EL TRASNOCHADO
con sus dulces entrañas cerradas,
algunas noches
mi pene despierta.
Sólo estamos tú y yo, solos, le digo,
ella dormirá hasta mañana.
Mira alrededor. Una vena azul
cruza toda su tristeza.
Escucha la canción del deseo
que nunca tiene sentido.
Luego pregunta: ¿Otras?
El mundo se ha acabado,
ya no hay más mujeres, le digo.
Ninguna mentira lo derrota,
y porfia, ¿y los ángeles?
El cielo también se ha acabado,
y las sirenas
y todas las quimeras.
Entonce suspira, se emboza
y se queda dormido.
José Watanabe
Poesía completa
Colección Cruz del Sur
Pre-textos, Madrid, 2008, p. 448
Lea, además
José Watanabe / He dicho
José Watanabe / Tres poemas
José Watanabe / Fábula
José Watanabe / La jarra
José Watanabe / Orgasmo
José Watanabe
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Pre-textos, Madrid, 2008, p. 448
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