Quantcast
Channel: De otros mundos
Viewing all articles
Browse latest Browse all 13627

Andrea Camilleri / Montalbano me chantajea

$
0
0
El mundo de Andrea Camilleri y su Montalbano



El mundo de Andrea Camilleri y su Montalbano

La Semana de Novela Negra de Barcelona disecciona la palabra del escritor italiano y de su serie más conocida

Cultura | 01/02/2013 - 15:10h







Barcelona (EFE/Jose Oliva).- La exposición con la que arranca hoy la Semana de Novela Negra de Barcelona BCNegra 2013 disecciona la palabra del escritor italiano Andrea Camilleri y de su serie más conocida, la del comisario Montalbano.
El comisario de la exposición, Joaquim Noguero, explica que "no hay mucha distancia entre el director de teatro Andrea Camilleri, el guionista y adaptador televisivo y el escritor de narrativa de género negro".
Dice Noguero que "por encima de todo, un director teatral es un buen lector, alguien que sabe subrayar al espectador lo esencial de textos a veces muy complejos".
Por esa razón, la exposición Formas de Camilleri, que estará abierta en la Biblioteca Jaume Fuster hasta 18 de marzo, propone un homenaje al escritor siciliano a través de "actos sucesivos de lectura", es decir, "el terreno de juego de Camilleri".
La muestra se plantea como un "paseo tranquilo" al faro de Camilleri para digerir el buen plato que representan sus novelas.
El recorrido expositivo comienza con "La forma del agua", la primera novela en la que apareció Salvo Montalbano, "hijo de la imaginación del escritor siciliano, sobrino del Pepe Carvalho de Vázquez Montalbán, del Maigret de Simenon e incluso del televisivo Inspector Colombo (Peter Falk)", señala Noguero.
Para el comisario de la exposición, "no es casual que Montalbano sea tan buen lector como el propio Camilleri" y finalmente el protagonista de la serie es "pariente de sangre de la gente de Sicilia, de ese paisanaje que tan bien conoce su autor".
En una suerte de "informe analítico", la exposición explica el método poco convencional de Montalbano, que actúa igual que Maigret: "ni siquiera toma apuntes y en las primeras novelas le molesta imaginar la clásica imagen del policía con libreta. Cuando en los últimos títulos comienza a perder memoria fotográfica, entonces se envía cartas a sí mismo para fijar las piezas relevantes del caso en un relato unitario".
En la búsqueda de la esencia del personaje, Noguero recuerda que "Montalbano es hijo del mayo del 68": uno de los relatos del libro "Un mes con Montalbano", lo presenta directamente en los disturbios callejeros de la época universitaria, una experiencia que deja posteriormente un poso en sus "críticas a la burocracia, a la prepotencia de los políticos, periodistas e incluso policías".
En opinión del comisario de la exposición, Camilleri es un "cronista" porque el autor cuenta lo que ve y recuerda; y da forma de novela a la lengua que habla la gente, a sus formas de vida y de relación, a sus hábitos culinarios, a la forma en que pasean.
Las novelas de Montalbano son también un recorrido por los propios gustos culturales de su autor, "sin caer en la pedantería"; desde Sciascia, Pavese, Vitorini y Borges, a Dante, Kafka, Leopardi, Pirandello, Dürrenmatt, Agatha Christie, o incluso el cine cómico de Chaplin, Harold Lloyd, Laurel y Hardy, y el cómic clásico norteamericano de los años 30.
"En cuestión de gustos él estaba más cerca de Maigret que de Pepe Carvalho, que se hartaba de platos capaces de quemar la panza de un tiburón", se puede leer en un fragmento de "El perro de terracota", segunda novela de la serie.
Sin embargo, remarca Noguero, Simenon, por ser heredero de la moral calvinista que imperaba en la Bélgica del momento, no se entrega a placeres paganos como la comida, el vino, los baños de mar o la belleza de las mujeres.
La exposición se completa con las ediciones en italiano (Sellerio editore Palermo), castellano (Salamandra) y catalán (Edicions 62) de la serie, así como con la versión televisiva producida por la RAI italiana y protagonizada por Luca Zingaretti.
Una serie que, a decir del comisario de la muestra, conserva "el humor, el gusto de Montalbano por la cocina siciliana, la luz de los paisajes y, sobre todo, la galería de tipos humanos que ha seducido a los lectores".
La exposición se cierra con una fotografía en la que se puede contemplar a un joven Camilleri apoyado en su escritorio, un secreter al pie de su cama en el que destaca la presencia de una máquina de escribir, una antigua Remington. Otro clásico del género.







Andrea Camilleri

"Montalbano me chantajea"


Llega a España La pista de arena, nueva entrega de la serie de su popular comisario, que el autor siciliano confiesa que da por terminada


El Cultural, 27 de abril de 2010

Por Alberto Ojeda

Al otro lado del teléfono parece que a uno le está hablando el propio Vito Corleone. La voz mana de una caja de resonancia barnizada por el humo del tabaco y la senectud. La cadencia es morosa y el acento siciliano. Un castizo diría -llanamente- que acojona. Imposible no pensar en legendario Padrino interpretado por Marlon Brando. Pero la persona que responde desde su casa de Roma, amabílisimo a pesar del tono grave, es Andrea Camilleri (Porto Empedocle, Sicilia, 1925), el autor italiano que más libros vende (en los últimos años no ha sido raro encontrar cinco títulos suyos ocupando los cinco primeros puestos de la lista de más vendidos de su país) y alguien cuya biografía e intención vital está en las antípodas del célebre personaje de Coppola. Su obra narrativa, y en particular su saga del policía Montalbano, constituyen un sentido alegato contra la mafia. Eso sí, un alegato sutil. Su denuncia no es una embestida frontal contra el fenómeno mafioso, como la de Saviano en Gomorra, sino más reposada, casi insinuada: él cuenta cómo Montalbano va tirando del hilo de un caso cualquiera y al final, invariablemente, los largos tentáculos de la mafia saltan a escena. Ahora llega a España La pista de arena (Salamandra), la décimosexta entrega de la serie, en la que el popular comisario se ve inmerso en el oscuro mundo de las carreras clandestinas de caballos. Sus incondicionales deben paladear bien estos últimos montalbanos, porque el autor siciliano confiesa que da por cerrada la saga. “Él último lo he escrito hace poco. Ahora sólo quedan por salir los cuatro o cinco inéditos que tengo en la recámara”. Dicho queda.

Pregunta.- Ya en el 2000 expresaba su cansancio de Montalbano, más en concreto de su tremendo éxito, que le obligaba a pagar el peaje molesto de la popularidad. ¿Cómo ha sido la relación con su personaje más carismático?
Respuesta.- Bueno, como toda relación comenzó felizmente, pero ha habido momentos en que se iba deteriorando. A veces veo a Montalbano como a alguien que me chantajea, del que no me puedo liberar, porque aunque yo no escriba nuevas entregas de la serie, que ya va, más o menos, por las 20, se sigue reeditando continuamente. De hecho, como escritura, Montalbano para mí está terminado, porque no voy a escribir más aventuras suyas, aunque él seguirá vivo mucho tiempo, porque irán saliendo los cuatro o cinco inéditos que tengo guardados. 

P.- ¿De qué títulos de la serie se siente más orgulloso?
R.- De El ladrón de meriendas y de Ardores de agosto. Estos son los que más me gustan.

P.- ¿Cuánto tiempo cree que aguantaría Montalbano en el cuerpo de policía italiano actual?
R.- No, no... él se habría marchado ya, o le habrían echado. Él aguanta ahí en la ficción, pero no lo haría en la realidad.

P.- ¿Le resultó a usted tan traumático como a Montalbano la necesidad de utilizar gafas?
R.- Es que él tiene pánico a envejecer. La verdad que no. ¿Sabe por qué? Porque yo llevo gafas desde cuando era casi un niño (risas).

P.- ¿Le gusta la estatua de Montalbano que han erigido en Porto Empedocle, su pueblo natal?
R.- Sí, me gusta mucho, porque no es el Montalbano televisivo interpretado por Luca Zingaretti, sino más parecido al Montalbano literario creado por mí, con pelo, bigote y una edad cercana, casi 60 años.

P.- ¿Le saluda cuando se cruza con él?
R.- No sólo yo, sino mucha gente. Es una estatua muy humana. Parece una persona que descansa un momento durante un paseo, apoyado en una farola. No está sobre un pedestal. Es del mismo escultor que hizo la de Sciascia en Racalmuto.

P.- Por cierto, hablando de Sciascia, acaba de publicar en Italia Il onerovole sicialano, en el que comenta sus intervenciones cuando participó en la comisión antimafia del Parlamento italiano. ¿Creía necesario reivindicar su figura?
R.- Sí, me parece justo hablar de una faceta de Sciascia menos conocida, su actividad propiamente política. Quería proponer de nuevo el estilo magistral de sus intervenciones parlamentarias, que deberían ser estudiadas hoy por todos lo diputados italianos porque la verdad carecen de toda noción de la escritura y el estilo. La verdad es que me gustaría distribuir este libro gratuitamente entre todos ellos. 

P.- ¿Cree, como él, que Sicilia es el mundo?
R.- Bueno, todo el mundo no, pero sí una parte muy importante (risas).

P.- Reconoce que es un escritor sin fantasía, que es la realidad la que le inspira, pero ¿dónde busca o encuentra dentro de esta realidad sus historias?
R.- Todo lo que respecta a la serie de Montalbano está tomado de la crónica de sucesos de los periódicos, aunque yo lo cambio de un modo tal que luego es difícil identificar de qué hechos reales está tomada la historia.

P.- Cuando no le viene la inspiración, se escribe cartas a sí mismo. ¿Qué cosas se cuenta en estas cartas?
R.- No sólo me escribo cartas a mí mismo, también se las escribo a personas desconocidas o que me invento. Es que para mí la escritura debe ser un ejercicio cotidiano, como el que realiza el pianista, porque si no la mano se oxida, y eso es algo que no se puede permitir un escritor.

P.- Su escritura se funda en una reinvención del siciliano. ¿En qué consiste esta?
R.- Yo empleo una combinación del siciliano y el italiano. El primero me sirve más la descripción de emociones y sentimientos, mientras que el segundo lo empleo sobre todo para la descripción de objetos y conceptos.

P.- ¿Qué piensa del éxito de Liga Norte en las últimas elecciones regionales? ¿Es una verdadera amenaza para la unidad italiana?
R.- Sí, es una seria amenaza para la unidad italiana. El hecho de este triunfo se dé en la celebración del 150° de esta unidad me resulta especialmente triste y desagradable. 


http://www.elcultural.es/noticias/LETRAS/446/Andrea_Camilleri-_Montalbano_me_chantajea




"Sólo se puede ser siciliano con ironía", 

afirma el escritor Andrea Camilleri

Se publican dos libros del fenómeno literario del año en Italia


Rosa Montero
Barcelona, El País, 17 de febrero de 1999
Andrea Camilleri es siciliano, se considera comunista, aunque no tiene carnet y cumple este año los 74. Cinco de sus libros han coincidido simultáneamente en las listas de los más vendidos en Italia, arrastrados por el éxito de los relatos policiacos Un mes con Montalbano. Escribió su primera novela, Il corso de le cose, a los 42 años y fue rechazada por 10 editoriales italianas. Ahora se lo disputan en su país y en el extranjero. Las españolas pelearon duramente en la pasada Feria de Francfort: Emecé se queda con la serie policiaca (además de los citados relatos,La forma dell'aqua, Il cane de terracota, Il ladro de merendini y La voce del violino); Destino, con la serie histórica (La concesión del teléfono, La staggione della caccia, Il birraio di Preston y Un filo di fumo). Y Edicions 62 las sacará todas en catalán al mismo tiempo que las otras lo hagan en castellano. Ayer se presentaron las dos primeras en Barcelona.Policiaca e histórica coinciden en que se desarrollan en Vigàta -un pueblo imaginario siciliano-, en que tienen mucho humor, ritmo e ironía. "Un personaje de Sciascia preguntaba cómo se puede ser siciliano. El escritor no daba respuesta a la pregunta. Yo sí tengo una respuesta: sólo se puede ser siciliano con mucha ironía". Camilleri reconoce la dificultad de traducción que tienen sus libros. "No escribo en italiano de verdad, sino en siciliano, una mezcla de idioma y dialecto. Cuando empecé a escribir en serio me di cuenta de que la lengua italiana no me servía. De la misma manera que no puedo contar historias que no tengan que ver con mi tierra".
Homenaje a "El pianista"
"Siempre he publicado mis libros en Sellerio [una pequeña y prestigiosa editorial siciliana] y creo que han funcionado por el boca-oído, porque Elvira [Sellerio] no hace publicidad. En 1994 se vendieron 10.000 ejemplares; al año siguiente hubo un bajón, 8.000; en 1996 ya fueron 17.000 y en 1998 fueron más de 150.000 de Un mese con Montalbano". Cuando le hablan de traducciones y más traducciones dice que tiene miedo de que un día despierte y se dé cuenta de que no "es verdad". Con Un mes con Montalbán, Camilleri "traicionó" a Sellerio. "Elvira fue muy comprensiva: "Si tienes que ponerme los cuernos", me dijo, "que sea con Mondadori". Con esta editorial ha firmado para otro libro de relatos del comisario Montalbano y reserva para Sellerio "la quinta y probablemente última novela de este personaje. Cuando escribes una serie de este tipo, el protagonista acaba matando al autor".
Camilleri se siente impresionado de cómo han funcionado sus novelas. "Y eso que no han tenido demasiadas buenas críticas. Ya se sabe, eso de que para un público mediocre un escritor mediocre. También me reprochan que no afronte el problema de la Mafia. No niego esta realidad terrible, y aparece en mis libros, pero no quiero novelarla porque si lo hiciera quizá acabaría ennobleciéndola".
Salvo Montalbano es comisario de policía en Vigàta, y su figura, mediana edad, con una novia en Génova, que muchos lectores sicilianos no le perdonan porque no es de allí, gran lector, al que envejecen los casos que resuelve, queda muy bien definida en los 30 relatos que componen Un mes con... En España se ha dicho que el nombre de Montalbano es un homenaje a Manuel Vázquez Montalbán. "En realidad lo es a El pianista, que me llegó cuando estaba escribiendo El birraio de Preston. Necesitaba hacer una alteración en el tiempo y no acababa de decidirme. En este sentido la novela de Vázquez Montalbán me fue de gran ayuda. Por ello me siento en deuda con él, no con Carvalho".
La concesión del teléfono, situada en 1891, es muy divertida y de estructura muy original, que alterna cartas y diálogos en los que cuenta la peripecia de un hombre que quiere conseguir que le den línea telefónica, algo complicado en la época.




Andrea Camilleri 

“La mafia mata periodistas, no novelistas”

19
El éxito se le echó encima ya con 70 años, gracias a su popular detective Montalbano, y empezó a vender libros a miles tras décadas urdiendo novelones históricos y poemas para minorías. En España han salido casi de una tacada dos nuevas entregas de su saga, La danza de la gaviota y La búsqueda del tesoro.

Andrea Camilleri (Porto Empedocle, Sicilia, 1925) tiene 87 años pero sigue fumando y escribiendo con la pasión y el ritmo de un adolescente. Su editor, Antonio Sellerio, cuenta que el cenicero de su casa parece un erizo de todas las colillas que suele tener clavadas. Y de su pulso creador da cuenta la ristra de montalbanos, que no deja de crecer. En España han salido casi de una tacada dos nuevas entregas: La danza de la gaviota y La búsqueda del tesoro(Salamandra). Esta última es la decimoséptima que se publica aquí, aunque en su cartuchera todavía tiene otras tres.
El autor siciliano se sacó de la manga al comisario como una especie de desafío. Quería contar de una vez una historia de un tirón. Dio a la imprenta los dos primeros volúmenes y con eso se daba por satisfecho. Pero el éxito, ya con 70 años, se le echó encima. Empezó a vender por miles sus ejemplares. Algo que no le había pasado hasta entonces, después de varias décadas urdiendo poesías y novelones históricos para minorías selectas. Ya no pudo dar marcha atrás y siguió cocinando nuevas tramas para sus fieles lectores. Con una serie de ingredientes que nunca faltan: el gusto por el diálogo, que viene de sus años como director de escena y su admiración rendida de Pirandello; el escenario al fondo de la Sicilia eterna, con sus inercias y vicios atávicos (la cosa nostra, la corrupción institucionalizada…); las corazanadas del detective, que siempre le ayudan mucho más que las deducciones lógicas y estrictamente racionales a la hora de resolver cada caso… Estos meses también Televisión Española emite los capítulos de la serie los sábados por la tarde, una adaptación a la pantalla pequeña con la que Camilleri, más allá de las diferencias físicas de su personaje (en la tele es más joven y atlético), convive pacíficamente.
Desde su casa Roma responde a este cuestionario de El Cultural, que le sirve para repasar su atípica trayectoria como escritor, esbozar sus proyectos futuros (entre los que se cuenta deshacerse de Montalbano algún día) y glosar a los autores y personalidades que más le han moldeado durante la forja de su personalidad literaria: Cervantes, Joyce, Pasolini, Simenon, Eva Sellerio, Sciascia… Eso sí, de política no quiere ni oír hablar: por hartazgo y desesperación. Cómo le entendemos…

Pregunta.- Ya tiene escrita la novela en la que termina con Salvo Montalbano. ¿Cómo va la tentación de publicarla?

Respuesta.- Como tenía ya en mente un buen final literario para mi personaje, decidí escribir el último montalbano hace siete años. Así, cuando me canse de escribir más entregas de la serie lo publicaré. Aunque voy a esperar todavía.

P.- Sciascia le recomendó escribir novela negra, porque ésta es como “una cárcel” para un escritor en la que encerrarse para trabajar con disciplina y regularidad. ¿Montalbano se ha convertido en una cárcel de la que no puede escapar?

R.- No, no. Yo estoy muy agradecido a Montalbano. Gracias a él puedo tener en el catálogo de mis editoriales todas mis novelas históricas. 

P.- Hablando de Sciascia: usted lo llama “el eléctrico” porque siempre le carga las pilas. ¿Cuál es su verdadera influencia en usted?

R.- No es una influencia directa, sino indirecta. Sciascia es un continuo estímulo para mi “inteligencia”, en el sentido de “intellegere”, es decir de entender las cosas.

P.-¿Cómo se puede entender en profundidad el fenómeno mafioso: leyendo sus montalbanos o las investigaciones de Saviano?

R.- La diferencia principal es que escribo novelas y Saviano publica un suerte de encuentro el ensayo y la novela, novelas de no ficción podríamos denominarlas. Es un modo muy inteligente de abordar el problema. Yo con Montalbano no afronto el tema de la mafia, lo doy ya por existente y lo trato marginalmente.

P.-¿Por eso a él le persiguen y a usted lo han dejado tranquilo?

R.- Precisamente porque Saviano habla de personajes reales. Él ha trabajado sobre este asunto ya desde la trinchera del periodismo, hablando con nombres y apellidos, mientras que mis personajes son todos producto de la fantasía. La camorra no mata novelistas, pero sí periodistas.

P.- El texto de su último título de la serie, La búsqueda del tesoro, está compuesto casi en dos tercios por diálogos. Es muy teatral.

R.- Sí, señor. Para mí el teatro es el ejercicio del diálogo y una experiencia fundamental en mi escritura. Tanto es así que antes de imaginarme físicamente a un personaje, lo hago hablar. 

P.-¿Y de Piradenllo cuál es la enseñanza principal que ha extraído?

R.- La pluralidad de puntos de vista. La relatividad de los juicios y tantas otras cosas que conforman el pensamiento contemporáneo.

P.- Ahora en Porto Empedocle una estatua de Montalbano comparte plaza con Pirandello. Qué satisfacción, ¿no?

R.- Ha sido una curiosa coincidencia la colocación tan cercana de ambos monumentos. Me siento muy orgulloso, claro. Pirandello apunta con el dedo al comisario porque no tiene la mínima idea de quién puede ser.

P.- En La búsqueda del tesoro parece Bruce Willis, escalando edificios para detener a los malvados mientras le disparan. ¿No le da pena meterle en semejantes embolados?

R.- Sí, la verdad es que me da mucha pena, el pobre. Él mismo se ve a sí mismo ridículo metido en este tipo de entuertos a su edad.

P.- Sé que no quiere hablar de política (le entiendo perfectamente) pero ¿cree que Italia conseguirá dotarse finalmente de un gobierno?

R.- Pues me gustaría darle una respuesta pero en este momento estamos todavía en alta mar por la elección de un presidente de la República. ¡Imagínese para el gobierno! [Camilleri había respondido a este cuestionario una par de días antes de que Napolitano renovase por sorpresa su mandato].

P.- Alguna vez ha recordado que la única vez que vio a Pasolini discutieron aparatosamente sobre cómo poner en escena Il Pilade. ¿Le echa mucho de menos, usted e Italia?

R.- Yo le echo mucho en falta. Era alguien absolutamente necesario. No es que compartiese todas sus ideas pero era un excelente estímulo para el debate y el intercambio de ideas. Creo que no es una casualidad que en la Italia de hoy no surja nadie con un pensamiento tan heterodoxo y diverso como el de Pasolini. 

P.-¿Está ahora afiliado a algún partido filocomunista? ¿Tiene todavía fe en el comunismo?

R.- No, no estoy afiliado a ninguno de los partidos de izquierda que surgieron tras la disolución del Partido Comunista italiano. Sin embargo, sigo teniendo un alma comunista.

P.-¿Por qué lanzó huevos a un crucifijo cuando estaba en la escuela?

R.- Porque quería que me expulsaran. Tenía que hacer un acto extremo para conseguirlo. De aquello me he arrepentido mucho.

P.- Usted es ateo, ¿no? Pero ¿tiene algún dios literario? ¿Simenon?

R.- Me gustaría hacer una pequeña distinción: yo no soy un ateo, soy un no creyente. Quiero decir que contemplo la posibilidad de creer y la de no creer.En lo que respecta a los dioses literarios, me considero pagano porque tengo muchos ídolos, de Pirandello a Joyce, de Cervantes a Simenon. 

P.- Y a Eva Sellerio también la echará mucho de menos, ¿no?

R.- Era una mujer de extrema inteligencia y de un refinamiento en el gusto extraordinario sin por ello caer en el snobismo. Tenía un fortísimo sentido de la amistad y sabía ser severa con dulzura. Como decía el Che Guevara y como repite nuestro Papa Francisco, sin perder la ternura. La echo muchísimo de menos.

P.- Ella fue la gran responsable de la larga vida de Montalbano, ¿no?

R.- Ella con su olfato editorial entendió inmediatamente la importancia de Montalbano y fue ella la que obligó a continuar la serie, que para mí terminaba con los dos primeros volúmenes. Una vez más ha tenido razón Elvira.

P.-¿Está el panorama literario italiano a la altura de los tiempos? ¿Alguna recomendación?

R.- Recomendaciones no le doy. Hay muchos jóvenes escritores valiosos en Italia. Creo que el panorama literario es mucho más rico y prometedor que el panorama político. 

P.- A estas alturas de su vida ¿qué hace más: leer novedades o releer a sus escritores favoritos?

R.- Me cuesta mucho leer, cada vez más. Pero cuando puedo alterno ambos.

P.-¿Cuánto tiempo le dedica al día a la escritura y cuánto a la lectura?

R.- No menos de tres horas a la escritura y no menos de dos a la lectura.

P.-¿Y cuándo ha sido la última vez que se ha emocionado leyendo?

R.- Con el libro póstumo de Tabucchi, Di tutto resta un poco.

P.-¿Puede decirse que el principal factor que le ha empujado a escribir ha sido evitar el aburrimiento?

R.- No exactamente. Es uno de ellos pero en realidad escribir es un impulso interior al que es muy difícil resistirse.

P.- Comenta que cuando no acierta a sacar adelante una historia no deja de escribir, que se escribe cartas a sí mismo para no perder el fondo. ¿Qué se cuenta?

R.- Escribo todo aquello que se me pasa por la cabeza. Escribo también a los desconocidos que encuentro por casualidad por la calle. Lo esencial es ejercitar de algún modo la fantasía.

P.- Pero usted, a pesar de haber publicado decenas de libros, dice que es un escritor sin fantasía…

R.- Es verdad, soy un hombre sin fantasía: no soy capaz de escribir una historia sin un mínimo apoyo en la realidad.

P.- En el comienzo de su carrera escribía poesía. ¿Lo sigue haciendo?

R.- No escribo poesía para publicarla pero me divierto todavía escribiendo verso.

P.- ”La edad no me da miedo, fumo como un turco y no me preocupo”. Aún sigue desafiando a los médicos.

R.- Mi relación con los médicos no es de desafío. Salvo por el tema del tabaco soy muy obediente con todas sus prescripciones.

P.-¿Le cambia a uno algo en la vida al cosechar el éxito a los 70 años?

R.- Lo que sí me ha evitado ha sido volver a casarme con una joven modelo que me obligara a ir a aburridísimas fiestas literarias y ponerme corbatas improbables.







Viewing all articles
Browse latest Browse all 13627

Trending Articles


INUMAN QUOTES


Vimeo 10.7.0 by Vimeo.com, Inc.


mayabang Quotes, Torpe Quotes, tanga Quotes


Break up Quotes Tagalog Love Quote – Broken Hearted Quotes Tagalog


Two timer Sad tagalog Love quotes


Inggit Quotes and Kabit Quotes – Tagalog Patama Quotes


5 Tagalog Relationship Rules


Re:Mutton Pies (lleechef)


Vimeo 10.7.1 by Vimeo.com, Inc.


Girasoles para colorear


FORECLOSURE OF REAL ESTATE MORTGAGE


Gwapo Quotes : Babaero Quotes


tagalog love Quotes – Tiwala Quotes


Long Distance Relationship Tagalog Love Quotes


Ligaw Quotes – Courting Quotes – Sweet Tagalog Quotes


Tagalog Quotes about Love


Best Love Life Quotes Collection


EASY COME, EASY GO


Pokemon para colorear


Sapos para colorear