Quantcast
Channel: De otros mundos
Viewing all 13599 articles
Browse latest View live

Rammstein / Du hast

$
0
0
Till Lindemann
La voz de Rammstein


Rammstein
DU HAST

DU
DU HAST
DU HAST MICH

DU HAST MICH
DU HAST MICH GEFRAGT
DU HAST MICH GEFRAGT
DU HAST MICH GEFRAGT
UND ICH HAB NICHTS GESAGT


WILLST DU BIS DER TOD EUCH SCHEIDET
TREU IHR SEIN FÜR ALLE TAGE...
NEIN

WILLST DU BIS ZUM TOD DER SCHEIDE
SIE LIEBEN AUCH IN SCHLECHTEN TAGEN....
NEIN






Rammstein
DU HAST

La letra es un juego de ambigüedades léxicas con los votos de matrimonio alemanes. Comienza jugando con la ambigüedad de sus primeras palabras, pues "du hast mich" ('me tienes/has') y "du hasst mich" (grafía alternativa: du haßt mich, 'me odias') son frases homófonas. La anfibología se resuelve al terminar la frase: "du hast mich gefragt und ich hab nichts gesagt", 'me has preguntado y yo no he dicho nada'.
La canción mantendrá por siempre este doble sentido, aunque la letra oficial dice “Du hast mich”: “Tú me tienes”. O, recreando un poco el asunto y teniendo en cuenta que “conseguir” es otro de los significados de este verbo, podríamos traducir: “Tú me has atrapado”. La traducción sería así:

Rammstein
DU HAST


TÚ TIENES
TÚ ME TIENES

TÚ ME TIENES
TÚ ME HAS PREGUNTADO
TÚ ME HAS PREGUNTADO
TÚ ME HAS PREGUNTADO
Y YO NO HE DICHO NADA

QUIERES SERLE FIEL POR TODOS LOS DÍAS
HASTA QUE LA MUERTE LOS SEPARE

¡NO!

QUIERES AMARLA AÚN EN LOS PEORES DÍAS
HASTA QUE LA MUERTE LOS SEPARE

¡NO!

Al final del tema aparece otro de los típicos juegos de palabras del grupo, cuando en lugar de decir "Willst du bis zum Tod euch scheidet...?", '¿quieres hasta que la muerte os separe ...?', Till Lindemann pronuncia: "Willst du bis zum Tod der Scheide...?", '¿quieres hasta la muerte de la vagina ...?' Tras la pregunta, el contrayente interpelado responde con un tajante "nein", 'no', en lugar del previsible "ja", 'sí, quiero' que se escucha de fondo.

En una entrevista para la revista alemana Musik Express, Till Lindemann justificaba esta postura iconoclasta y crítica con el matrimonio tradicional resaltando la dificultad de encontrar un matrimonio "intacto": “¿Quieres hasta que la muerte os separe...? Eso es algo tan antinatural como un tatuaje en el brazo. Algo que ya no se va durante el resto de la vida. Un día seré un jubilado y me sentaré con mi nieto en el regazo, y me preguntará qué clase de bobada es esa que llevo en el brazo”.
La traducción del inicio del tema (du hast mich, "tú me tienes/has") fue motivo de confusión al editar el grupo una versión en inglés del tema en la que cantaban "you hate me" ("me odias"). Quedó de esta manera:

Rammstein
DU HAST
You
you have
you have me
you have asked me
you have asked me
and I have said nothing

Do you want, until death seperates you,
to be faithful to her for all days

No

Do you want, until death, which would seperate,
to love her, even in bad days

No


Triunfo Arciniegas
Bogotá, 14 de mayo de 2014









Celia Cruz / Te busco

$
0
0



Celia Cruz
TE BUSCO

Al cielo una mirada larga
buscando un poco de mi vida.
Mis estrellas no responden
para alumbrarme hacia tu risa.

Olas que esfuman de mis ojos
a una legin de tus recuerdos.
Me roban formas de tu rostro
dejando arena en el silencio.

Te busco perdida entre sueños
el ruido de la gente me envuelven en un velo.
Te busco volando en el cielo
el viento te ha llevado como un pauelo viejo.

Y no hago más que rebuscar
paisajes conocidos
en lugares tan extraños
que no puedo dar contigo.

En cualquier huella te persigo
en una sombra te dibujo
huellas y sombras que se pierden (en la soledad)
la suerte no vino conmigo.

Te busco perdida entre sueños
el ruido de la gente me envuelven en un velo.
Te busco volando en el cielo
el viento te ha llevado como un pañuelo viejo.

Y no hago más que rebuscar
paisajes conocidos
en lugares tan extraños
que no puedo dar contigo.

Te busco




Syd Barrett / Shine On You

$
0
0


Syd Barrett
SHINE ON YOU
26 de diciembre de 2009



La primer entrada de este blog no podia ser otra mas que sobre este personaje, siendo la musica una de las partes mas importantes de mi vida y con tantos y tantos nombres que tienen todo para ser idolos de miles o de millones, solo dos tipos han logrado que los considere idolos en la musica, John Lennon, y de quien corresponde esta entrada, Syd Barret, el soñador que creo una banda llamada Pink Floyd, un artista inadaptado, musico y leyenda, esa misma leyenda que perdimos muchos años antes de su muerte.


Roger Keith Barrett, un ingles nacido en 1946 que mostro desde pequeño aptitudes bastante unicas en lo que refiere a su forma de interpretar el mundo a su arededor y expresarlo, un artista nato con una creatividad que hasta la fecha sigue siendo unica, un pequeño que nunca oculto su gran gusto por el arte, que consiguio una guitarra a los 15 años y fabrico el mismo su propio amplificador para comenzar su travesia en el mundo de la musica, fue en la escuela donde se marco el destino de su vida al conocer ahi mismo a los que despues serian sus compañeros de banda, Roger Waters y David Gilmour.


Al inicio se unio a la banda de Waters (que ya contaba con el resto de los miembros futuros de Pink Floyd, Rick WrightNick Mason y el entonces guitarrista principal de la banda, Bob Klose) pero no tardaron mucho en iniciar un nuevo proyecto, proyecto del cual Syd se convertiria en lider gracias a su talento que sobresalia al de los demas, y siendo el el lider fue quien puso el nombre a la banda, teniendo su casa llena de discos de jazz, vio un par de nombres en los creditos de algunos discos, Pink Anderson y Floyd Council, de ahi nacio Pink Floyd.


El exito no tardo en llegar, Syd escribia canciones totalmente diferentes a lo que habia hasta entonces en la escena musical, basta revisar su primer gran exito como banda, un tema llamado Arnold Layne que hablaba de un pervertido que robaba y olia la ropa interior femenina por el vecindario, con una creatividad y talento de esas caracteristicas fue muy rapido que el exito les inundara con peticiones de entrevistas, conciertos y hasta giras por otras ciudades, pero este exito tan repentino tuvo efectos devastadores en la fragilidad emocional de Syd quien odio este exito no deseado y no supo manejarlo mas que yendo mas profundo en el mundo del LSD.


Y aunque las drogas alucinogenas no eran nuevas para el, nunca habia exprimentado con drogas quimicas y sobretodo no con tanta cantidad, y asi de rapido como le vino el exito, asi de rapido el LSD comenzo a mostrar sus efectos sobre Barret, comenzo a cambiar tanto fisica como mentalmente, divagaba, faltaba a compromisos de la banda, algunas veces simplemente los olvidaba, en el escenario no hacia nada de lo ensayado, olvidaba las letras o los tonos de los temas y esto no dejo a la banda otra opcion mas que contratar a un nuevo miembro que ayudara a disimular los constantes fallos de Syd, el elegido fue David Gilmour.

Esto marco el inicio del fin para Syd en la banda, ahora con un guitarrista y vocalista que estaba en sintonia con el resto, y con Barret sumergiendose mas cada dia en su propia perdicion, la banda comenzo a olvidarlo a el, empezaron ignorando sus ahora poco coherentes formas de componer, cantar y tocar, y terminaron por precindir de el en sus siguientes presentaciones, asi pues, tocaria su ultimo show con Pink Floyd en 1968 y desapareceria de sus vidas sin decir mas.


Siete años después mientras el grupo grababa disco, todos los integrantes de la banda se extrañaron al ver a un tipo caminando por los pasillos y sosteniendo un cepillo de dientes en la mano, un tipo con la cabeza y las cejas afeitadas, con un peso que superaba los 100 kg, nadie lo reconocio y al preguntar de quien se trataba, no era otro mas que Syd Barret, del que no habian sabido nada en 7 años y que ahora se presentaba siendo un hombre totalmente desconocido para el mundo, la respuesta fue devastadora para la banda que coincidentemente grababa un tema en honor a el... Wish You Were Here(Desearia que estuvieras aqui).


Su regreso fue con la intencion de volver a grabar musica, habia escrito y tenia mucho material para un disco, su disquera lo dudo pero lo dejo grabar con Gilmour como productor del proyecto, de este regreso a la musica resultaron tres discos que tuvieron una aceptacion mediana debido a que no es musica facil de asimilar, sin embargo aun se notaba que el talento de este hombre no se habia perdido del todo llegando a grabar temas muy buenos dentro de estas producciones, entre ellas "Terrapin""Octopus" y mi favorita "Love You".


Sin embargo estas producciones no lograron regresarle el exito antes obtenido y esto sumado a su estado de animo aun decadente y su personalidad ahora totalmente introvertida, lo llevaron a aislarse de nuevo en su hogar, de este mini-retiro salio por peticion de varios artistas, David Bowie entre ellos (gran admirador de Barret) que lo convencieron de regresar al estudio de grabacion, se grabaron cuatro temas aunque solo uno se llego a conocer, tras este nuevo intento frustrado Barret se retiro, ahora por completo.

Su retiro fue permanente y de la forma mas extrema posible, regreso a su ciudad natal, Cambridge, donde vivio en casa de sus padres alejado completamente de todo contacto con el mundo de la musica y los medios de comunicacion, durante 20 años poco o nada se supo de el hasta que una revista inglesa logro realizarle una entrevista (con opocision de su familia) solo para tomar declaraciones tristes y deprimentes, entre ellas afirmo no recordar a Pink Floyd ni a ninguno de sus antiguos compañeros.


Este autoexilio del cual solo salia para comprar sus necesidades basicas se prolongo hasta el dia de su muerte y el 7 de Julio de 2006 fallecio de cancer pancreatico a los 60 años de edad, ese dia murio uno de los artistas que mas ha aportado a la musica, ya que si bien su carrera fue relativamente corta, sus ideas, legado e inspiracion nos dio un sonido unico como es el de su banda, su Pink Floyd.


Asi pues, solo queda el agradecimiento de millones (me incluyo obviamente) para este genio inadaptado que brillo durante poco tiempo... pero con eso le alcanzo para lograr la inmortalidad, Syd Barret.


Documental: La historia de Syd Barret (subtitulado)



http://themoonisalldark.blogspot.com/2009/12/shine-on-you-syd.html


Les misérables / I Dreamed a Dream

$
0
0
Anne Hathaway
Foto de Annie Leibovitz



LES MISÉRABLES
Anne Hathaway
I DREAMED A DREAM







Martin Amis / El estilo de la vulgaridad / Dinero, 1988

$
0
0

DINERO, 1988

Martin Amis, el estilo de la vulgaridad

El escritor presentará la próxima semana en España 'Dinero', novela de una autodestrucción


"Comenzamos escribiendo sobre los dioses, seguimos con los reyes, luego con los guerreros, más tarde con la clase media, nosotros, y ahora", dice con asco, "sobre ellos". Así habla en su silencioso estudio londinense Martin Amis, uno de los escritores más conocidos de la joven narrativa en inglés y a quien su sinceridad le ha creado una imagen de dificil. No lo es. A dos portales de distancia, una casa amenaza ruina, hay tres coches abandonados en 100 metros y merodean al menos dos vagabundos. Amis viajará a España la próxima semana para presentar Dinero (Anagrama) la feroz autodestrucción de un hombre que sólo cree en el dinero y el exceso. "Escribo con estilo sobre cosas vulgares", dice Amis.
John Self (Juan Mismo, o algo así), el protagonista de Dinero, es un hombre atiborrado de pornografía y la historia plana de la televisión, tan corto que lee literalmente Granja de animales, la célebre alegoría de George Orwell sobre la revolución de Octubre, y no se cree que los cerdos puedan llegar a ser tan inteligentes.Publicista con mucha suerte, a Self le llueve el dinero de forma constante hasta que conoce a un hombre en un avión entre Londres y Nueva York -la novela es un péndulo entre las dos ciudades-, ambos deciden hacer una película y ahí comienza el fin. Entretanto, John Self se mantiene sobrio en tan sólo unas pocas de las 398 páginas del libro, y las demás son la crónica feroz y a veces divertida de su decadencia a través del alcohol y las mujeres, ése tipo de mujeres que exprimen.
Amis, de 38 años, es casi norteamericano. Vivió allí, ha publicado como periodista numerosos reportajes sobre Estados Unidos (The moronic inferno and other visits to America, Penguin), su mujer y sus dos hijos son norteamericanos, y ésa es la razón de que el libro tenga, como el protagonista, una dimensión excesiva. "Cuando los británicos éramos el centro del mundo, podíamos escribir novelas de 500 páginas, como hacen los americanos. Mis primeras novelas eran de 250 páginas. Pero yo necesitaba aire, y con Dinero decidí hacer una obra americana".

El aguante del crápula

Aunque no lo parezca, Dinero es también un libro autobiográfico, y no sólo por el tono de confidencia con que John Self cuenta la historia de sus excesos. Martin Amis aparece en el libro como personaje, al modo de un Pirandello y, según explica, no se trata sólo de un medio para distanciarse del personaje. La asombrosa resistencia de John Self para aguantar su vida de crápula está inspirada en experiencias del propio Amis principalmente cuando soltero. "El humor consiste en eso", dice, "en exagerar las cosas hasta el borde de la línea que las separa de la farsa". Self tiene cosas de Amis, "pero no tiene otras cosas que tengo yo".Por lo demás, afirma, existe cierta tendencia a lo autobiografía en la novela actual, como si el escritor ya sólo confiara en su propia experiencia y descreyera de la imaginación.
Dinero es también una novela moral, concede Amis, "aunque la mayor parte de los escritores son moralistas". Pero lo sería en el sentido en que Saul Bellow, maestro de Amis, dijo que coexisten en Chicago la ética, sólo lo relacionado con el dinero, y la moral: sólo lo relacionado con el sexo. "Lo que más me preocupa", comenta como para sí, "es en lo que está metido el escritor: una suerte de vampiro que roba y chupa de la vida para meterlo en los libros".
Amis es bajito y con brazos fuertes de tenista, pelo rubio pajizo, tímido, capaz de escuchar y, sobre todo, capaz de hablar. No es que hable mucho sino que cuando habla -y cuando escribe-, lo hace con una notable inventiva, y a la mínima que se interese ha soltado ya una retahíla de sinónimos, ha inventado una palabra o ha colocado un taco bien colocado, lo que no es fácil. Las dos habitaciones amplias de su estudio se encuentran en una callecita de chalés a das manzanas de Portobello Road (el Rastro de Londres), y todo, libros, sofá, habitaciones y chalés tienen ese aire viejo y usado que los ingleses consiguen como nadie.
"Soy un escritor cómico que escribe sobre el dolor", y aunque ésa podría ser la definición misma de los humoristas, Amis cree que él va más allá en la brillante tradición humorística británica; más allá que Wodehouse, Waugh, o Sharpe, que le parece un farsante. Más allá que Kingsley Amis, su padre, que con Lucky Jim se hizo un nombre tan importante en el género que aún pesa sobre las espaldas literarias de su hijo; es él quien menciona a su padre, y para explicar que no es sólo la atmósfera algo cerrada de la literatura inglesa la que le hace marchar a América periódicamente: "Gracias al cielo, allí hablan inglés".

El tema espera

Uno no elige ser humorista, dice Amis, ni tampoco elige el tema sobre el que escribe. "Más bien, uno reconoce el tema, que le estaba esperando". Amis escribe sobre "el sufrimiento y la humillación", dice -sus tres autodefiniciones son variantes de una misma idea-, pero no sabe por qué.Salvo una primera infancia que no se podría llamar de pobreza, sino "algo así como la escasez en la casa de un posgraduado", la vida de Amis está llena de lo que se considera suerte. Oxford, periodismo de calidad en las mejores publicaciones británicas, y novelas con excelente acogida de la crítica: Other people: a mystery story, Success, Dead Babies, y Los papeles de Raquel (ésta en Anagrama), premio Maugham para jóvenes autores.
"El estilo revela la forma en que vemos las cosas", dice Amis, "y la elección del tema está determinada por el espíritu". Si en literatura cabe hablar de causas y de efectos, parecería que algo le corroe el alma a este humorista, y eso es lo que persigue en sus libros, en los que puede caber la carcajada pero difícilmente la sonrisa. Puro humor desesperado.



Martin Amis / Campos de Londres / 1991

$
0
0


Martin Amis

CAMPOS DE LONDRES
1991

El escritor británico presenta en Barcelona 

su novela sobre el fin del milenio


El escritor británico Martin Amis, de 42 años, visitó esta semana Barcelona para encontrarse con las casi 600 páginas de la traducción española de su nueva novela, Campos de Londres (Anagrama), que se mantuvo varias semanas el pasado año como libro más vendido en el Reino Unido.
"La idea inicial de Campos de Londres era narrar la historia de alguien que planea su propio asesinato y decidí ambientarla en el final de siglo, en el final del milenio, porque es una época que tradicionalmente se relaciona con desastres y catástrofes".La novela narra la, historia de la bella Nicola Six a la búsqueda de su asesino -rodeada de extraños personajes y en manos de un original narrador- en un Londres futurista y sombrío azotado por fuertes vientos y cubierto de nubes de rerniniscencias nucleares. Sorprende: que Amis, a pesar del tema apocalíptico elegido, no abandone la vía del humor. "Tengo la teoría", explicó, de que cuando no hay una voz trágica que domine la acción, la comedia debe servir para narrarlo todo, incluidos los temas más difíciles, incluido el fin del mundo. Al principio, la literatura trataba de dioses, después de reyes y reinas, más adelante pasó a ser narración social y ahora predomina una ironía que es a menudo comedia".
Martin Amis, hijo del escritor Kingsley Amis, está. considerado, desde su primera novela -Elibro de Rachel (1973)-, como un brillante ejemplo de la nueva narrativa británica, lo que refrendó en Dinero (1984). El mismo ha confesado que prefiere la manera de narrar de los escritores norteamericanos.
"La novela británica es limitada", explica, "y por eso elegí conscientemente ser un escritor más norteamericano que inglés, ya que la literatura inglesa está muy limitada por la preocupación por la forma y por la elegancia del estilo".
Martin Amis, que goza en su país de una endiablada fama de enfant terrible, citó al norteamericano Saul Bellow como su autor preferido -"es mi rnodelo", dijo- y comentó que era curioso comprobar cómo el declive del Reino Unido coincide con un auge de nuevos escritores.





Martin Amis / La flecha del tiempo / 1993

$
0
0

Martin Amis

LA FLECHA DEL TIEMPO
1993


"Hay que narrar el holocausto 

de una manera diferente."



Martin Amis (1949) -autor de novelas como El libro de Raquel (1973),Dinero (1984) y Campos de Londres (1989), considerado otrora como elenfant terrible de la narrativa británica- presenta hoy en el Instituto Británico de Barcelona su última obra, La flecha del tiempo (Anagrama). La novela supone un tour de force estilístico en el que Amis se enfrenta al reto de narrar al revés la vida de un médico que estuvo implicado en el campo de exterminio de Auschwitz."Cuando escribes sobre el holocausto", explicó Martin Amis en rueda de prensa, "la idea inicial respecto a este tema es que se trata de un horror irrepetible del que sólo fueron capaces los nazis. Sin embargo, acabas por darte cuenta de que es una falsa idea, ya que se trata de una tendencia del mundo y no sólo de los alemanes. El holocausto fue alemán en su estilo, fue una barbarie de rostro moderno, pero los que lo hicieron eran tan humanos como alemanes".
¨Lo que he intentado en La flecha del tiempo", añadió Amis, "es recordar el holocausto como algo que evoluciona. Estamos en un momento especial respecto a este tema, ya que pronto no quedarán supervivientes y las imágenes terribles del holocausto perderán la fuerza que tenían. Primo Levi está muerto, y otros escritores que fueron testigos del holocausto también, y es por ello que los escritores tenemos que narrar el holocausto de manera diferente".
Amis añadió que había querido escribir con ironía sobre el holocausto, ya que los nazis tenían mucho de ridículos. Preguntado por qué había optado por narrar la vida del doctor al revés explicó: "Es una hipótesis científica seria que el tiempo se invertirá cuando llegue el fin del universo. Me parecía que era una idea para un cuento, pero después de leer The Nazi Doctors, de mi amigo Robert Jay Lifton, quedé sorprendido de lo que contaban los médicos nazis que entrevistó. Mientras leía ese libro vi que si invertía el tiempo conseguiría algo muy irónico. Fue una sorpresa descubrir que si inviertes el sentido del tiempo también inviertes lo que está bien y lo que está mal".



Patricia Tubela / Martin Amis con pantalones de campana

$
0
0
Martin Amis, fotografiado en París en 1979 por la que entonces era su novia.
/
ANGELA GORGAS

Retrato de Martin Amis 

con pantalones de campana

Una muestra presenta al escritor y a la élite intelectual del Londres de los setenta


El personaje de 30 años que mira a la cámara con la pose del que se sabe interesante estaba considerado en la época una suerte de Mick Jagger de las letras inglesas, tan talentoso como atractivo, seductor y asiduo de la vida social. Martin Amis ya era un autor emergente -tras su estreno con El libro de Raquel- cuando su novia de entonces, Angela Gorgas, tomaba el retrato en el París de 1979. La imagen forma parte de la colección privada de la fotógrafa y pintora, que se exhibe en la National Portrait Gallery londinense bajo el título Martin Amis y amigos y que coincide con la condición de sexagenario que el escritor adquirirá este año.
Una veintena de fotos íntimas, todas en blanco y negro, de instantáneas familiares y del círculo de amigos que integraban la joven élite intelectual en el Londres de finales de los setenta. Gorgas conoció a Amis en una fiesta, inicio de una relación a caballo entre la capital británica y París. Llegaron a prometerse, pero sus caminos acabaron bifurcándose cuatro años más tarde. Al inicio de la convivencia, él compaginaba su vocación con la crítica literaria en la revista New Statesment, donde compadreó con el autor y comentarista político Christopher Hitchens y con el poeta James Fenton.
La cámara retrata al trío frente al Sacré-Coeur, un invierno de 1980, cuando Amis ya había abandonado la publicación para volcarse en su cuarta novela, Otra gente, que sucedería a Niños muertos y Éxito. El joven con gafas redondas y flequillo que aparece en un café parisino el mismo día es Ian McEwan, el hoy respetado autor de Ámsterdam y Amor perdurable, con quien compartiera redacción en el New Statesment.
Un partido de críquet organizado por la plantilla de la revista en un parque londinense permitió capturar una cálida pose de Kingley Amis, padre de Martin, abrazando a Pat Kavanagh, que con el tiempo se convertiría en decana de los agentes literarios hasta su reciente muerte. Años más tarde, el autor de Dinero, Campos de Londres y La información la plantaba en pro de un rival. Desde entonces, el también escritor Julian Barnes, marido de Kavanagh, no ha vuelto a dirigirle la palabra.
El patriarca Kingsley -novelista, poeta, crítico- no acompaña a su hijo en ninguna instantánea, aunque el joven Martin sí aparece junto a su madre, Hilary Bardwell, en la casa de Ronda donde todavía reside.
Aristócratas, artistas, académicos, escritores... Este álbum familiar se erige en el retrato de una juventud creativa y privilegiada, ajeno a la imagen del país en aquellos años de tensiones sociales. "Me asombra que cualquiera de nosotros consiguiera escribir una palabra sensata, teniendo en cuenta que éramos tan estúpidos como para llevar pantalones acampanados", ha bromeado Amis sobre una época que rememorará en The pregnant widow, que se publicará en otoño. El ascenso de su estrella fue meteórico, como ya insinúan las fotografías: "Tenía una firme opinión sobre sí mismo", sentencia Gorgas.




Martin Amis / La información / 1996

$
0
0

Martin Amis
LA INFORMACIÓN
1996

"El gran enemigo del escritor 

es lo políticamente correcto"


El autor considera "La información" su obra más personal


Martin Amis considera que su última novela, La información, es su libro más personal. "No autobiográfico, sino personal", precisa. La novela, que hoy presenta en el Instituto Británico de Barcelona, trata de las envidias y tensiones del autor de éxito en este final de siglo, de la crisis de la cuarentena y de esa información que le sorprende a uno de noche y que tiene mucho que ver con la certeza de la muerte. "El escritor debe contar su verdad", afirma Amis. "Su gran enemigo es lo políticamente correcto".Martin Amis considera que escribir una novela "es como embarcarse en un viaje sin mapas en el que la única ventaja es que conoces el destino". Cuando se puso a escribir La información, Amis se dejó llevar por un impulso en el que puso mucho de sí mismo y en el que tomó como referencia la frustración de un escritor que llegó a tener escritas 13 novelas sin conseguir publicarlas.
"En un primer nivel pensaba hasta qué extremos puede llegar la frustración de un escritor", explica Amis. "En un segundo nivel, pensé en la envidia del escritor frustrado que ve cómo su compañero de generación consigue triunfar con una novela políticamente correcta, que me parece algo detestable. El gran enemigo del escritor es lo políticamente correcto. Con esas ideas, la novela se me desplazó hacia una sátira del mundo literario".
Las envidias del mundo literario, mostradas a través de la confrontación de dos escritores, son expuestas por Amis con buenas dosis de humor. "La mayoría de los escritores imitan muy bien a la gente razonable", ironiza, "pero también tienen una parte que no es nada razonable. Es entonces cuando se muestran ambiciosos y egocéntricos, con un desdén absoluto hacia sus rivales". "Es embarazoso reconocerlo, pero Gore Vidal era muy sincero cuando decía que su corazón se alegraba cuando veía en la sección de saldos el libro de un escritor rival. No es suficiente con triunfar; los otros, además, tienen que fracasar".
La información del título, "esa información que te sorprende de noche", es, a juicio de Amis, "sobre todo la certeza de la muerte". "Llega un momento de la vida, alrededor de los 40, en que descubres que la muerte es algo inevitable", cuenta. "La información también tiene que ver con que a partir de cierta edad tu vida ya está montada. Por ello, los hombres, a partir de los 40 empiezan a comprarse coches deportivos y a salir con mujeres más jóvenes?".
No fue esa crisis de los 40 lo que impulsó a Amis a pedir un anticipo de 100 millones de pesetas por La información. Desbordado por lo que él llama "la intrusión" de la prensa en su vida privada, Martin Amis piensa escribir un libro sobre lo que le ha sucedido en los últimos dos o tres años. "Hablaré de la muerte de mi padre", explica, "y también de la de mi prima Lucy [a quien dedica La información], que desapareció hace 25 años y fue encontrada enterrada en la llamada Casa de los Horrores. La prensa se entrometió de una manera brutal. En el caso de su padre, llegaron a publicar en el Sunday Times el diario de su biógrafo, que contaba detalles privados muy escabrosos. Dimití como crítico delSunday Times y ahora pienso escribir de manera autobiográfica sobre esa intrusión".



Martin Amis / Tren nocturno / 1998

$
0
0

Martin Amis
TREN NOCTURNO
1998

«No soporto las novelas que exageran lo limpio del mundo»


  • «Los lectores de novela negra son drogadictos que necesitan leer, al menos una obra al día»«Los hombres son más capaces de violencia que las mujeres y más diestros en matar con violencia»

Escribe comedias ásperas y sus personajes no suelen ser sujetos admirables. Martin Amis (Oxford, 1949) se estrena, con Tren nocturno (Anagrama), en el género negro. El planteamiento de la novela es clásico, pero lo que empieza como la típica trama de detectives acaba en otra cosa: "He pervertido las reglas", dice el autor.
Martin Amis
según Russ Cook

Amis calza zapatillas de deporte y parece recién salido de la ducha. En los brazos y en la cintura se le nota que juega al tenis a diario. De estatura mediana (la prensa inglesa le dedica adjetivos como «diminuto»), ojos claros y voz grave, Amis parece haber dejado atrás su fama de escritor impertinente y arrogante. Acaba de llegar de Nueva York, donde ha pasado una semana dedicado a la promoción de Tren nocturno. De entrevista en entrevista -«todo bastante repetitivo»-, ha participado en un par de lecturas en librerías sobre la novela. «Me gusta participar en ese tipo de actos porque es casi la única manera de mantener el contacto con los lectores», dice el escritor en su casa londinense, una mansión junto a Regent Park, en cuyo jardín crecen las lilas.Amis, casado en segundas nupcias con Beatriz Fonseca, tiene una hija de año y medio que antes de quedarse dormida ha dejado la luminosa sala regada de juguetes. Llevan unos meses en la nueva residencia, pero la mudanza aún no ha concluido. En la habitación nada tiene un aire suntuoso. Hay libros por todas partes, compactos de Gardel, Joan Manuel Serrat y Bach junto al equipo de música, sillas compradas en Etiopía y pinturas realizadas por Bruno Fonseca.
Durante los últimos veinte años, el autor de La información se colocó literariamente del otro lado del Atlántico. «La novela inglesa vivía dedicada a reflejar los problemas de la clase media y era muy aburrida. En esa situación, no tuve más remedio que escapar de los límites que se me imponían. Pero ahora la situación ha cambiado con los denominados escritores de la Commonwealth y gente como Salman Rushdie». Sostiene Amis que los novelistas ingleses han logrado invertir los términos y ponerse a la cabeza de la mejor novela contemporánea. La clave para conseguirlo, dice Amis, está en «beneficiarse de la sangre extranjera, cosa que los americanos han hecho desde el principio». La balanza se ha decantado del lado británico de manera decisiva porque además «la novela judía americana está agotada y no ha surgido reemplazo para los viejos».
El escenario de su última obra se desarrolla en una pequeña ciudad norteamericana. La detective Mike Hoolihan, dura, sentimental y de vuelta de todo, centra la novela junto a la bellísima Jennifer Rockwell, una científica de 27 años a la que todo parece irle bien en la vida hasta que un domingo por la tarde decide pegarse tres tiros. Mike se ocupará del caso. «Me he servido de la novela policiaca para volverla del revés», aclara Martin. «Las series de televisión y los programas de crímenes siempre nos ofrecen soluciones buenas, como si fuéramos niños pequeños a los que hay que convencer de que todo está en orden, pero la realidad no es así. La mayor parte de las veces la solución de un caso es fruto del azar, y yo he querido reflejar eso».
No es la primera vez que el escritor británico escoge un personaje femenino como centro de una de sus obras, pero en Tren nocturno llega más lejos. Está narrada en primera persona y lo importante de las mujeres que la protagonizan es su actitud frente a la vida y no la talla de ropa interior. Antes de empezar a escribir la novela, Amis se empapó de libros sobre técnicas policiales y leyó todo lo que cayó en sus manos sobre la psicología de los suicidas, pero no llegó a pisar una comisaría y el único contacto que tuvo con un detective sobre crímenes fue una conversación con un taxista que le condujo hasta el aeropuerto de Nueva York.
Amis, como la policía que protagoniza Tren nocturno, cree que el asesinato es un asunto masculino. «Las mujeres intentan suicidarse dos veces y media más que los hombres, pero los hombres lo consiguen en la misma proporción, y la razón está en que los hombres son más capaces de violencia, tanto para ellos como para los otros, y también son más diestros en matar violentamente», dice entre pitillo y pitillo.
Sus personajes no suelen ser tipos admirables con los que uno desearía emparentar. Como escritor no soporta las novelas «que exageran lo limpio del mundo y sus motivaciones». «La motivación es una idea del siglo XIX y ya no se puede aplicar a nuestro tiempo». En su última novela, la detective protagonista describe así a sus compañeros de profesión : «Todos los polis somos racistas. La policía de Nueva York odia a los puertorriqueños; la de Miami, a los cubanos; la de Houston, a los mexicanos. Aquí odiamos todo lo que no sea irlandés. O policía».
La muerte tiene una importancia crucial en la obra de este escritor. Desde que desapareció su prima y compañera de la infancia Lucy Partington, secuestrada hace 25 años, cuando esperaba en la parada del autobús, por Fred y Rose West, quienes la violaron y la torturaron hasta la muerte en la que luego se conocería como la casa de los horrores, Amis se siente como una persona marcada por el destino. «Lucy desapareció un mes después de publicar mi primera novela, El libro de Rachel, y creo que todos mis libros tienen alguna conexión con aquel hecho tan terrible», reflexiona Amis.
La información (él define la información, en una de sus mejores novelas, como el momento en que descubres que no eres inmortal) le llegó al escritor de La flecha del tiempo por partida doble. Meses después de descubrir que entre los cadáveres enterrados en el jardín de los horrores estaba el de su prima Lucy se produjo el fallecimiento de su padre, el célebre escritor Kingsley Amis, una circunstancia que también ha acabado afectando a su carácter y a su manera de escribir. Su amigo el escritor Saul Bellow -Tren nocturno está dedicado a él y a su esposa- suele decirle que desde que su padre no está, Amis tiene «más gravedad».
«Desde que murió me siento más consecuente como escritor», reflexiona Amis. «Antes, cuando todavía estaba aquí, sentía que no me tenía que tomar en serio como escritor, pero ahora me noto más responsable y eso no me gusta mucho, la verdad».
El autor de El infierno americano (Editorial Plot), un libro de entrevistas que se ha convertido en una referencia periodística, no cree que la policía Mike Hoolihan acabe convirtiéndose en la protagonista de una serie. «En las últimas páginas la dejé tan borracha que no creo que pueda recuperarse, pero pasa una cosa curiosa con las novelas, y es que cuando acabas un libro los personajes retoman su libre voluntad. No lo he hecho antes con ningún otro personaje, pero Mike podría recuperarse. Nunca se debe decir nunca».
El autor de Dinero no es un fanático del género negro. Le gustan Helmut Lennet y James Ellroy, pero poco más. «Los lectores de este tipo de obras son drogadictos que necesitan leer, al menos una obra al día, y yo no soy así». Recientemete ha leído Mis rincones oscuros (Ediciones B), donde Ellroy cuenta cómo murió su madre y la investigación que realizó por los bares donde ella solía ir a ligar, pero Amis no es partidario del género autobiográfico. «Vivimos un tiempo en que los autores interesan más que sus obras». Su rechazo del género no le ha impedido adentrarse en los confictos matrimoniales de Sylvia Plath y Ted Hughes en Birthdays letters, título que reposa sobre la mesa.
Por la dinámica narrativa, Tren nocturno es la más cinematográfica de sus novelas y él es consciente de esa relación. De hecho ya ha tenido varias conversaciones con el director Nicholas Roeg sobre el libro y los actores que podrían representar la obra en la pantalla. «El cine es un negocio tan incierto que es divertido hablar de ello sin tener demasiadas esperanzas de que esos proyectos se cumplan». Los nombres que se han barajado son los de las actrices Susan Sarandon, para la detective, y Sharon Stone, para la bella suicida.
Si el proyecto sale adelante, el propio Amis escribirá el guión para el Tren nocturno cinematográfico, pero mientras Roeg consigue el dinero necesario para rodar la película, el autor de Campos de Londres dedica sus mejores horas a dar los últimos toques a una serie para la televisión británica, de ocho capítulos, en la que, junto a otros escritores, dará su particular versión sobre la novela inglesa en los últimos cien años.
Al concluir la entrevista, Amis se despide con un piropo: «España es el país europeo que más nos gusta a mi familia; mi madre, que ya vivió allí, está pensando en volverse a Ronda y mi hija mayor, de 13 años, ha estado hace poco en Sevilla perfeccionando el español, lo habla muy bien». No es el caso de Amis ni de su nueva mujer, de origen español, que apenas balbucean unas pocas palabras.
Fuera, en el barrio de calles estrechas donde vive la familia Amis, los comercios tienen una decoración minimalista, hay flores en el alféizar de las ventanas y a través de los cristales de una de las viviendas se distingue a una señora con una tetera humeante en la mano. Amis vive rodeado de una placidez contradictoria con la visión de la realidad de sus novelas.





Martin Amis / Mar gruesa / 1999

$
0
0

Martin Amis
MAR GRUESA

El  escritor británico propone la revolución al revés 

en su nuevo libro.

"Ya no soy un chico malo", dijo.



Son nueve relatos irregulares, pero todos tienen el toque Amis y, lo que es más, todos son provocadores, irónicos y políticamente incorrectos. Mar gruesa (Anagrama) analiza una realidad no siempre agradable, la distorsiona y propone una revolución al revés. "Ya sé que Mar gruesa tiene el aspecto de ser un libro políticamente incorrecto, pero me he sentido con todo el derecho a entrar en áreas muy sensibles", afirmó ayer el escritor inglés Martin Amis (1939).
"Dios, ¿sabes lo que parecía aquello? Una revolución al revés..., eso es lo que parecía. Sí, señor. Dos vaqueros con el culo al aire apaleados y masacrados por gentes de buena cuna. Dios: linchados por las clases altas". Esto es lo que les sucedió a Big Mal y Fat Lol cuando intentaban ganarse la vida, eso sí, forzando picarescamente los límites de la legalidad. Una turba de buenas gentes salidas del Coliseum se les vino encima. Lo cuenta Martin Amis en el excelente El estado de Inglaterra, un agudo retrato del Londres multirracial. "Lo políticamente correcto es muy honorable en sus orígenes y en sus intenciones", dijo Amis. "Todo el mundo tiene derecho a sentirse orgulloso de sus orígenes, pero si no hubiera diferencias, la democracia podría ser muy pesada y la política podría quedar paralizada. En este relato he querido plantear esa revolución al revés: la clase alta es la que los lincha. Se basa en algo que leí".Y otra inmersión en ese mundo al revés: Narrativa hetero, en el que los heterosexuales son los marginados, despreciados y perseguidos. También ellos se rebelan, poseen sus propias publicaciones y clubes, y algunos admiten públicamente su condición heterosexual. "¿Es una visión reaccionaria?", le preguntaron."No, sólo satirizo cierto tipo de vida homosexual. Es un tratamiento cariñoso". "¿Es usted misógino?". "Bueno, ésta es una acusación recurrente, que puede estar justificada en mi primera o segunda novela. Era un poco antifeminista. Luego di la bienvenida al feminismo, es una verdad evidente. Quien era misógino de verdad era mi padre [Kingsley Amis]. Cuando se rompió su segundo matrimonio, perdió su fe en las mujeres y su amor por ellas. Luego lo recuperó".
"¿Le resulta difícil crear personajes femeninos?". "Las diferencias entre hombres y mujeres son abismales, pero en la ficción la línea es muy ligera. Las diferencias se mezclan y se quedan sólo en tu humanidad".
Jorge Herralde, director de Anagrama, destacó la primera narración del libro, Un peldaño en la carrera, como un "satírico y humorístico retrato en paralelo de un mundo invertido: los guionistas de Hollywood son la escoria, no encuentran trabajo; en cambio, los poetas cuentan con todos los medios de posproducción y llenan los teatros". "Vivimos tiempos más prosaicos, no hay sitio para las grandes figuras. Es un mundo que se queda corto en héroes. Nuestros tiempos no pueden generar grandes poetas. Quizá la vida moderna está más abierta a la prosa y a la narrativa que a la poesía".
Amis, que escribió una novela experimental (La flecha del tiempo, contada cronológicamente al revés), admitió sólo la experimentación si se produce como algo natural. "Si se propone a la fuerza, va contra natura. Una novela en la que se suprima una letra no vale la pena, sólo la conjunción de forma e idea justifica el esfuerzo del lector". Amis dijo que le resulta más difícil escribir en el espacio corto. "Todo tiene que ser más concreto. Es un misterio por qué las historias cortas son menos populares. Quizá porque cuando el lector se mete en una de ellas se quiere quedar y no entrar en una nueva regla cada 25 páginas".
Amis, que está acabando un libro de memorias, rechazó que le definan como el enfant terrible de las letras inglesas. "Me recuerda lo que decía Mae West: "Cuando soy buena soy muy buena, pero cuando soy mala soy mejor", afirmó Herralde. "Ya tengo 50 años, ya no soy un niño malo", replicó Amis. "Una de las consecuencias de la muerte de mi padre es que yo ya no seré nunca más un chico malo".



Martin Amis / Koba el Temible / 2002

$
0
0


Martin Amis

KOBA EL TEMIBLE
2002


Martin Amis provoca la ira 

con un egocéntrico ensayo sobre Stalin



Los historiadores británicos y la izquierda intelectual reniegan de la obra 'Koba the Dread'

Al novelista y ensayista Martin Amis (Osford, 1949) nunca le ha molestado la polémica. Desde que publicó su primera obra, hace ya treinta años, ha sido carne de titular. Pero con Koba the Dread: Laughter and the Twenty Million, una revisión con tintes autorreferenciales de la era de Stalin, ha logrado que historiadores y activistas se pongan de acuerdo en descalificar una obra que al menos tiene el mérito de haber abierto en el Reino Unido el debate sobre el doble rasero con que la izquierda ha juzgado al nazismo y al comunismo. Los ataques al escritor han sido furibundos.

Martin Amis

El libro, un ensayo biográfico de 280 páginas sobre Stalin -también llamado Koba por los camaradas bolcheviques-, en el que Martin Amis entremezcla sin pudor algunas de sus obsesiones personales, se publicó en EE UU en julio y acaba de aparecer ahora en el Reino Unido editado por Jonathan Cape.
La obra, que en español podría traducirse como Koba el Terrible: las risas y los 20 millones de muertos, está estructurada en tres partes. En los capítulos centrales se retrata a Stalin y su era, mientras la primera y la última partes quieren ser una aproximación personal al debate sobre la condescendencia intelectual de Europa con el comunismo.
Amis incluye una carta póstuma, 'al fantasma de mi padre', el novelista Kingsley Amis, que entre 1941 y 1956 militó en el Partido Comunista Británico para acabar convertido en un reaccionario militante del Partido Conservador. El autor dirige una segunda carta a Christopher Hitchens, su amigo del alma desde hace treinta años, un trotskista de siempre al que Amis echa en cara su indulgencia con los crímenes y el totalitarismo soviético.
'Disiento vehementemente de la manera en que Martin Amis ha analizado los crímenes y tragedias de la era de Stalin, o más bien los ha reabierto', le ha contestado Hitchens en un artículo. 'Y confieso que estoy un poco herido por la manera en que me ha usado como material en bruto. Supongo que haber sido el único socialista revolucionario en su círculo supone una especie de distinción. Creo que podría haber ido mucho más lejos si hubiera leído el trabajo de muchos escritores superiores'.
'La parte más floja del libro de Martin es esa comparación del comunismo, e incluso del trotskismo, con el fascismo, que es endeble porque no se atreve a seguir en profundidad su sugerencia de que ambas cosas son lo mismo', sostiene Hitchens. 'No es mi problema. Son los anti-Stalin de izquierda los que me interesan, y los que me interesaban entonces', concluye el viejo amigo.
'Un buen historiador necesita muchas cualidades (...), pero por encima de todo necesita humildad. No escribimos historia para llamar la atención sobre nosotros mismos', afirma el historiador Orlando Figes, autor de numerosas obras sobre la Unión Soviética.
Aunque las solapas del libro sostienen que 'Amis nos entrega quizá las 100 mejores páginas que se han escrito sobre Stalin', Orlando Figes opina que, 'de hecho, como pieza de escritura histórica, no es original y es de segunda categoría'. 'Me recuerda a muchos de los ensayos de estudiantes pregraduados que he leído: charlatanería basada en los trabajos de otros, agudo e ingenioso (sobre todo con las palabras), precipitado en sus conclusiones y repleto de hechos confusos. Al no contar con ninguna fuente rusa -o al menos eso parece-, inevitablemente hay vacíos y distorsiones'.
'Hay errores básicos en casi todas las páginas. Sin embargo, no es la sección histórica la que realmente huele mal, sino la egocéntrica manera en que vincula los hechos de la Rusia de Stalin con su propia experiencia en las secciones personales', afirma el historiador . 'Me refiero al pasaje en que compara la muerte de su hermana, por trágica que fuera, con el sufrimiento de millones en la Unión Soviética cuyos seres queridos fueron torturados y luego asesinados por unos sádicos en la celda de una prisión o, peor todavía, enviados como esclavos a un gulag'.
O al pasaje 'despreciable y repugnante por su falta de decoro' en el que compara el llanto de su hija de seis meses con los gritos nocturnos que emanaban de la prisión moscovita de Burtyrki en la época del Gran Terror. 'El auténtico protagonista de su libro no es ni Stalin ni sus víctimas, sino Amis, el pretendido historiador: Amis cavilando sobre el sufrimiento del mundo desde la seguridad de su hogar', proclama Figes.
'Es un ensayo basado por completo en más que conocido material de segunda mano y con una febril especulación psicohistórica', denuncia Jason Cowley, editor literario del semanario New Statesman, la revista de la izquierda en la que Martin Amis y Christopher Hitchens trabajaron juntos hace treinta años.
'Amis se ha sorprendido de la hostilidad de los historiadores hacia este libro. Quizá le estaban diciendo algo importante, como, por ejemplo, que ha llegado el momento de que vuelva a hacer lo mejor que sabe hacer: escribir ficción cómica', concluye Cowley con acidez.



Martin Amis / La viuda embarazada / 2009

$
0
0

Martin Amis
LA VIUDAD EMBARAZADA
2009

La revolución sexual de los setenta, 

según Martin Amis

El escritor británico lee en el Hay de Granada el inicio de su próxima novela



Martin Amis llegó con la chaqueta al hombro, media sonrisa, un sutil contoneo de cadera y un manuscrito entre las manos. El motivo de su buen humor quedó claro a los pocos minutos de escuchar su intervención. Cuando no escribe, vive, y ahora acaba de terminar su última novela, seis años de trabajo que por fin se han resuelto, una novela sobre la revolución sexual, sobre la decrepitud física, sobre un hombre que se mira al espejo y ya no se reconoce.

Martin Amis
Granada, 2006
El escritor británico quiso compartir con el público del Mapfre Hay Festival Alhambra, que anoche se clausuró en Granada, las primeras impresiones sobre su nueva obra. Y lo hizo con una costumbre que el escritor de obras como Dinero parecía haber perdido: reírse de sí mismo y de su oficio.

Según Maruja Torres, "la familia es el núcleo fatídico del mundo árabe"

"Yo quería hablar de esto, de envejecer", dice el autor de 'Dinero'
La viuda embarazada es el título de la novela. Amis (Oxford, 1949) leyó sus primeras páginas y confesó que por primera vez en su vida había incluido tres epitafios. El primero es una cita del pensador ruso Alexandr Herzen (de quien toma el título y la idea de que lo que queda después de una revolución no es algo que nace, "sino una viuda embarazada"); el segundo remite al significado de la palabra narcisista y el tercero está tomado de un poeta único cuya brutal masculinidad sigue provocando hoy escalofrío: Ted Hughes. En su versión en verso de La metamorfosis, de Ovidio, Hughes escribió: "Ahora estoy preparado para hablar de cómo el cuerpo se transforma / En otros cuerpos". Y de todo eso, dice Amis, habla su novela.
"El libro está situado en el presente y en la revolución sexual de los años setenta, que arrancó en 1963. Ocurre en un castillo de Italia y como en toda revolución hay cosas que se van, cosas que llegan y cosas que se quedan. Dicen que la revolución sexual de los años setenta fue de otra manera en España, que aquí, después de la muerte del general Franco, se pasó del siglo XIX al XXI en dos semanas, al menos sexualmente". "El personaje de la novela", continuó el escritor, "rondaba los 20 años en los setenta y ahora pasa de los 50. Es curioso, pero la literatura jamás me avisó de lo que me iba a pasar al hacerme mayor. Nunca me dio una pista. Y yo quería hablar de esto: de envejecer".
Amis, que siempre ha arrastrado fama de ser un hombre seductor, que fue niño actor en la película Viento en las velas, y que ha escrito abiertamente sobre sus problemas dentales (le gusta presumir de cómo la pérdida de su dentadura en la cuarentena le hermana con dos de sus mitos, James Joyce y Vladímir Nabokov), apuntó entre muchas carcajadas: "Cuando uno sobrepasa los 50, el espejo pierde el poder de decirte lo que eres. Y lo que empieza como una película de terror acaba convertido en una película snuff".
El escritor británico señaló que el proceso de escribir una novela es averiguar qué es esa novela y qué significa. Quizá por eso leyó las primeras páginas con poderosa satisfacción, pero sin un ápice de pomposidad. Ficción y ecos autobiográficos en una novela que arranca con una frase rotunda y enigmática: "Ésta es la historia de un trauma sexual. (...) Todo lo que sigue es real. Italia es real. El castillo es real. Las chicas y los chicos son reales (Rita es real, Adriano, increíblemente, pero también es real). Ni siquiera se han cambiado los nombres. ¿Para qué? ¿Para proteger su inocencia? No había inocentes. O, quizá, todos ellos eran inocentes pero nadie puede protegerles".
El Hay Festival se clausuró ayer después de cuatro días entregados a los posibles caminos de la palabra, en los que han participado escritores como el turco Orhan Pamuk, el argentino Andrés Neuman y los españoles Javier Cercas, David Trueba y Félix Romeo. Ayer se habló de William Shakespeare y del mundo árabe, de poesía y de literatura y, otra vez, de periodismo. La escritora y periodista Maruja Torres charló con el redactor jefe del suplemento cultural Babelia, de EL PAÍS, Guillermo Altares, sobre su última novela y premio Nadal, Esperadme en el cielo, y sobre Barcelona, "su esposa", y Beirut, "su amante". Al escuchar a Martin Amis criticar la falacia occidental de la "multiculturalidad" ("yo soy multirracialista, que no es lo mismo", dijo el británico), Maruja Torres confirmó la idea de no poder aceptar culturas "atrasadas" en el trato a la mujer.
"El Líbano", manifestó la escritora y periodista, "es diferente a Afganistán u otros países del Golfo y pese a que allí encuentro espacios de ternura que aquí hemos perdido, y de que también hay lugar para las libertades, lo que se impone es un patriarcado que resulta igual para una mujer cristiana que musulmana. La familia es el núcleo fatídico del mundo árabe, donde lo que quieren es una hija guapa, que se case virgen con un hombre rico. Y ese yugo familiar, me temo, ¿acaso no nos recuerda algo?".



Xavier Moret / Que vienen los ingleses

$
0
0
Ian McEwan, Christopher Hitchens y Martin Amis

¡Que vienen los ingleses!



Una visita a las librerías permite constatar que la rentrée literaria tiene este otoño un marcado acento inglés. La escuadra de autores del Reino Unido se ha permitido un desembarco fulgurante, con lo mejor de cada casa y con la visita a Barcelona, anunciada para las próximas semanas, de pesos pesados de la categoría de Julian Barnes, Martin Amis y Hanif Kureishi. O sea que no sólo podremos tener el placer de leer sus libros, sino que tendremos ocasión de asistir en directo a sus lecturas en el Instituto Británico. A este paso, se nos pondrá cara de ingleses y hasta es posible que sucumbamos a la tradición del te de las cinco. Julian Barnes, el más afrancesado de los autores ingleses, tiene una de esas obras amplias y variadas que se degustan siempre con placer, con parada especial en su superéxito El loro de Flaubert. Nos trae ahora Inglaterra, Inglaterra, obra que desde el mismísimo título puede calificarse de muy inglesa. Se trata de una divertida novela en la que un millonario excéntrico se permite recrear en la isla de Wight una reproducción de lo más emblemático de Inglaterra. Aunque esta visión cómico-futurista pueda parecer absolutamente desmadrada, no hay más que irse a Las Vegas para darse cuenta de que, una vez más, la realidad supera la ficción. En la ciudad más kitsch de Estados Unidos ya hay hoteles que reproducen en medio del desierto de Nevada los canales de Venecia, la torre Eiffel y las pirámides de Egipto. La locura global, en definitiva, y siempre a mayor gloria de los casinos y del dólar. Ian McEwan, de la cosecha de 1948 y autor de novelas como El inocente y Los perros negros, publica ahora Amsterdam, una obra avalada por el prestigioso Premio Booker. McEwan está en forma y lo demuestra con esta sátira social en la que sabe mezclar perfectamente lo negro y lo cómico, algo que siempre se le ha dado bien. Martin Amis, un valor sólido que lleva años en primera fila y que ha sobrevivido a toda clase de polémicas, nos trae los relatos de Mar gruesa, publicados en buena parte en revistas norteamericanas. Amis demuestra ser un maestro también en este terreno. El siguiente en la lista es Hanif Kureishi, que como autor de Mi hermosa lavandería y El buda de los suburbios se ganó ya un buen club de lectores. En su nueva novela, Intimidad, Kureishi riza el rizo y pone su intimidad en primer plano, con la crónica de una separación de un escritor que se parece mucho a él. Graham Swift, último de los desembarcados y autor de la inolvidable El país del agua, novela en Fuera de este mundo el horror de la guerra, con un atentado del IRA como punto de partida y con un fotógrafo en la primera línea de una visión en teoría objetiva. Los cinco autores, en conjunto, componen un grupo generacional variado y de calidad. Podríamos añadir otros seis nombres -por ejemplo, William Boyd, Kazuo Ishiguro, Salman Rushdie, Timothy Mo y Jonathan Coe- y ya tendríamos un equipo titular inglés capaz de desafiar a cualquier selección nacional. En el grupo hay de todo: tradición, toques afrancesados, rastros de Oxford, influencia norteamericana y restos del imperio británico sabiamente asimilados por autores de origen chino, paquistaní o japonés. Desde España hemos visto otros intentos similares de desembarco generacional -de autores italianos, sin ir más lejos- que se han desinflado con el tiempo.Los ingleses, en cambio, siguen siendo un valor sólido y variado. ¿Cuál es la fórmula? Éste es el secreto por el que pagaría una fortuna cualquier editor. Los responsables de la cultura oficial de por aquí han intentado crear de un modo artificial generaciones literarias de calidad, pero me temo que la cosa no ha funcionado. Y es que no es nada fácil. Los ingleses, de hecho, surgieron por generación espontánea cuando todo el mundo daba por hecho que la literatura inglesa ya estaba acabada y que lo que se llevaba era la norteamericana. Quizá ésta sea la fórmula: jugar al despiste, proclamar que el país no da para más y empezar desde cero a asimilar los restos de una decadencia para dejar que cada escritor haga su vida sin interferencias oficiales. Sólo entonces, cuando ya se pueda formar una selección vistosilla surgida de modo espontáneo, será el momento de que los organismos oficiales se atribuyan el mérito. Antes no, no vayan a estropearlo todo.



Un día con Tim Burton

$
0
0


Un día con Tim Burton

Visto por fuera el cineasta parece un genio loco pero por dentro esconde un alma sensible capaz de crear personajes entrañables


Visto por fuera Tim Burton puede parecer un genio loco o un científico despistado pero por dentro esconde un alma sensible capaz de crear personajes entrañables, desamparados e incomprendidos. Él mismo, de niño, era raro e introvertido. Creció viendo películas de serie B, sobre todo las que protagonizaba Vincent Price en la factoría de Roger Corman. Todos aquellos largometrajes le servirían, años después, para ir construyendo un mundo propio habitado por criaturas en buena parte hechas a su imagen y semejanza.
Tim Burton nació en Burbank, California, el 25 de agosto de 1958. Comenzó su carrera como dibujante en la compañía Disney pero muy pronto comprendió que los cuentos infantiles que allí se rodaban eran radicalmente diferentes a los que él imaginaba. En 1985, después de realizar varios cortos, debutó como director de largometrajes con La gran aventura de Pee-wee, una comedia sobre el excéntrico cómico Pee-wee Herman. Su segunda película fue Bitelchús, una divertida y nada terrorífica historia de fantasmas protagonizada por Michael Keaton. Este mismo actor encabezaría el reparto de dos de los mayores éxitos de taquilla de toda su filmografía: Batman y Batman vuelve.
Con Eduardo Manostijeras Burton logró el definitivo aplauso de crítica y público y la consolidación de su estilo. El film fue, además, el inicio de su colaboración con Johnny Depp, que desde entonces se convirtió en su alter ego en títulos como Ed Wood o Charlie y la fábrica de chocolate.
Han pasado tres décadas desde su debut y la filmografía de Tim Burton no ha dejado de engordar. En los últimos años hemos visto, entre otras, sus discutidas versiones de El planeta de los simios y de Alicia en el país de las maravillas; el musical Sweeney Toddel barbero diabólico de la calle Fleet o Frankenweenie, basada en uno de los cortos que realizó de joven.
Pero la magia de Tim Burton no se detiene. Para el próximo otoño tiene previsto el estreno de Big Eyes, protagonizada por Amy Adams y Cristoph Waltz, centrada en la vida de la pintora Margaret Keane, una artista que se caracterizaba por dibujar a sus personajes con los ojos grandes.
El próximo domingo 25 de mayo TCM invita a sus espectadores a pasar un día en el mágico universo cinematográfico de Tim Burton, disfrutando en alta definición de alguna de sus mejores películas, como BatmanCharlie y la fábrica de chocolate,Pesadilla antes de Navidad o Ed Wood. Además TCM emitirá en exclusiva una nueva entrega de Una vida en imágenes, el programa de entrevistas realizadas por la Academia del Cine Británico (BAFTA), y que está dedicado en esta ocasión a la figura y a la trayectoria artística de este realizador norteamericano.




Quino / Quinoterapia

Hilda Hilst / Alcoólicas I / Es cruda la vida

$
0
0



Hilda Hilst
ALCOÓLICAS I 

Es cruda la vida. Asa de tripa y de metal.
En ella me despeño: piedra dilación herida.
Es cruda y dura la vida. Como un pedazo de víbora.
La como en la lividez de la lengua
Tinta, te lavo los antebrazos, Vida, me lavo
En lo delgado-poco
De mi cuerpo, lavo las vigas de los huesos, mi vida
Tu uña plomiza, mi abrigo rosso.
Y deambulamos de coturno por las calles
Púrpuras, góticas, ebrias de cuerpo y copas.
La vida es cruda. Hambrienta como el pico de los cuervos.
Y puede ser tan generosa y mítica: arroyo, lágrima
Ojo de agua, bebida. La vida es líquida.








Hilda Hilst / 19 / Prométeme que te quedarás

$
0
0




Hilda Hilst
BIOGRAFÍA

19

Prométeme que te quedarás
hasta que la madrugada te sorprenda
Aunque no sea abril
esta noche que desciende
aunque no haya estrellas ni esperanza
en este amor que amanece


Roteiro do silêncio, 1959







Wisława Szymborska / A algunos les gusta la poesía

$
0
0

Wisława Szymborska
A ALGUNOS LES GUSTA LA POESÍA 

A algunos, 
es decir, no a todos. 
Ni siquiera a los más, sino a los menos. 
Sin contar las escuelas, donde es obligatoria, 
y a los mismo poetas, 
serán dos de cada mil personas.

Les gusta, 
como también les gusta la sopa de fideos, 
como les gustan los cumplidos y el color azul, 
como les gusta la vieja bufanda, 
como les gusta salirse con la suya, 
como les gusta acariciar al perro.

La poesía, 
pero qué es la poesía.
Más de una insegura respuesta
se ha dado a esta pregunta.
Y yo no sé, y sigo sin saber, y a esto me aferro.


Traducción de Gerardo Beltrán, David A. Carión Sánchez y Abel A. Murcia Soriano, in El gran númeroFin y principio y otros poemas (Wisława Szymborska) poesía Hiperión, 4ª edición, 2008.



Durs Grünbein / Dos versos

$
0
0


Dos versos de Durs Grünbein

Traducción de José Luis Reina Palazón

El olvido es incoloro. Como cada deseo
se lee la muerte en los labios.

Das Vergessen ist farblos. Wie jeder Wunsch
Wird der Tod von den Lippen gelesen.


Durs Grünbein
Lección de la base del cráneo.
La Poesía, señor hidalgo, Barcelona, 2002


Viewing all 13599 articles
Browse latest View live