buenos Aires a los 55 años, después de pasar los últimos cuatro en coma tras un accidente cerebrovascular. El líder de Soda Stereo, que en los últimos años había continuado su carrera como solista, cautivó con sus composiciones e innovaciones en el rock y el pop a seguidores de todo su continente, desde México hasta Chile.
Es uno de los músicos que más ha influido en el rock latinoamericano. Con Soda Stéreo grabó exitosos discos como Nada personal, Signos y Canción animal. Aquel grupo emblema integrado también por Zeta Bossio y Charly Alberti, e influido en un principio por The Police y The Cure, nació en 1982 y continuó hasta 1997, aunque regresó con una gira de despedida en 2007. Se hizo famoso con temas como Te hacen falta vitaminasCuando pase el temblorEn la ciudad de la furiaDe música ligeraPrimavera 0Ella usó mi cabeza como un revólver yPersiana americana. Pero Cerati también se destacó en dupla con Daniel Melero y como solista, con discos como BocanadaSiempre es hoyAhí vamos y Fuerza natural, su último trabajo, de 2009, un año antes de su accidente cerebrovascular tras un concierto en Venezuela.


El músico tuvo dos hijos: Benito, de 21 años, también dedicado a la música, y Lisa, de 18, fruto de su segundo matrimonio, en los 90, con la modelo chilena Cecilia Amenábar. Cerati se había casado por primera vez en los 80 con la vestuarista Belén Edwards y al momento del accidente apenas llevaba cuatro meses con una nueva novia, la modela Chloé Bello. Su madre, Lilian Clark, cuidó de él en los cuatro últimos años en los que estuvo ingresado en una clínica de Buenos Aires. Sus hijos también lo visitaban, así como varios colegas, como Leo García, que lo acompañó en sus grabaciones de solista, y otros músicos que tocaron con él, como Fabiana Cantilo y Ricardo Mollo, el líder de Divididos.
Los restos de Cerati, que acabó muriendo de un paro cardiorrespiratorio, será velado en la sede de la Legislatura (Parlamento) de la ciudad autónoma de Buenos Aires. La prensa argentina lo ha despedido ya con elogios. "Un músico enorme, siempre al calor de las masas", tituló el periódico Clarín. "Un músico fecundo y exquisito", lo recordó Página/12, que también reseñaba así su vida: "Cultor de esos raros peinados nuevos de la década de 1980, bajo los que se gestó un pop-rock argentino, Gustavo Cerati, porteño, nacido el 11 de agosto de 1959, se caracterizó como un refinado guitarrista, autor, cantante y, tal vez, visionario del devenir de la música internacional". Los 80 fueron los tiempos del regreso de la democracia en Argentina y muchos otros países latinoamericanos, tiempo de liberación cultural, cuando otro de los genios del rock argentino, Charly García, componía la canción Raros peinados nuevos.


Su muerte ha provocado la reacción en las redes sociales de músicos de todo el mundo, como Shakira, Ricky Martin, Enrique Bunbury, los Molotov, Juanes o el cantante de Calle 13, René. También lo saludaron sus colegas argentinos, como Zeta Bossio, que con el bajo acompañaba la voz y la guitarra del líder y compositor de las canciones de Soda Stéreo: "Lamentablemente es cierto, el León dejó de luchar, qué día triste, gracias por lo que nos diste, genio único, gracias por estar en mi vida, hasta siempre". Atrás quedaron los tiempos en que Cerati escribía en 1997 una carta en Clarín para explicar la disolución del grupo: "Cualquiera sabe que es imposible llevar una banda sin cierto nivel de conflicto. Es un frágil equilibrio en la pugna de ideas que muy pocos consiguen mantener por 15 años, como nosotros orgullosamente hicimos. Pero, últimamente, diferentes desentendimientos personales y musicales comenzaron a comprometer ese equilibrio. Ahí mismo se generan excusas para no enfrentarnos, excusas finalmente para un futuro grupal en que ya no creíamos como lo hacíamos en el pasado". En 1997, Soda, como le dicen sus fans, se despidió con un concierto en el campo de River Plate en el que Cerati pronunció al final la recordada frase “gracias totales”. En 2007, otra vez en River, en final de la gira del reencuentro fugaz, prometió: “Hasta dentro de diez años”. No podrá ser, pero su genio pervivirá en la historia del rock en español. “Tu música y tu presencia son alegría que trasciende el tiempo”, lo despidió uno de los mejores músicos argentinos, Pedro Aznar.
Aunque las canciones de Soda Stéreo lo hicieron popular, Cerati también será recordado por adentrarse en el rock alternativo, experimental y electrónico, el post punk y la new wave. Fue un músico muchas veces adelantado a su época no solo en Latinoamérica sino en el ámbito mundial.


El día de Sir Nicanor Parra, Patti Smith y las almendras garrapiñadas

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Nicanor Parra


El día de Sir Nicanor, Patti Smith 

y las almendras garrapiñadas

La cantante puso su particular toque grunge en la ceremonia más alternativa



Cristóbal Ugarte, nieto del gran poeta chileno Nicanor Parra, lee unas palabras de agradecimiento de su abuelo por la concesión del Premio Cervantes. / JUANJO MARTÍN (EFE)
Tololo, como llaman en familia al nieto de Nicanor Parra, estudiante de arquitectura, de 19 años, tenía una misión que cumplir. Su abuelo lo comisionó para leer el discurso de aceptación del Premio Cervantes y se convirtió en uno de los protagonistas de la fiesta. Su templanza ante el micrófono, embutido en un chaqué del que parecía iba a salirse, impresionó a todos los asistentes. A Cristóbal Ugarte el apodo se lo puso su abuelo cuando vio cómo miraba el mundo “de un lado a otro, con sus enormes y redondos ojos, como si del observatorio astronómico Cerro Tololo chileno se tratara”. Lo contaba Colombina, su madre, muy nerviosa ante tanto invitado y tanta responsabilidad. Tsunami, otra de las nietas del premiado con nombre de guerra, siguió los discursos, removiéndose en el asiento y apostada, junto a sus hermanos, en la baranda del salón de actos.
La de ayer, en la Universidad de Alcalá de Henares, fue una ceremonia algo diferente a la de otras ediciones. Fue solemne y muy natural a la vez. Algunos de los invitados a la entrega del Cervantes temían que el acto estuviera deslucido, dada la ausencia del premiado y la del propio Rey, que tradicionalmente ejerce como anfitrión. Pero los presagios se evaporaron antes del arranque. La presencia de Patti Smith, traje de chaqueta negro, corbata oscura y camisa blanca, entre los invitados, puso el toque grunge, en la ceremonia más alternativa de la historia del premio y en la que, fuera de los miembros del jurado, brillaron por su ausencia los escritores españoles.
Mientras el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, calificaba a Parra como el último vanguardista, la cantante norteamericana lo señalaba como “rebelde y humano”. Lo conoce bien y lo admira mucho. Lo ha leído en inglés, traducido por Allen Ginsberg y Ferlinguetti en los años en que su antipoesía hacía furor entre la generación beat. La cantante no habla español pero aprovechó la ceremonia para escribir un largo poema dedicado a Parra y a Cervantes: “Los imaginé a la sombra de un banano, tomándose un vino, mientras nosotros seguíamos el acto”. Tras el himno, los discursos y elGaudeamus igitur con el que se cierra la entrega, la artista alabó la solemnidad del acto: “Me ha gustado. Sin la ceremonia la anarquía no tiene sentido”, aseguró relajada en el patio de la universidad, ante una bandeja de almendras garrapiñadas que miró de reojo sin atreverse a probarlas. A su lado, acompañados del presidente Mariano Rajoy, pálido y muy delgado, departían los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, que debutaban como anfitriones.
Chaqués, abrigos de verano —el de Esperanza Aguirre de naranja subido— y esos pelos lacios como recién salidos de la peluquería, compitieron ayer con chaquetas de pana, como la que llevaba Raúl Zurita, amigo y poeta de “la calaña” de Parra, y las coletas de Niall Binns e Ignacio Echevarría, amigos del premiado y coeditores de sus obras completas. En el curso del aperitivo, Patricio Fernandez, director de la revista alternativa The Clinic —el nombre tiene su origen en la detención de Pinochet, cuando el dictador se encontraba en una clínica londinense—, ponía algunas pegas a los discursos. “Me han sorprendido el del Príncipe y el del Ministro de Cultura, tenían nivel, pero a Nicanor no le hubiera gustado que lo compararan, ni de lejos, con Gonzalo Rojas, se llevaban a matar. Tampoco le hubieran hecho gracia esas referencias a sus orígenes humildes. Suele decir que si en Chile existiera la aristocracia, él sería Sir Nicanor Parra”, contó.
Como en todo lo que rodea a este país, hasta en el catering se notaban los recortes. Los platos de jamón ibérico parecen haber pasado a la historia, sustituidos por rebanadas de pan con tomate y una pequeña lasca. Al final, cuando los invitados abandonaban el paraninfo, los íntimos del poeta visitaban la muestra amigo Zerbantes en la que se lee uno de sus poemas: “En qué quedamos entonces amigo Zerbantes hay o no caballeros andantes”.

Nicanor Parra / El antipoeta se quedó en casa

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Nicanor Parra

El antipoeta se quedó en su casa

El nieto de Nicanor Parra lee varios antipoemas de su abuelo en la ceremonia de entrega del galardón

El príncipe Felipe preside el acto al que no pudo asistir el Rey


    Ocho textos y dos comentarios de texto. Cuarenta y cinco minutos. La entrega del Premio Cervantes, una de las más breves que se recuerdan, tuvo ayer algo de clase práctica de crítica literaria. Eso sí, en la Universidad de Alcalá de Henares fallaron el profesor —Nicanor Parra, galardonado de este año— y el alumno más esperado —el rey Juan Carlos, convaleciente de la operación a la que fue sometido tras romperse la cadera durante un safari en Botsuana, una polémica actividad extraescolar que a punto ha estado de convertirse en viaje de fin de carrera—. En el paraninfo, no obstante, no faltaron la estudiante aplicada —la cantante Patti Smith tomando notas— ni la displicente —Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, al lado de los Príncipes de Asturias y de Mariano Rajoy, consultando su móvil mientras hablaba el ministro de Educación—. En la calle, un grupo de funcionarios del Ayuntamiento de Alcalá protestaba ruidosamente contra los últimos recortes.
    Nicanor Parra, de 97 años, estaba a 11.000 kilómetros, en su casa de Las Cruces, en la costa chilena, mientras era su nieto Cristóbal Ugarte, Tololo, de 19, el encargado de enfundarse el chaqué y pedir en nombre de su abuelo “prórroga de mínimo un año” para “poder perigueñar un discurso medianamente plausible”. A los pies del púlpito desde el que tradicionalmente intervienen los galardonados estaba la máquina de escribir a la que Parra llama máquina del tiempo. Su nieto no subió a ese púlpito sino que, a pie de auditorio, recordó que el creador de la antipoesía llegó hace años a una conclusión: “Hay que hablar por escrito. Yo demoro seis meses en armar un discurso que se lee en 45 minutos y que parece que estuviera improvisado”. También desveló que había dejado a su abuelo rodeado de libros sobre Cervantes y enciclopedias “con las páginas más importantes señalas con bolsitas de té en reciclaje”. De aquel caos surgió otro aviso: “Don Quijote no cabe en un fin de semana”.

    ¿Esperaba este premio?

    NICANOR PARRA
    No
    Los premios son
    Como las Dulcineas del Toboso
    Mientras + pensamos en ellas
    + lejanas
    + sordas
    + enigmáticas
    Los premios son para los espíritus libres
    Y para los amigos del jurado
    Chanfle
    No contaban con mi astucia
    En 2006 Nicanor Parra publicó Discursos de sobremesa, un poemario que es todo un subgénero, la respuesta de la poesía al protocolo: el agradecimiento en verso. Aquel libro brotó del chaparrón de premios y doctorados honoris causa que se le habían venido encima —del Juan Rulfo al Reina Sofía; de Concepción a Oxford— y puede que un día —tal vez al final del año de prórroga— se sume a sus páginas el discurso que ayer no pronunció. En su lugar, el joven Ugarte leyó ocho poemas de su abuelo, empezando por el que arranca con una pregunta: “¿Esperaba este premio?”. Quince minutos después llegó el último: “¿Se considera Ud. acreedor al Premio Cervantes? / —Claro que sí / —Por qué / —Por un libro que estoy por escribir”. Risas y aplausos. Hasta ahí, la lección no presencial del doctor Parra, físico de formación y profesor durante años de Mecánica Racional, asignatura que abandonó para explicar a Shakespeare, a Nietzsche o impartir un seminario sobre las implicaciones poéticas de la visita del Papa a Chile. Leídos los textos, llegó el turno de los comentarios en forma de discurso. Los pronunciaron el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y el príncipe Felipe.
    “La seriedad de frac / es una seriedad de panteonero; / la verdadera seriedad es cómica”. Wert recurrió a estos versos para convocar al “equipo de fúbol sala —o de baby fútbol, como se dice en Chile—” que formarían Kafka, Chaplin, Chéjov, Quevedo y Cervantes y concluir que Parra encontró en los dos últimos “una literatura más ceñida a la realidad, de un tono más coloquial, más cotidiano y también una literatura que no plantea la comicidad como algo indigno, algo radicalmente ajeno a la poesía”. Ese sería, según el ministro, el árbol genealógico que, con Shakespeare, Eliot, Pound y William Carlos William, otro de ciencias, dieron lugar a Poemas y antipoemas, el libro que en 1954 revolucionó la poesía en lengua española, esa que hace 36 años inauguró con Jorge Guillén el palmarés del Premio Cervantes, actualmente dotado con 125.000 euros.
    Al ascua cervantina arrimó también el príncipe Felipe la obra del último premiado, cuya falta de solemnidad no impidió que un solemne salón lleno de autoridades (civiles y militares) aplaudiera intervenciones trufadas de palabras como irreverencia o rebeldía. “¿Qué era elbaciyelmo cervantino más que un artefacto de Parra?”, se preguntó don Felipe aludiendo a los poemas visuales del autor chileno. El propio Príncipe anunció que la familia del poeta depositará hoy en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes la vieja máquina de escribir que ayer, a su modo, presidió la entrega del premio. Junto a ella, un poema inédito que solo podrá leerse dentro de 50 años. ¿El poema del discurso del Premio Cervantes? No sabemos. El sábado pasado el diario chileno La Tercera publicó la crónica de una visita a Nicanor Parra en la que este desvelaba dos versos de un supuesto discurso del que ayer no se tuvo noticia en Alcalá de Henares: “Libro más aburrido que el Quijote no lo hay / Para tonteras tengo con la Biblia”. Habrá que esperar un año —o medio siglo— para saber quién ríe el último, cómo termina el chiste.

    Nicanor Parra / Test

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    Nicanor Parra
    TEST

    Qué es un antipoeta:
    un comerciante en urnas y ataúdes?
    un sacerdote que no cree en nada?
    un general que duda de sí mismo?
    un vagabundo que se ríe de todo
    hasta de la vejez y de la muerte?
    un interlocutor de mal carácter?
    un bailarín al borde del abismo?
    un narciso que ama a todo el mundo?
    un bromista sangriento
    deliberadamente miserable?
    un poeta que duerme en una silla?
    un alquimista de los tiempos modernos?
    un revolucionario de bolsillo?
    un pequeño burgués?
    un charlatán?

    un dios?

    un inocente?

    un aldeano de Santiago de Chile?
    Subraye la frase que considere correcta.

    Qué es la antipoesía:
    un temporal en una taza de té?
    una mancha de nieve en una roca?
    un azafate lleno de excrementos humanos
    como lo cree el padre Salvatierra?
    unespejo que dice la verdad?
    un bofetón al rostro
    del Presidente de la Sociedad de Escritores?
    (Dios lo tenga en su santo reino)
    una advertencia a los poetas jóvenes?
    un ataúd a chorro?
    un ataúd a fuerza centrífuga?
    un ataúd a gas de parafina?
    una capilla ardiente sin difunto?

    Marque con una cruz
    la definición que considere correcta.










    Triunfo Arciniegas / El Paso del Angel / Teatro Alba

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    TEATRO ALBA
    presenta
    EL PASO DEL ÁNGEL
    de Triunfo Arciniegas
    con Elizabeth Mora y Cristina Yepes
    Sala de La Libélula Dorada
    Carrera 19 No. 51-69
    8 P.M.
    Bogotá, 4, 5 y 6 septiembre de 2014




    "Despierto envenenada. El aire me lastima. La luz me duele. Siento como si no mereciera la vida. Una de de esas balas debió ser para mí. No me mataron. Me dejaron muriéndome, como bien dijiste. Cada mañana y cada noche los maldigo.Vuelvo a verlos con su rostro cubierto. Vuelvo a ver que se llevan al hombre que amo hacia la oscuridad, donde pronuncia mi nombre y suplica por mi vida. Vuelvo a oír los disparos. Vuelvo a ver la casa incendiada. Vuelvo a sentir el trote de los caballos, los suyos y los nuestros. Arrasaron con lo que no podían llevarse. De toda una vida, madre, sólo me quedan una maleta de cuero, con las faldas y las blusas de mujer alegre, las llaves de una casa que no existe y una cajita de maquillaje."

    Triunfo Arciniegas
    "El Paso del Ángel"
    El amor y otras materias
    Bogotá, Editorial Norma, 204, páginas 49 - 50











    Fotografías de Carlos Mario Lema




    Las infinitas sombras del asesinato de Pasolini

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    Pier Paolo Pasolini

    Las infinitas sombras del asesinato de Pasolini

    ISRAEL VIANA / MADRID
    ABC, 04/10/2013 - 11.07h

    ¿Fueron uno o varios los autores? ¿Crimen pasional o político? ¿Fue un crimen de Estado? Casi cuatro décadas después, la muerte del director de cine jamás se ha aclarado

    La noche del sábado 2 de noviembre de 1975, el director de cine Pier Paolo Pasolini se dirigió en su automóvil a los alrededores de la estación Termini de Roma, en busca de compañía. «El escritor convidó a dar un paseo en el coche a un golfillo de diecisiete años –contaba ABC en referencia al joven Pino Pelosi, único condenado hasta el momento– quien, al ver ese Alfa Romeo de lujo, fuera de serie, aceptó deslumbrado por esos níqueles brillantes, reconociendo en quien le convidaba al famoso escritor y director cinematográfico». Pocas horas después, el cadáver de Pasolini aparecía con el rostro desfigurado y el cuerpo destrozado en el balneario popular de Ostia, cerca de Roma, a causa de, según la versión oficial, los bastonazos recibidos por el joven y después de haber sido arrollado por su propio coche.
    Las infinitas sombras del asesinato de Pasolini
    ABC
    Pasolini, en pleno rodaje (1961)
    Las circunstancias de aquel crimen siguen sin aclararse por completo 38 años después. ¿Fueron uno o varios los autores? ¿Fue un crimen pasional o político? ¿Estuvo relacionado con las investigaciones que realizaba Pasolini para su último libro? ¿Pudo ser un crimen de Estado? Demasiadas incógnitas para un caso que se ha abierto y cerrado en numerosas ocasiones.
    La última, en abril de 2010, después de que un senador del partido de Silvio Berlusconi condenado por asociación mafiosa, Marcello DellŽUtri, declarara públicamente poseer el capítulo perdido de «Petróleo», el libro póstumo en el que Pasolini estaba investigando sobre algunos asesinatos cometidos en la década de los 70. Según muchos expertos, los datos de este capítulo conducirían hasta los verdaderos asesinos. Así lo dejó entrever DellŽUtri antes de de ser interrogado, quien, a pesar de no dar detalles del texto, sí señaló que sorprendería a todo el mundo, ya que daba detalles de la muerte deEnrico Mattei, presidente de la petrolera Eni, en un misterioso accidente aéreo en 1962.

    «Gritaba mientras le masacraban»

    La versión oficial aseguraba que el director se enzarzó en una pelea con Pelosi cuando éste se negó mantener relaciones sexuales con él y que, tras amenazarle con un bastón, fue el quién terminó apaleado y atropellado por el chapero. Sin embargo, pronto esta hipótesis comenzó a ser puesta en duda.
    Las infinitas sombras del asesinato de Pasolini
    ABC
    Pasolini, poco antes de morir
    ABC contó lo sucedido así: «El escritor convida al jovencito a pasear bajo la Luna. Quizá también lo convida a otras cosas. El muchachito, en principio, aceptó las proposiciones del extraño Pasolini, pero luego riñeron. Quizá el joven delincuente pidió una cantidad crecida por adelantado. O haya pretendido robarle la cartera. El hecho es que el muchacho recibió un bastonazo en la cabeza, pues tiene allí una herida. Quizá el golfillo le arrebatase el bastón a Pasolini y con él le golpease en el cráneo».
    A día de hoy, poca gente cree que el único implicado en la muerte del cineasta sea el entonces joven de 17 años. Algunos incluso han querido ver en el homicidio de Pasolino la sombra del Estado italiano. El mismo Pelosi, que pasó siete años en prisión, confesó en un programa de televisión («Sombras sobre el misterio»), en 2005, que él no era culpable.
    Declaró que, tras haber practicado sexo oral con el director, se apeó del coche «para orinar» y, en ese momento, aparecieron tres desconocidos que, tras agredirle a él, «sacaron al señor Pasolini del coche y empezaron a golpearle con una violencia inaudita». «El pobre gritaba mientras le masacraban», añadió Pelosi, quién, tras desaparecer los agresores, contó que tomó el coche del cineasta y pasó involuntariamente por encima de su cuerpo.

    «¡No me dejéis solo!»

    Algunos testimonio de la época recogidos por periodistas amigos, como Oriana Fallaci, afirmaron haber visto a dos hombres alejándose en moto y dejando a Pasolini en el suelo y a Pelosi gritando «¡no me dejéis solo!».
    Las infinitas sombras del asesinato de Pasolini
    ABC
    Pasolini, en 1970
    No han dejado de aparecer nuevas teorías a lo largo de estas décadas, siendo la de la versión oficial la que ya nadie parece creerse. Hace un año, Guiseppe Lo Bianco y Sandra Rizza publicaban un libro, «Profundo Negro», en el que conectaban el asesinato del cineasta con el del periodista Mauro de Mauro, justo las dos personas que investigaban la extraña muerte de Mattei en 1970. Y mientras, el también cineasta y amigo de Pasolini, Sergio Citti, aseguró que aquella misma noche había recibido una invitación para ir a recoger los negativos del rodaje de «Saló o los 120 días de Sodoma», robados recientemente por grupos de extrema derecha.
    El asesinato de Pasolini conmovió al mundo en 1975 y lo sigue haciendo casi cuatro décadas después. Como cualquiera de los escándalos que rodearon su vida: «Escandalizar es un derecho, como ser escandalizados es un placer», dijo el director de «Las mil y un noches» en su última entrevista.


    Abel Ferrara y el ‘via crucis’ de Pasolini

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    Abel Ferrara y el ‘via crucis’ de Pasolini

    El director estadounidense presenta en la Mostra una sugerente crónica sobre las obsesiones y los últimos momentos de vida del cineasta italiano asesinado en 1975



      Willem Dafoe y Abel Ferrara, ayer en Venecia. / ANDREW MEDICHINI
      Igual que esos personajes que suelen experimentar la redención en sus películas, Abel Ferrara regresó ayer al festival que lo encumbró durante los años noventa para expiar pecados cinematográficos más recientes. Su estudio biográfico sobre Pier Paolo Pasolini, esperado con expectación pero también con malos presagios, fue acogido entre aplausos en la Mostra de Venecia. Fuentes mal informadas habían asegurado que la película se centraría en teorías conspirativas sobre el asesinato del escritor y cineasta, lo que había hecho esperar algo muy distinto a lo que se terminó proyectando ayer: un estimulante biopic que recorre las últimas 48 horas de su vida, ahondado en sus obsesiones y dibujando un retrato poliédrico del personaje.
      “Nunca declaré eso. Nunca he dicho saber quién lo mató. ¿Quién de ustedes me citó mal?”, respondió ayer Ferrara, algo molesto. “La intención siempre fue centrarnos en su vida, su trabajo y su pasión”. El protagonista de la película, simplemente titulada Pasolini, ha contado con un retratista con el que guarda algún parecido. Uno creció en el Friuli italiano y el otro en el Bronx, pero ambos demuestran una obcecación similar por los bajos fondos, el erotismo de la marginalidad y la provocación como estilo de vida, a menudo a partir del imaginario católico. Ferrara minimizó ayer las semejanzas: “Fue un hombre de otro tiempo, que convivió con el fascismo en un país que le quería destruir. Pasolini habitó en Salò cada día de su vida. Pero formaba parte de la generación de mi padre, que creyó ciegamente en la personalidad propia”.

      “Fue un hombre de otro tiempo, habitó en Saló toda su vida”, dice Ferrara
      Su largometraje se distancia de las convenciones de este socorrido subgénero, cada vez más emparentado con las vidas de santos. El cineasta traduce en imágenes el universo de su protagonista, a través de un relato no lineal y ligeramente onírico, que alterna fragmentos de sus películas, dramatizaciones de las últimas entrevistas que concedió, imágenes de la intimidad familiar en casa de su famosa mamma y secuencias extraídas de su guion inacabado, Porno-Teo-Colosal, en las que participan Ninetto Davoli, uno de sus actores fetiche, y Riccardo Scamarcio, sex symbol del cine italiano actual. Este conglomerado permite revisar la fascinación de Pasolini por las clases populares y la marginalidad, su visión del sexo homosexual como acto de resistencia o su fanatismo confeso por el fútbol, al que Pasolini definió como “última representación sagrada de nuestro tiempo”, además de su tercer placer favorito, “tras la literatura y el eros”.



      El triunfo no es solo del director y de su meticuloso montaje, sino también de un guion extremadamente documentado, obra de Maurizio Braucci, escritor y poeta napolitano, además de impulsor de laboratorios de creación artística en cárceles y escuelas de barrios marginales, lo que le acerca al sujeto en cuestión. “El cine no es solo una experiencia lingüística, sino también filosófica”, escribió Pasolini en Poeta de las cenizas. Colaborador habitual de Matteo Garrone, el guionista parece haber seguido el mismo consejo.
      El Pasolini de Ferrara lleva las mismas gafas oscuras que el de verdad y tiene un rostro anguloso casi idéntico, pero habla con acento de Wisconsin, lo que disgustó ayer a parte de la crítica italiana. “He tenido que justificarme mil veces por eso”, protestó Ferrara. “Somos estadounidenses y el inglés es nuestra lengua materna. Cuando veo a Willem Dafoe actuando no veo a Pasolini en 1975, sino a un hombre que lleva un tipo de vida determinado, ya sea en Roma, en el bajo Manhattan o en una barriada de Rio de Janeiro. Para mí, todo eso es igual. Cambiar de lengua ha sido nuestra forma de hacer nuestra la película”. No habrá vuelto a encontrar aquel lejano vigor de Teniente corrupto o The funeral,pero sí una fórmula acertada y personal para acercarse a un personaje casi imposible de descifrar.



      Passolini / El escándalo de 1964

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      Pier Paolo Pasolini

      1964: con él llegó el escándalo...

      Con ‘Encuesta sobre el amor’ el cineasta provocó un terremoto al cuestionar a los italianos sobre su sexualidad


      Pier Paolo Pasolin en su película 'El Decamerón' (1971)
      “¿Pensar sobre su vida sexual es algo que a usted le proporciona placer o le genera inquietud?”. Esta es una de las preguntas que Pier Paolo Pasolini (Bolonia 1922 – Ostia 1975) les hizo a los italianos hace medio siglo en su película Encuesta sobre el amor (Comizi d’amore 1964). Con cámara y micrófono en mano Pasolini recorrió Italia interrogando a la gente del campo, de la ciudad, niños, jóvenes y viejos, obreros y estudiantes, mujeres “decentes” y prostitutas sobre la sexualidad, la homosexualidad, la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, la virginidad, el divorcio (que aún no era permitido) y sobre la prostitución que entonces había sido desplazada a las calles por la Ley Merlín de 1958 que había prohibido los burdeles.
      Italia “cambiaba de cara”, pasaba de una sociedad campesina a una industrial, de las sombras de la posguerra y del poder fascista a las redes del “poder consumista”, que para Pasolini “violaba y manipulaba la realidad de los cuerpos”.
      El título original de Encuesta sobre el amor era Cien pares de bueyes (Cento Paia di Buoi), explica Roberto Chiesi del Archivo Pier Paolo Pasolini en Bolonia, y añade que la cinta iba a tratar exclusivamente de las perversiones sexuales. En el boceto de diez páginas Pasolini no explicaba cómo escenificaría a “las víctimas del lado oscuro del sexo, de los instintos animales no controlados”, pero sugería describir algunos casos a manera de crónica negra. Los productores rechazaron la propuesta y Pasolini tuvo que cambiar el formato a uno de tipo documental. El psicoanalista Cesare Musatti, los escritores Alberto Moravia y Giuseppe Ungaretti participan de la película en charlas con Pasolini sobre el sexo como tema tabú en la Italia antes de la revolución sexual.
      La propia vida sexual de Pasolini era tema de escándalo. En 1949 había sido acusado de seducir, pervertir y mantener relaciones homosexuales con chicos adolescentes a quienes daba clase en Casarsa, el pueblo natal de su madre por quién, se dice, sentía un amor morboso. Pasolini, hijo de padre fascista, era comunista y homosexual y aunque no fue encontrado culpable de los cargos en su contra, fue despedido de la escuela y expulsado del partido. Con su madre parte a Roma, donde encuentra en los barrios de la “vida violenta” a los ragazzi di vita (título de su libro de 1955), menores de edad a quienes convencía de tener relaciones sexuales incluso de carácter violento. En sus dos primeras películas Accatone (1961) y Mama Roma (1962) muestra de manera épica la segregación del subproletariado italiano, un mundo que había conocido también a través de su lujuria homosexual, errante y anónima.

      ¿Ante ciertos excesos sexuales usted se escandaliza o no?
      Pier Paolo Pasolini
      La vida y obra de Pier Paolo Pasolini se convertiría en un solo cuerpo poético. Un cuerpo que “pedía sanar en público y con el público llagas privadas”, como diría su biógrafo Enzo Siciliano. Su cine y literatura eran también su “cuerpo de lucha” y de intervención en el debate público.
      Encuesta sobre el amor (su tercera película) es “clave en la filmografía del cineasta ya que aparecen los temas que serán fundamentales en la evolución de su cine final: la transformación antropológica y cultural de Italia, el consumismo y sobre todo el sexo”, señala Javier Fuentes Feo, director del Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte de España.
      Algunas de las preguntas que Pasolini hace en Encuesta sobre el amorson: “¿Usted tiene inhibiciones sexuales?, ¿puede definir el honor sexual?, ¿el matrimonio ha resuelto sus problemas de sexo? ¿por qué elige el camino de la ‘decencia’ si podría ganar más dinero como prostituta?, ¿un matrimonio pequeño burgués o proletario es la solución a su pobreza?, ¿prefiere ser un don Juan o un buen padre?. Algunas de las respuestas que obtiene son: “El honor sexual se refiere solo a las mujeres” “La sociedad está basada en la familia, la nación se basa en la sociedad y por lo tanto el divorcio es una traición”. Pasolini: “¿qué relación ve usted entonces entre la sexualidad y el amor patriótico?”.
      El sexo (heterosexual) de la vida en pareja o fuera de ella es un tema de la encuesta. El otro son las relaciones sexuales “anormales”. Pasolini: “¿Ha oído hablar de perversiones sexuales? ¿Por qué piensa que un hombre es invertito (homosexual)? ¿Qué piensa sobre un hombre así?, ¿cree que se le puede curar? ¿ante ciertas anormalidades, ciertos excesos sexuales usted se escandaliza o no?”.

      La propia vida sexual de l cineasta, poeta e intelectual era tema de escándalo
      Encuesta sobre el amor no es una investigación sociológica sobre la sexualidad de los italianos. “La película y la obra posterior del cineasta es un testimonio cinematográfico que muestra la deriva de un mundo que se abre en los cuerpos, el tránsito a algo que para Pasolini, actuaba con mayor fuerza que el fascismo tradicional: el consumismo”, destaca Javier Fuentes Feo, director del Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte de España.
      En su escrito Abjuración de la trilogía de la vida (junio 1975) Pasolini explica que en el inicio de la crisis cultural de los sesenta “cuando empezaba a triunfar la comunicación de masas, el último baluarte de la realidad parecían ser los cuerpos inocentes con la arcaica, oscura y vital violencia de sus órganos sexuales”.
      Si Encuesta sobre el amor es un documento sobre la Italia de la represión, en sus películas de la Trilogía de la vida (Decamerón (1971), Los cuentos de Canterbury (1972) y Las mil y unas noches (1974)) Pasolini hace una “visualización total del eros”. Pero se arrepiente posteriormente de esa “representación del erotismo” porque siente que ha sido también “instrumentalizado” por el “poder integrador del consumismo”.
      En la entrevista titulada La poesía no se consume que concedió a Guiseppe Cardillo en 1969 Pasolini había expresado que “hay cosas que el sistema no puede digerir. Una de ellas, la poesía. “La poesía es inconsumible en lo más profundo, yo quiero que sea lo menos consumible posible también exteriormente…haré cine cada vez, más difícil…para que sea lo menos consumible posible”.
      La respuesta a esto fue Saló o los 120 días de Sodoma (1975) su última película. En Saló, la relación sexual sodomita, la transgresión, es convertida en norma. Para Thierry Jobin, director del Festival de cine de Friburgo, Saló “impone un espejo a los italianos que les devuelve el miedo que mostraron en Encuesta sobre el amor, el miedo al cambio, a liberarse de lo que había sido la violencia fascista y el rigor católico”. Por el contrario Roberto Chiesi opina que en Saló el cineasta presenta una “metáfora de la tolerancia y permisividad de los años 70, que esconden para Pasolini la imposición de un único modelo de sexualidad, la heterosexual”.
      En Encuesta sobre el amor Pasolini entrevista al escritor Ungaretti y le pregunta si existe la anormalidad sexual y de qué manera él transgrede la norma. Ungaretti le responde: “Yo personalmente soy un hombre, soy un poeta, por lo tanto ya empiezo a transgredir todas las leyes haciendo poesía”, palabras que hubieran podido salir del mismo entrevistador.

      Pier Paolo Pasolini / Poeta y profeta, un intelectual completo

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      María Callas y Pier Paolo Pasolini
      Nápoles, 1970
      Pier Paolo Pasolini

      Poeta y profeta, un intelectual completo




      Es difícil saber si Pier Paolo Pasolini fue mejor cineasta que poeta o semiótico. O también analista y profeta político y social. Fue sin duda un intelectual que anticipó la violencia de los suburbios obreros que hacían de corona de espinas a la Roma eterna, la de los papas y de las intrigas de palacio. Fue él quien denunció el abandono por parte de su partido, el PCI, de aquel proletariado que sufría abandonado en la periferia, lejos de las luces de la ciudad.
      Y fue aquella violencia, junto con el poco amor que le dispensaba el poder, la que acabó con su vida, cerca de la playa de Ostia, en circunstancias dolorosas, algunas de ellas sumidas aún en el misterio.

      Una vez me confió: “Pensar que moriré sin conocer el alma de la mujer”
      Conocí a Pasolini, cuando aún no había rodado El Evangelio según San Mateo, que nació de un congreso celebrado en La Cittadella de Asís sobre literatura. En aquella ocasión uno de los participantes habló de “Jesús, escritor”. y Pasolini se quedó perplejo: “¡Pero si Jesús nunca escribió nada!”.
      Cuando le contaron la historia de la escena bíblica de la mujer sorprendida en adulterio en la que ante la presencia de los acusadores, Jesús escribió unas palabras con el dedo sobre el polvo de las losas del templo, Pasolini la vió con ojos de cineasta. Se exaltó y decidió empezar a leer los evangelios.
      El poeta y profeta Pasolini era un intelectual completo, de una inteligencia aguda y privilegiada. Un conversador que cautivaba. Cuando se sentaba a almorzar en el comedor de algún congreso, corrían a su mesa sobretodo las mujeres fascinadas con su dulzura e inteligencia. Una vez me confió: “Y pensar que me moriré sin conocer el alma de la mujer”.
      Era un ateo —o agnóstico— con una carga tal de curiosidad por todo, que no tenía prejuicios contra el fenómeno religioso. Inconformista, crítico siempre de la situación política, acabó siendo expulsado del Partido Comunista Italiano (PCI) por haber defendido, contra las ideas de sus compañeros de ideología, a los policías contra los universitarios.
      Lo hizo publicando un poema en el diario Corriere della Sera después de una batalla que tuvo lugar en Roma, en Via Giulia, entre estudiantes universitarios y policías. Decenas de agentes acabaron hospitalizados. El cineasta salió en defensa de los policias. Decía en su poema que ellos eran los hijos de los campesinos pobres del sur del país, sin estudios y obligados a trabajar desde muy jóvenes. Al contrario que los universitarios, hijos de la burguesía que habían tenido el privilegio de poder estudiar.
      Aquel poema fue una bomba política contra la izquierda comunista. Fue un aldabonazo profético que, según no pocos analistas de la época, pudo haber sido la causa última de su muerte prematura, más que sus problemas homosexuales. Lo cierto es que el partido lo abandonó a su suerte y no se preocupó demasiado de profundizar sobre las circunstancias de su asesinato.
      Fue una de esas figuras capaces de revolucionar la política, la cultura y la conciencia de un país. Junto con Pasolini, otros personajes de aquella época como Leonardo Sciascia, o Federico Fellini, fueron los artífices indiscutibles de lo que fue considerado como un segundo renacimiento cultural. Curiosamente, a los tres, diferentes en tantas cosas, les unía una misma pasión por la cultura, pero por una cultura no abstracta, académica, sino también política: capaz de influir en la vida social. Todos ellos acabaron siendo, por ello, una especie de conciencia crítica de aquella sociedad rica y poliédrica que ellos vivieron y fecundaron.


      Willem Dafoe / Adoro lo que hizo Pasolini

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      Pier Paolo Pasolini
      Willem Dafoe

      “Adoro lo que hizo este señor”

      El actor Willem Dafoe habla de su admiración por Pier Paolo Pasolini, al que interpreta en la última película de Abel Ferrara



        Willem Dafoe, como Pier Paolo Pasolini en una imagen de 'Pasolini', de Abel Ferrara.
        La cita con Willem Dafoe (Wisconsin, 1955) es en un club privado del barrio de Chelsea de Nueva York. En la sala en la que los periodistas esperan su turno para la entrevista hay sillones de cuero negro, libros antiguos, cuadros de señoras en ropa interior y con gafas de sol cuelgan de paredes grisáceas y lámparas negras como árboles secos caen del techo. Es el lugar escogido para charlar sobre sus dos últimas y muy distintas películas: Pasolini, de Abel Ferrara, que estrena en el Festival de Venecia; y El hombre más buscado, tercer filme del fotógrafo Anton Corbijn y último de Philip Seymour Hoffman, que llega a las carteleras españolas el próximo 12 de septiembre.
        Es, desde luego, el lugar más apropiado para encontrarse con el actor de rostro más peculiar del cine, el que más asociamos a personajes extravagantes, raros y hasta perversos. Del peligroso falsificador de Vivir y morir en Los Ángeles que lanzó su carrera en 1985, a Jopling, el esbirro en moto de El gran hotel Budapest, el último malo que ha interpretado para Wes Anderson. “Yo sólo me fijo en el conjunto del proyecto”, dirá después. “Me gusta mezclar, ir de un personaje a otro. No sé si busco ese tipo de personajes o me encuentran ellos”.

        Willem Dafoe
        Foto de Dusan Reljin

        Al principio de su carrera sintió que el cine quería encasillarle en esos papeles extraños (hasta que Scorsese vio en él la cara de Jesús en La última tentación de Cristo) y por eso buscaba una salida en los escenarios con el grupo neoyorquino de teatro alternativo que cofundó, Wooster. Sobre las tablas se desfoga porque trabaja desde el cuerpo y el movimiento, dice, la mejor herramienta que tiene como actor. Una semana antes de este encuentro recibía excelentes críticas por la obra The old woman, teatro del absurdo que protagonizó junto al bailarín Mikhail Baryshnikov. ¿Algo diferente para él? “No”, dice riéndose y encogiéndose de hombros. “Ya había trabajado con Bob Wilson. Y después de todos mis años con Wooster, aunque era algo distinto, Bob siempre fue una gran influencia para nosotros”.
        Tras tres décadas de dedicación a la interpretación, parece difícil que un guion o un personaje sorprendan a Willem Dafoe. “Bueno, a veces”, vuelve a decir entre risas. Lejos de la imagen que da por el cine, es agradable, divertido y muy irónico en persona. “Quizá es que me engañe a mí mismo, pero creo que siempre encuentro a algo diferente en cada proyecto. A veces me interesa mucho y otras digo: ‘Dios mío, no hay nada que hacer aquí, he tocado fondo’. Pero bueno, a veces también lo haces por cebarte, y puede ser saludable”.

        Willem Dafoe
        Foto de Dusan Reljin

        Eso explicaría por qué aún, a pesar de haber reflexionado tanto sobre su oficio y haber interpretado todo tipo de géneros, es uno de los actores más activos. Sin problemas para pasar del cine independiente de autor (Anticristo, Adam resucitado) a las grandes producciones de Hollywood (Spider-Man, John Carter). “Si sigo en Hollywood es por comprobar cómo evoluciona el entretenimiento, por probar y comparar con otras películas”, dice con sorna. “Es una forma de verlo, ¿no? O quizá una excusa. Al final son todos hermanos, algunos más feos que otros, algunos más listos que otros”, se ríe a carcajadas, pero sin poner nombre a los feos.
        El hombre más buscado es de los hermanos listos. De esta adaptación de la novela de John Le Carré le atrajo volver a trabajar con Corbijn, a quien había conocido como fotógrafo. “Tiene una gran sensibilidad, es muy intuitivo y paciente, pero cuando encuentra su ángulo es preciso y determinado”, dice. “Además, mi personaje era ligeramente diferente a lo que he hecho. Es un tipo muy rico, con buen corazón, un poco corrupto, pero que quiere hacer lo correcto. Y es inglés. Tan pocas veces nos dejan a los actores norteamericanos hacer de ingleses, siempre es al revés. Era mi momento de suerte”, se ríe.
        “No he visto la película desde que Philip murió”, recuerda ya más serio del actor que falleció en febrero. “La vi la última vez en Sundance con él. Y creo que sería difícil volver a verla. Puedes imaginar o asumes sobre cómo murió, o lo que sabemos de cómo murió, que estaba sufriendo, y su personaje en la película sufre también. Es fácil proyectar su vida real en ese personaje”.
        Es el riesgo y el genio de la interpretación: a veces no es fácil para los actores separar la realidad de la pantalla. “Te usas a ti mismo y lo que te está pasando, incluso cuando es un personaje lejano a ti se convierte en parte de tu vida”, explica Dafoe. “Mucha gente encuentra su arte en el dolor. El mío viene del dolor y del placer. Porque lo que más me motiva es la belleza –piensa–. Creo que entonces viene más del placer que del dolor”. Y de estar al servicio de la película y del director, ser una marioneta, servir a la historia. “Un actor no puede ser egocéntrico, no puede serlo”, dice exaltado. “Porque no tendrá espacio para ser algo más, para aprender o comprometerse de verdad”.

        Dafoe / Pasolini
        Como le ha pasado a él con Pasolini, la película que cuenta las últimas horas en la vida del director italiano antes de que fuera asesinado en noviembre de 1975. “Fue muy bonito”, dice de nuevo con la cara iluminada por su pasión por el realizador de su país de adopción, Italia, donde vive un tiempo al año desde que se casó en 2005 con la directora Giada Colagrande. “Fue muy bonito, porque tuve tanta ayuda, su vida está tan bien documentada: entrevistas, sus escritos, su poesía, sus obras, gente que le conoció, me dejaron hasta su ropa. Además, empatizo mucho con él. Es muy diferente a mí, pero es tan inteligente, adoro todo lo que hizo. Hubo muchas cosas que me permitieron sentarme en ese mundo y tener el derecho de fingir. Y eso es lo que busco”.
        La película, una de las aspirantes más fuertes al León de Oro en Venecia, es uno de los proyectos más longevos de Abel Ferrara. “Es nuestra cuarta película juntos. Y cada vez es mejor”, dice Dafoe. “No es ningún secreto que su vida ha cambiado mucho: ya no es un drogadicto. Pero él no ha cambiado salvo que ya no reza a ese dios de la droga y se concentra más. Si acaso se enfada más, es más energético, un poco más loco… Pero está comprometido, ya no está distraído por una extraña forma de ansia, culpa, búsqueda…”.
        ¿Y Dafoe ha cambiado? “Me hago mayor”, responde Dafoe riéndose. “Necesito menos y soy más flexible, más curioso. Hay algo hermoso cuando eres más joven e intentas descubrir quién eres, quieres esto y esto, y yo, yo, yo… Después de un tiempo, ves que esas estrategias fracasan tan a menudo que dices ‘que les den’ y encuentras el placer en otras cosas. Te enfocas en emplear tus energías de una forma más inteligente”.

        Vargas Llosa / La barbarie taurina

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        La vieja polémica por las corridas de toros

        La "barbarie" taurina







        "Los aficionados amamos profundamente a los toros bravos y no queremos que se evaporen de la faz de la Tierra, que es lo que ocurriría fatalmente si las corridas desaparecieran. Pero no ocurrirá, no todavía por lo menos, no mientras haya corridas que, como esa semiclandestina de Marbella de la tarde del 5 de agosto, nos hagan vibrar de emoción y gratitud ante un espectáculo de tanta perfección, y nos den tanta voluntad y razones para seguir defendiéndolas contra la prohibición, la última ofensiva autoritaria, disfrazada, como es habitual, de progresismo."



        Mario Vargas Llosa






        "Todo coincidió para producir esa maravilla: la magnífica tarde de sol alto y cielo azul, los seis astados bravos, alegres, nobles y de buen peso, el entusiasmo del público que ocupaba media entrada y el pundonor de los toreros, su virtuosismo y su voluntad de gozar y hacer gozar."


        Mario Vargas Llosa



        MARBELLA- La Plaza de Toros de Marbella no tiene el sabor que da la antigüedad a plazas como la de Ronda o la de Acho de Lima, ni el prestigio de las de algunas grandes ciudades como Sevilla, Madrid o México y, puesto que en sus tendidos se ven a veces más turistas que nativos, los exquisitos de la tauromaquia se permiten mirarla por sobre el hombro. Pero en esta placita provinciana ocurren a veces cosas notables, como la del domingo 5 de agosto, en la corrida en que El Cordobés, Paquirri y El Fandi lidiaron seis toros de Salvador Domecq.
        Todo coincidió para producir esa maravilla: la magnífica tarde de sol alto y cielo azul, los seis astados bravos, alegres, nobles y de buen peso, el entusiasmo del público que ocupaba media entrada y el pundonor de los toreros, su virtuosismo y su voluntad de gozar y hacer gozar. Lo consiguieron. Fue una magnífica corrida y, con la excepción de una vara de más al primer toro de El Cordobés, sin una falla, algo rarísimo en todos los cosos del mundo. El presidente se excedió y concedió diez orejas pero la afición estaba tan contenta que nadie se lo reprochó.
        Manuel Díaz El Cordobés estuvo simpático y comunicativo con los tendidos cada vez que dio la vuelta al ruedo, lo que es normal en él, pero felizmente a la hora de torear moderó su exhibicionismo, sus piruetas y nos exoneró de sus famosos saltos de rana. Demostró que, además de vistoso y trejo, puede ser serio, entablar con el toro esa complicidad tensa de la que resulta una faena redonda. No estoy contra los desplantes y una cierta dosis de histrionismo en la arena, pues también eso, como las bandas verbeneras y los pasodobles, forma parte de la fiesta, y he visto grandes diestros que se permitían a veces, en medio de electrizantes faenas, alguna payasada. Pero prefiero el toreo profundo, el que nos hace presentir eso que Victor Hugo llamaba "la boca de la sombra", el pozo negro que nos espera a todos y a cuyas orillas algunos creadores de excepción -poetas, músicos, cantantes, danzarines, toreros, pintores, escultores, novelistas- se acercan a veces para producir una belleza impregnada de misterio, que nos desvela una verdad recóndita sobre lo que somos, sobre lo hermosa y precaria que es la existencia, sobre lo que hay de exaltante y trágico en la condición humana. Ese es el estilo taurino que más me conmueve y por eso admiré tanto a Antonio Ordóñez y admiro ahora a un Enrique Ponce o un José Tomás.
        Francisco Rivera Ordóñez, Paquirri, al igual que su hermano Cayetano, ha heredado de su abuelo, el gran Antonio Ordóñez, la elegancia y una valentía tranquila y natural de enfrentarse al peligro, de encerrarse con el toro en un diálogo secreto del que resultan figuras en las que se mezclan la gracia, la destreza, la inteligencia y por supuesto el coraje. Hasta cuando banderillea lo hace evitando la exageración, exponiéndose en la justa medida, para que nada desentone.
        Pero la suerte de banderillas es aquella en la que la corrida está más cerca de la danza, cuando se vuelve coreografía, ballet, y pocos toreros encarnan mejor ese trance que David Fandila, El Fandi. Fue siempre un banderillero soberbio y esa tarde lo probó, encendiendo las tribunas con su arrojo. Hacía tiempo que no lo veía torear y, en Marbella, me pareció que había madurado mucho, que ahora maneja la muleta con más temple, color y matices, aunque siempre con el mismo tesón.
        Fue una tarde muy bonita y al salir de la plaza me pregunté si un espectáculo como el que acabábamos de ver cambiaría la opinión que Rafael Sánchez Ferlosio tiene de los toros. Probablemente, no. Ese mismo día había leído, en El País, un artículo suyo, "Patrimonio de la Humanidad", una de las diatribas más destempladas y feroces que he leído contra los toros, que él quisiera que desaparecieran de una vez "no por compasión de los animales, sino por vergüenza de los hombres".
        Según él, los toros son la manifestación más flagrante de la barbarie humana. Su artículo evoca a las hordas sádicas que hicieron "una protesta ensordecedora" cuando don Miguel Primo de Rivera, en 1928, ordenó que se protegiese con gualdrapas forradas a los caballos de la suerte de varas que, hasta entonces, morían como moscas despanzurrados por los toros. Y, al parecer, era eso, más que la lidia, lo que los aficionados querían ver: el sufrimiento y la matanza de los brutos. He asistido a muchas corridas en mi vida y no recuerdo una sola en la que haya visto a las tribunas regocijarse cuando un toro derriba o hiere a un caballo; más bien, la reacción del público es siempre la contraria.
        En los toros hay una violencia que para muchas personas, como Sánchez Ferlosio, es intolerable, algo absolutamente digno de respeto. Sería un atropello brutal que alguien quisiera obligarlo a nadie a asistir a un espectáculo que malentiende y abomina. Es menos digno de respeto, en cambio, que él y quienes quisieran acabar con los toros traten de privarnos de la fiesta a los que la amamos: un atropello a la libertad no menor que la censura de prensa, de libros y de ideas. Y tampoco es respetable la caricatura de la corrida como una expresión de machismo y chulería en la que se expresaría "el alma-hecha-gesto de la españolez". No entiendo lo que esta frase quiere decir, pero sí la intención que la mueve y ella es un puro disparate. "La españolez" (una entelequia que expresaría la esencia metafísica de todo lo español) en primer lugar no existe, y, en segundo, si existiera, estaría tan fracturada respecto de las corridas de toros como sabemos muy bien que lo está España.
        El artículo de Sánchez Ferlosio está redactado de tal modo que, se diría, la "españolez" es algo que se encarna sólo en "los castellanos", pues son éstos, a su juicio, quienes "se han puesto a reivindicar la alta culturalidad" de los toros. ¡Protesto! ¿Y los andaluces, vascos, gallegos, peruanos, colombianos, mexicanos, ecuatorianos, bolivianos que defendemos la fiesta? ¿Y los franceses, que han declarado la corrida un bien cultural de la nación? La "barbarie" taurina tiene un arraigo mucho mayor que la geografía castellana y llega, por ejemplo, hasta Suecia, donde, la última vez que estuve en Estocolmo, descubrí una peña taurina con varios cientos de afiliados.
        Por otra parte, el artículo deja la impresión de que, por haber prohibido los toros, los catalanes quedan exonerados del oprobio barbárico. Protesto, otra vez. Conozco buen número de catalanes tan aficionados a la fiesta como yo y sin duda él mismo recordará que, cuando se discutía la prohibición, en el manifiesto en defensa de los toros que apareció en Barcelona, entre los firmantes figuraba buen número de artistas e intelectuales catalanes de primera línea, entre ellos, Félix de Azúa y Pere Gimferrer.
        Sánchez Ferlosio vapulea a Fernando Savater por "la poética nebulosidad de acento vaporosamente zambraniano" de su ensayo sobre la muerte y la tauromaquia, y ridiculiza a Ortega y Gasset por ese "excelso ortegajo" que, en su opinión, fue afirmar que no se puede comprender la historia de España sin tener en cuenta la historia de las corridas. Ambas recusaciones son innecesariamente hirientes e injustas. Savater y Ortega han escrito ensayos que ayudan a entender la complejidad de la fiesta, su entraña sociológica, su reverberación tradicional y mítica, sus raíces psicológicas y su valencia artística. ¿Qué hay de ridículo en utilizar la perspectiva taurina para estudiar, por ejemplo, la filiación que enlaza a España con la mitología de Creta y Grecia y llega, pasando por Goya, hasta Picasso y García Lorca, en la que destaca como protagonista la noble estampa del toro de lidia?
        Pero, tal vez, para entender cabalmente estos ensayos hay que amar los toros y no odiarlos, pues el odio obnubila la razón y estraga la sensibilidad. Los aficionados amamos profundamente a los toros bravos y no queremos que se evaporen de la faz de la Tierra, que es lo que ocurriría fatalmente si las corridas desaparecieran. Pero no ocurrirá, no todavía por lo menos, no mientras haya corridas que, como esa semiclandestina de Marbella de la tarde del 5 de agosto, nos hagan vibrar de emoción y gratitud ante un espectáculo de tanta perfección, y nos den tanta voluntad y razones para seguir defendiéndolas contra la prohibición, la última ofensiva autoritaria, disfrazada, como es habitual, de progresismo.

        Vargas Llosa y la tauromaquia / Justificando lo injustificable

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        MARIO VARGAS LLOSA 
        Y LA TAUROMAQUIA
        Justificando lo injustificable

        Por
         Marc Pesaresi
        Cruel Senectud

        El paso de los años sin duda, tiene un precio. En el caso de Vargas Llosa, la tercera edad parecería, lo ha tornado antipático, quejoso y como si fuera poco, cruel.  O bien su alma siempre tuvo tintes de crueldad que disimuló con su arte o el transcurrir del tiempo y el éxito, lo ha transformado en una persona que despierta enojos por su abrasiva forma de confrontar.

        No solo arremete contra todo lo que el considera “populismo” en las políticas sudamericanas, sino que además esta empeñado en defender al liberalismo económico, nefasta doctrina que ha llevado a millones de personas a sufrir padecimientos brutales y también, lo que el llama arte taurino. Tal vez el premio Nóbel lejos de darle humildad, acicateo su ego y la pedantería. O quizas no, si recordamos que ha escrito sobre la banalización de la cultura. A saber.

        Inmenso Amor

        Nadie ajeno a la vida de los literatos desconoce que a Vargas Llosa le gustan las corridas de toros. Tal vez por esa razón defendió durante la inauguración del Espacio de Arte y Cultura aledaño a la Plaza de Toros de las Ventas en Madrid a principios del 8 de mayo de 2012, declarando a la agencia EFE que los animales son tratados con“inmenso amor. En concreto, refiriendo al toro destinado al sacrificio dijo: “Es un animal PRIVILEGIADO, tratado con un INMENSO AMOR desde que nace y hasta su lidia en el ruedo, aunque LO IGNOREN muchos animalistas

        Matar un toro en el ruedo es pedagógico

        Como si esto fuera poco, tampoco se ahorro declarar necedades; ver morir a estos animales entre sangre y sudor es alta pedagogía en su calificada opinión. “Yo llevé a mis hijos (a la plaza) cuando eran pequeños y ninguno ha salido cruel, ni mucho menos, porque este es un espectáculo de creación de belleza como la poesía, la música y la novela”.

        En su sentir, los defensores de los derechos de los animales “están equivocados” aunque se contradijo a continuación: “Es VERDAD que es UNA FIESTA CRUEL, porque la verdad de la vida es cruel. Pero, ay, si se impusiera el vegetarianismo. Todo lo que tiene vida, incluidas las plantas, habría que respetarlo y así terminaríamos los humanos alimentándonos con píldoras”. Sería bueno que de definiera ¿es o no cruel?

        Justificar la maldad

        Parece ser que su postura a favor de la Tauromaquia ha despertado reacciones inesperadas aún entre sus propios lectores –como se puede ver en los comentarios debajo de las notas donde él defiende las corridas- que en su mente quedó dando vuelta la idea de escribir algo en defensa de lo que considera amor y pedagogía.

        Y sin poderse aguantar, publicó La Nación otro artículo titulado La “barbarie” taurina con fecha del 18 de agosto de 2012. Esta vez, lejos de declarar en solitario, buscó el apoyo  de figuras de autoridad que aman la tauromaquia y terminó su apología a la crueldad escribiendo que las corridas no terminarán: “mientras haya corridas que, como esa semiclandestina de Marbella de la tarde del 5 de agosto, nos hagan vibrar de emoción y gratitud ante un espectáculo de tanta perfección, y nos den tanta voluntad y razones para seguir defendiéndolas contra la prohibición, la última ofensiva autoritaria, disfrazada, como es habitual, de progresismo”.

        ¿Qué postura tomamos los cristianos al respecto?

        La religión hebrea necesitaba de sacrificios sangrientos para expiar pecados y culpas. Hoy, cualquiera de nosotros a menos que seamos matarifes, no podríamos soportar ver miles de animales degollados y desangrados, en el templo de Jerusalén. Pero en esos tiempos, la muerte y derramamiento de sangre no solo era prerrogativa de los judíos sino de todos los pueblos del mundo. Se adoraba a los dioses con sangre derramada.

        Con la llegada del Nuevo Pacto de Dios con los hombres mediante la muerte de Cristo en la cruz, el derrame de sangre de animales se tornó innecesario. Cristo fue el último sacrificio de sangre que Dios permitió para comenzar su plan de salvación basado en la fe y en el amor.

        Es verdad que millones de cristianos se han comportado horriblemente con las bestias y sus prójimos. Pero eso no significa que las Escrituras del Nuevo Testamento no contengan pasajes donde se reclame compasión para las criaturas inferiores en inteligencia. 

        Las únicas muertes que tolera  la Escritura cristiana son para comer. Nunca para diversión. En este punto, lo que hace y dice Vargas Llosas no solo es profundamente anticristiano sino además, indigno de una sabiduría superior. Se supone que, quien más sabe, debe ejercitar la misericordia con mayor eficacia hacia aquellos que solo tienen instinto para sobrevivir. 

        Objeción
        Millones de cristianos comen carne

        Verdad, pero las Escrituras no están en contra de matar para comer sino que dejan entrever que todo aquel que practica crueldad con los animales esta en falta. Evidentemente, se necesita reformar mucho en los frigoríficos o plantas de procesados de animales para consumo, a fin de que la muerte sea lo menos cruel posible. 

        Se de matarifes con tanta experticia que hacen su faena sin provocar excesivo dolor al animal. Se de otros, como contrapartida, que parecen sádicos. Algunos cazadores y pescadores tienen un código de conducta. Solo matan lo que se puede matar y otros, como el Rey de España, matan innecesariamente lo que no se deberia matar. 

        Hay que legislar para reglamentar con eficacia y controlar que las leyes se cumplan. Aún así, matar toros en un rodeo es lo más parecido a los sacrificios a los dioses que hacían los antiguos romanos en el coliseo y sus réplicas a lo largo del imperio. Resulta vergonzante para la humanidad defensora de los derechos de los animales, observar como un anciano en vez de derramar amor y bondad al final de su vida, se dedica a pechar cuanta doctrina o práctica popular le es adversa, como un vulgar callejero.

        Tal vez, si tanto gusta ver como el toro arremete al paño rojo, debieran considerarse corridas sin crueldad, sin derramamientos de sangre como ya se practican en algunas naciones.





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